Arteritis de Takayasu: que es, síntomas y tratamiento
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La arteritis de Takayasu es una enfermedad en la que se produce inflamación en los vasos sanguíneos, lo que daña la aorta y sus ramas, que es la arteria que lleva la sangre desde el corazón al resto del cuerpo.
Esta enfermedad puede provocar un estrechamiento anormal de los vasos sanguíneos o aneurismas, en los que las arterias se dilatan anormalmente, lo que puede provocar síntomas como dolor en el brazo o el pecho, hipertensión, cansancio, pérdida de peso o incluso provocar complicaciones más graves.
El tratamiento consiste en administrar medicamentos para controlar la inflamación de las arterias y prevenir complicaciones y, en casos más graves, puede ser necesaria una cirugía.
Que sintomas
La enfermedad suele ser asintomática y los síntomas apenas se notan, especialmente en la fase activa. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa y se desarrollan estenosis arteriales, los síntomas tienden a hacerse más evidentes, como cansancio, pérdida de peso, dolor generalizado y fiebre.
Con el tiempo, pueden aparecer otros síntomas como el estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que hace que se transporte menos oxígeno y nutrientes a los órganos, provocando síntomas como debilidad y dolor en las extremidades, mareos, sensación de desmayo, dolor de cabeza, problemas de memoria y dificultad para razonamiento, respiración corta, cambios en la visión, hipertensión, medición de diferentes valores de presión arterial entre las diferentes extremidades, disminución del pulso, anemia y dolor en el pecho.
Complicaciones de la enfermedad.
La arteritis de Takayasu puede provocar el desarrollo de varias complicaciones, como endurecimiento y estrechamiento de los vasos sanguíneos, hipertensión, inflamación del corazón, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, aneurisma y ataque cardíaco.
Posibles Causas
No se sabe a ciencia cierta cuál es el origen de esta enfermedad, pero se cree que se trata de una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunológico ataca por error a las propias arterias y que esta reacción autoinmune puede ser desencadenada por una infección viral. Esta enfermedad es más común en mujeres y ocurre con mayor frecuencia en niñas y mujeres de 10 a 40 años.
Esta enfermedad evoluciona en 2 etapas. La etapa inicial se caracteriza por un proceso inflamatorio de los vasos sanguíneos, llamado vasculitis, que afecta a las 3 capas de la pared arterial, que suele durar meses. Después de la fase activa, comienza la fase crónica, o fase inactiva de la enfermedad, que se caracteriza por la proliferación y fibrosis de toda la pared arterial.
Cuando la enfermedad progresa más rápido, lo que es más raro, la fibrosis puede formarse incorrectamente, lo que provoca un adelgazamiento y debilitamiento de la pared arterial, lo que resulta en la formación de aneurismas.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento tiene como objetivo controlar la actividad inflamatoria de la enfermedad y preservar los vasos sanguíneos, para evitar efectos secundarios a largo plazo. En la fase inflamatoria de la enfermedad, el médico puede recetar corticosteroides orales, como prednisona, por ejemplo, que pueden ayudar a tratar los síntomas generales y prevenir la progresión de la enfermedad.
Cuando el paciente no responde bien a los corticosteroides o tiene una recaída, el médico puede asociar una ciclofosfamida, azatioprina o metotrexato, por ejemplo.
La cirugía es un tratamiento poco utilizado para esta enfermedad. Sin embargo, en casos de hipertensión arterial renovascular, isquemia cerebral o isquemia severa de las extremidades, aneurismas aórticos y sus ramas, regurgitación aórtica y obstrucción de las arterias coronarias, el médico puede recomendar la realización de una cirugía.