Tos de cáncer de pulmón: identificación, tratamiento y más

Contenido

• Visión general
• ¿Cómo sé si es cáncer de pulmón?
• Otras causas de tos
• Otros síntomas de cáncer de pulmón.
• Buscando ayuda para su tos
• Manejando su tos
• La persectiva

Visión general

Una tos crónica que empeora puede ser un síntoma temprano de cáncer de pulmón. Si su tos es molesta y ha estado aguantando, es una buena idea consultar a un médico.

La tos es una de las razones más comunes por las que las personas visitan a un médico. Si bien la mayoría de las toses tienen causas benignas, una tos severa que persiste puede indicar una afección subyacente más grave.

Si el cáncer de pulmón está relacionado con la tos, cuanto antes se detecte, mejor será el resultado. A menudo, el cáncer de pulmón temprano no tiene síntomas notables, por lo que generalmente se diagnostica en una etapa avanzada cuando es más difícil de tratar.

No todas las personas con cáncer de pulmón temprano tienen tos. La Alianza del Cáncer de Pulmón afirma que alrededor del 50 por ciento de las personas tienen tos en la etapa temprana del cáncer de pulmón, antes de que las células cancerosas se hayan diseminado a otras partes del cuerpo.

Un estudio de 2017 informa que alrededor del 57 por ciento de las personas con cáncer de pulmón tienen tos. En el cáncer de pulmón en etapa tardía, el porcentaje es mayor. Según un informe de 2018, hasta el 90 por ciento de las personas con cáncer de pulmón avanzado tienen tos.

Cualquier tipo de cáncer de pulmón puede asociarse con tos. Pero algunas formas de cáncer de pulmón con mayor frecuencia tienen tos como síntoma porque las células cancerosas obstruyen las vías respiratorias en los pulmones. El carcinoma de células escamosas y el cáncer de pulmón indiferenciado de células pequeñas tienen más probabilidades de estar asociados con la tos.

¿Cómo sé si es cáncer de pulmón?

No existe una manera simple de saber si el cáncer de pulmón es la causa de su tos. Su tos puede ser benigna, o puede estar asociada con cualquier cantidad de enfermedades subyacentes. Los médicos usan pautas profesionales para diagnosticar y tratar la tos.

Su médico le preguntará acerca de su historial médico y de fumar para comenzar a determinar la causa de la tos. Preguntarán sobre otros síntomas acompañantes, como fiebre, resfriado, fatiga, falta de aliento, ronquera, dolor en el pecho o pérdida de peso. También querrán saber cuándo comenzó su tos, si empeora por la noche y cuándo empeoró o desarrolló nuevas características.

Si el médico sospecha que hay cáncer de pulmón, ordenarán pruebas de detección y otras pruebas para confirmar un diagnóstico.

Un estudio de 2005 que analizó los síntomas de los pacientes británicos con cáncer de pulmón en el momento del diagnóstico encontró que, además del consumo de cigarrillos, había siete síntomas comunes asociados con el cáncer de pulmón en el momento del diagnóstico:

• escupir sangre (hemoptisis)
• pérdida de peso
• pérdida de apetito
• dificultad para respirar (disnea)
• dolor en el pecho
• tos
• fatiga

Las asociaciones más fuertes con el cáncer de pulmón, además de fumar, fueron:

• escupiendo sangre
• respiración dificultosa
• patrones de respiración anormales

Otras causas de tos

La tos, tanto aguda como crónica, puede tener muchas causas. Una tos aguda se define como una duración de menos de tres semanas. Una tos crónica es aquella que dura más de ocho semanas.

Las causas más comunes de una tos aguda son las infecciones del tracto respiratorio superior y la bronquitis aguda. Un estudio encontró que estos eran responsables de más del 60 por ciento de las tos agudas diagnosticadas.

Las causas más comunes de una tos crónica son:

• goteo postnasal
• asma
• reflujo ácido (enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE)
• infecciones
• medicamentos para la presión arterial (inhibidores de la ECA)
• bronquitis crónica
• Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
• Apnea obstructiva del sueño
• ronquidos crónicos
• agrandamiento crónico de las amígdalas
• enfisema

Otras causas menos comunes incluyen enfermedades bronquiales, fibrosis quística, tos ferina, inflamación pulmonar e insuficiencia cardíaca.

