Guía de debate sobre la hepatitis C: cómo hablar con su ser querido
Contenido
- Hay un momento adecuado para todo.
- Escucha atentamente
- No te enfoques en lo negativo
- Ayúdelos a prepararse para el tratamiento.
- Ofrecer simpatía
- Buscar información
- Echar una mano
- Ayúdalos a comenzar
- La comida para llevar
Si a alguien que le importa le diagnosticaron hepatitis C, es posible que no sepa qué decir o cómo ayudarlo.
Tomarse el tiempo para preguntarle a su ser querido cómo se siente es un buen lugar para comenzar. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a comenzar una conversación sobre sus necesidades de diagnóstico y apoyo.
Hay un momento adecuado para todo.
Si desea hablar con su ser querido sobre cómo le está yendo o preguntarle cómo puede ayudarlo, asegúrese de que sea el momento adecuado.
Por ejemplo, si están parados juntos en una habitación llena de gente, es posible que quieran esperar un momento más privado. Considere pedirles que pasen un tiempo individual con usted para que pueda hablar.
Puede ser útil tener la conversación en un ambiente relajante. Siéntese en un lugar tranquilo donde puedan escucharse sin distracciones.
Escucha atentamente
Aprender que alguien que amas tiene hepatitis C puede provocar muchas emociones. Por ejemplo, puede sentirse sorprendido, triste o confundido.
En lugar de reaccionar de inmediato, trate de darse un momento para procesar las noticias. Escuche atentamente lo que le dice su ser querido. Luego respire hondo y piense cómo va a responder.
Puede comenzar diciendo: "Me alegra que me esté contando sobre sus problemas de salud, y estoy listo para escuchar y ayudar".
No te enfoques en lo negativo
Su ser querido podría estar asustado por su diagnóstico. Es posible que necesiten a alguien para tranquilizarlos. Pueden estar buscándote apoyo emocional positivo.
En lugar de señalar las desventajas o los peligros de la hepatitis C, enfatice que la condición es tratable. Asegúreles que tienen lo necesario para superar esto.
Si dicen algo como "Tengo miedo" o "Estoy tan enojado conmigo mismo", reconozca sus sentimientos. Luego trate de ofrecerles esperanza y ayuda.
Ayúdelos a prepararse para el tratamiento.
En un pasado no muy lejano, la hepatitis C no era curable, pero ahora hay muchos tratamientos disponibles para ayudar a tratarla y potencialmente curarla.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los tratamientos actuales curan más del 90 por ciento de las infecciones crónicas por hepatitis C. Los tratamientos más nuevos también causan menos efectos secundarios que los enfoques de tratamiento más antiguos.
Cuando su ser querido se esté preparando para comenzar el tratamiento antiviral para la hepatitis C, intente escuchar con un oído comprensivo las preocupaciones que puedan tener sobre el proceso de tratamiento. Luego tranquilícelos sobre su capacidad para hacer frente a los desafíos del tratamiento, incluidos los posibles efectos secundarios.
Por ejemplo, considere decirle a su ser querido: "Sé que eres lo suficientemente fuerte como para encontrar soluciones, y superarás esto".
Ofrecer simpatía
La hepatitis C crónica puede causar síntomas como fatiga, dolor corporal, confusión mental y dificultad para concentrarse. Puede afectar el bienestar físico, mental y social de su ser querido.
Su diagnóstico también puede afectarlo. Pero cuando les hables acerca de su condición, trata de mantener el foco en ellos en lugar de en ti.
Si estás luchando por encontrar las palabras para consolarlas o tranquilizarlas, los simples gestos pueden ayudarte a expresar tu simpatía y apoyo.
Por ejemplo, intenta sonreír, asentir con la cabeza o inclinarte hacia ellos mientras hablan. Esto puede hacerles saber que estás escuchando activamente y demostrar que te importa.
A veces, su ser querido puede no querer hablar sobre la hepatitis C o cómo la condición los está afectando. Es importante darles espacio y privacidad si lo solicitan.
Buscar información
Cuando recibí mi diagnóstico de hepatitis C por primera vez, recuerdo que me sentí sucia y avergonzada, hasta que aprendí más al respecto.
Existen muchos mitos y conceptos erróneos acerca de la hepatitis C. La educación sobre la condición puede ayudarlo a aprender más sobre ella y desacreditar cualquier idea errónea que pueda tener.
Esto podría ayudarlo a comprender mejor lo que está pasando su ser querido y cómo puede apoyarlo durante el proceso.
Considere pedirle a un proveedor médico folletos, con consejos y estadísticas. También puede navegar por los sitios web de organizaciones de pacientes acreditadas para encontrar más información sobre la hepatitis C.
Echar una mano
Hablando por experiencia personal, tener amigos y familiares que me apoyen durante el tratamiento de la hepatitis C marcó una gran diferencia.
Recogieron víveres, cocinaron comidas ocasionales y me llevaron al médico. También mantuvieron mi ánimo en alto al ver películas conmigo, salir a caminar conmigo y tomarse un tiempo para visitar.
Considere preguntarle a su ser querido cómo puede ayudarlo. También puede ofrecer ayudarlos con mandados, tareas u otras tareas.
Simplemente pasar tiempo con ellos también puede ayudar a animar sus espíritus.
Ayúdalos a comenzar
Cuando alguien recibe un diagnóstico de hepatitis C, puede ser abrumador o confuso al principio. Puede tomarle un tiempo a su ser querido conocer sus opciones de tratamiento y descubrir sus próximos pasos.
Es posible que pueda ayudarlos a hacer una lluvia de ideas con una lista de preguntas para su médico, preguntas para su proveedor de seguro de salud o tareas que deben completar para comenzar su tratamiento. Considere preguntarles cómo puede ayudarlos a comenzar.
La comida para llevar
Cuando alguien elige contarte sobre su diagnóstico de hepatitis C, es una señal de confianza.
Puede ayudarlos a apoyarlos escuchando sus inquietudes, tranquilizándolos y ofreciéndoles ayuda con las tareas cotidianas o los aspectos de su tratamiento. Trata de evitar el uso de palabras que puedan hacer que se sientan tristes, asustadas o avergonzadas, y dales espacio cuando lo necesiten.
Ofrecer un oído comprensivo, palabras de aliento y otro tipo de apoyo puede ayudar a su ser querido a comenzar en la dirección correcta hacia la recuperación.
Karen Hoyt es una defensora de pacientes con enfermedad hepática que camina rápido, hace batidos. Ella vive en el río Arkansas en Oklahoma y comparte el aliento en su blog.