Pérdida del olfato (anosmia): principales causas y tratamiento

Contenido

• Principales causas
• ¿Puede la infección por COVID-19 causar anosmia?
• Cómo se confirma el diagnóstico
• Como se hace el tratamiento

La anosmia es una condición médica que corresponde a la pérdida total o parcial del olfato. Esta pérdida puede estar relacionada con situaciones temporales, como durante un resfriado o una gripe, pero también puede aparecer por cambios más graves o permanentes, como la exposición a radiaciones o el desarrollo de tumores, por ejemplo.

Como el olor está directamente relacionado con el sabor, la persona que sufre de anosmia tampoco suele diferenciar los sabores, aunque todavía tiene la percepción de lo dulce, salado, amargo o ácido.

La pérdida del olfato se puede clasificar en:

• Anosmia parcial: se considera la forma más común de anosmia y suele estar relacionada con gripe, resfriados o alergias;
• Anosmia permanente: ocurre principalmente por accidentes que provocan daños permanentes en los nervios olfativos o por infecciones graves que afectan a la nariz, sin cura.

El diagnóstico de anosmia lo realiza el médico de cabecera o el otorrinolaringólogo mediante exámenes de imagen, como la endoscopia nasal, por ejemplo, para que se identifique la causa y, así, se pueda indicar el mejor tratamiento.

Principales causas

En la mayoría de los casos, la anosmia es causada por situaciones que promueven la irritación del revestimiento de la nariz, lo que significa que los olores no pueden pasar ni ser interpretados. Las causas más comunes incluyen:

• Rinitis alérgica y no alérgica;
• Sinusitis;
• Gripe o resfriado;
• Exposición e inhalación de humo;
• Lesión cerebral traumática;
• Uso de algunos tipos de medicamentos o exposición a productos químicos.

Además, existen otras situaciones menos frecuentes que también pueden resultar en anosmia por congestión nasal, como pólipos nasales, deformidades nasales o el desarrollo de tumores. Algunas enfermedades que afectan a los nervios o al cerebro también pueden provocar alteraciones del olfato, como la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple, la epilepsia o los tumores cerebrales.

Así, siempre que la pérdida del olfato aparezca sin motivo aparente, es muy importante consultar a un otorrinolaringólogo, para entender cuál puede ser la posible causa e iniciar el tratamiento más adecuado.

¿Puede la infección por COVID-19 causar anosmia?

Según varios informes de personas que han sido infectadas por el nuevo coronavirus, la pérdida del olfato parece ser un síntoma relativamente frecuente, y puede persistir durante algunas semanas, incluso después de que los otros síntomas ya hayan desaparecido.

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Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico generalmente lo realiza un otorrinolaringólogo y comienza con una evaluación de los síntomas y el historial médico de la persona, para comprender si existe alguna afección que pueda estar causando irritación de la mucosa nasal.

Dependiendo de esta evaluación, el médico también puede ordenar algunas pruebas adicionales, como una endoscopia nasal o una resonancia magnética, por ejemplo.

Como se hace el tratamiento

El tratamiento de la anosmia varía mucho según la causa en el origen. En los casos más habituales se recomienda generalmente la anosmia provocada por resfriados, gripes o alergias, el reposo, la hidratación y el uso de antihistamínicos, descongestionantes nasales o corticoides para disminuir los síntomas.

Cuando se identifica una infección en las vías respiratorias, el médico también puede recetar el uso de un antibiótico, pero solo si es causada por bacterias.

En las situaciones más graves, en las que puede haber algún tipo de obstrucción de la nariz o cuando la anosmia está siendo provocada por alteraciones en los nervios o en el cerebro, el médico puede derivar a la persona a otra especialidad, como neurología, para tratar la causa de la forma más adecuada.