Cuando la actividad física no está indicada
Contenido
- 1. Enfermedades del corazón
- 2. Niños y ancianos
- 3. Preeclampsia
- 4. Después de maratones
- 5. Gripe y resfriado
- 6. Después de la cirugía
Se recomienda la práctica de actividades físicas en todas las edades, ya que aumenta la disposición, previene enfermedades y mejora la calidad de vida, sin embargo, existen algunas situaciones en las que la actividad física debe realizarse con precaución o, incluso, no está indicada.
Las personas con problemas cardiovasculares o que se hayan sometido a procedimientos quirúrgicos, por ejemplo, no deben hacer ejercicio sin la aprobación del médico, ya que pueden presentarse complicaciones durante el ejercicio que pueden conducir a la muerte, por ejemplo.
Así, antes de iniciar la práctica de actividades físicas, es necesario realizar una serie de pruebas para que se pueda saber si existe alguna alteración cardiovascular, motora o articular que pueda impedir o limitar la realización de los ejercicios.
Así, algunas situaciones en las que la práctica de actividad física no se recomienda o debe realizarse con cuidado, preferiblemente con el acompañamiento de un profesional de educación física, son:
1. Enfermedades del corazón
Las personas que padecen enfermedades del corazón, que son enfermedades relacionadas con el corazón, como la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, por ejemplo, deben practicar actividad física solo con la autorización del cardiólogo y acompañadas de un profesional de educación física.
Esto se debe a que debido al esfuerzo realizado durante el ejercicio, aunque no sea muy intenso, puede haber un aumento de la frecuencia cardíaca, lo que puede resultar en un infarto o un derrame cerebral, por ejemplo.
Si bien se recomienda la actividad física en estos casos con el fin de mejorar la calidad de vida de la persona y disminuir los síntomas de la enfermedad, es importante que el cardiólogo asesore sobre el mejor tipo de ejercicio, frecuencia e intensidad que se debe realizar para evitar complicaciones.
2. Niños y ancianos
La práctica de actividad física en la infancia es muy recomendable, ya que además de permitir un mejor desarrollo cardiorrespiratorio, hace que el niño interactúe con otros niños, especialmente en la práctica de deportes de equipo. La contraindicación para la práctica de actividad física en la infancia se refiere a ejercicios que impliquen levantamiento de pesas o de alta intensidad, ya que pueden interferir en su desarrollo. Así, se recomienda que los niños practiquen actividades físicas más aeróbicas, como el baile, el fútbol o el judo, por ejemplo.
En el caso de las personas mayores, la práctica de actividades físicas debe ser monitoreada de cerca por un profesional capacitado, ya que es común que las personas mayores tengan movimientos limitados, lo que hace que ciertos ejercicios estén contraindicados. Vea cuáles son los mejores ejercicios en la vejez.
3. Preeclampsia
La preeclampsia es una complicación del embarazo caracterizada por cambios en la circulación sanguínea, disminución de la capacidad de coagulación de la sangre y presión arterial alta. Cuando esta situación no es tratada y controlada, puede haber un parto prematuro y secuelas para el bebé, por ejemplo.
Por ello, las embarazadas a las que se les haya diagnosticado preeclampsia pueden practicar actividad física siempre que sean dadas de alta por el obstetra y acompañadas de un profesional de educación física para evitar la aparición de complicaciones durante el embarazo. Sepa cómo reconocer los síntomas de la preeclampsia.
4. Después de maratones
Después de correr maratones o competencias intensas, es importante descansar para recuperar la energía y la masa muscular perdida durante el ejercicio, de lo contrario habrá más posibilidades de lesionarse. Por ello, se recomienda descansar de 3 a 4 días después de correr una maratón, por ejemplo, para poder retomar la actividad física.
5. Gripe y resfriado
Si bien el ejercicio promueve una mayor inmunidad, la práctica de actividad física intensa cuando se tiene gripe, por ejemplo, no está indicada. Esto se debe a que la práctica de ejercicios intensos puede agravar aún más los síntomas y retrasar la mejoría.
Así, cuando tienes un resfriado o una gripe, lo mejor que puedes hacer es descansar y volver a las actividades de forma progresiva cuando los síntomas ya no estén presentes.
6. Después de la cirugía
La realización de actividades físicas después de las cirugías solo debe ocurrir después de la autorización del médico y, preferiblemente, bajo la supervisión de un profesional capacitado. Esto se debe a que después de los procedimientos quirúrgicos, el cuerpo pasa por un proceso de adaptación que puede hacer que la persona se sienta mal durante la actividad física.
Por ello, tras la cirugía, se recomienda esperar hasta la recuperación completa para poder realizar ejercicios con intensidad progresiva.