Otros síntomas de cáncer de pulmón.

Tener una tos persistente es uno de los primeros síntomas del cáncer de pulmón, antes de que el cáncer se haya diseminado (metastatizado) más allá de los pulmones. Aproximadamente la mitad de las personas con cáncer de pulmón temprano tienen tos crónica.

En un estudio, toser sangre fue el predictor más fuerte del cáncer de pulmón, pero menos del 5 por ciento de las personas lo reportaron como un síntoma temprano.

Otros síntomas de cáncer de pulmón incluyen:

• cambios en la intensidad de la tos o la producción de moco
• falta de aliento creciente (disnea)
• dolor en el pecho, hombros o espalda
• jadeo
• fatiga
• ronquera u otros cambios en su voz
• neumonía u otros problemas pulmonares recurrentes
• pérdida de peso

Una vez que las células cancerosas han hecho metástasis a otras partes de su cuerpo, puede tener otros síntomas. Los lugares más comunes donde se propaga el cáncer de pulmón son otras áreas de los pulmones, los ganglios linfáticos, los huesos, el cerebro, el hígado y las glándulas suprarrenales.

Los síntomas del cáncer de pulmón con metástasis incluyen:

• dolor de huesos o dolor en las articulaciones
• dolores de cabeza, si su cerebro está infectado
• hinchazón en el cuello o la cara
• pérdida de apetito
• debilidad y fatiga

Es posible que tenga otros síntomas, según el órgano donde se diseminó el cáncer.

Buscando ayuda para su tos

Si le preocupa una tos persistente, consulte a un médico para analizar las posibles causas y el tratamiento. Si está tosiendo sangre, consulte a un médico de inmediato.

Si se sospecha cáncer de pulmón debido a sus síntomas o su riesgo de cáncer de pulmón, hay muchas pruebas que su médico puede ordenar para determinar si es cáncer u otra cosa. Las pruebas de diagnóstico incluyen:

• radiografías de tórax o tomografía computarizada
• análisis de su esputo para buscar células cancerosas
• biopsia, incluida una broncoscopia o biopsia con aguja

Manejando su tos

Dependiendo de la etapa de su cáncer de pulmón y su estado general de salud, es posible que se someta a una cirugía para extirpar el tumor pulmonar canceroso. También puede recibir quimioterapia, radiación u otros tratamientos para aliviar el dolor y eliminar las células cancerosas.

Pero a veces estos tratamientos pueden no aliviar su tos. En algunos casos, la tos puede ser un efecto secundario del tratamiento del cáncer de pulmón.

Una tos crónica con cáncer de pulmón puede ser agotadora. Puede causar dolores de cabeza, mareos, sudoración, pérdida de apetito y pérdida de sueño. Los tratamientos convencionales son medicamentos para suprimir la tos y aliviar el dolor.

Un estudio de 2017 señaló que la tos es a menudo un síntoma de cáncer de pulmón no tratado. Para remediar la situación, este estudio actualizó las pautas del Colegio Americano de Médicos del Tórax (CHEST) para dar a los médicos un enfoque específico paso a paso para controlar la tos del cáncer de pulmón.

Las recomendaciones del estudio incluyen:

• identificación y tratamiento de cualquier condición coexistente asociada con su tos
• ejercicios para suprimir la tos
• braquiterapia endobronquial, un nuevo tratamiento que enfoca las dosis altas de radiación en los tumores
• uso de demulcentes, sustancias que recubren y alivian las membranas mucosas
• uso de opiáceos, cuando otros remedios han fallado
• uso de otras drogas, como levodropropizina, moguisteína, levocloperastina o cromoglicato de sodio
• uso de anestésicos locales, como lidocaína / bupivacaína o benzonatato
• participación en ensayos controlados aleatorios de nuevos medicamentos que pueden ayudar a controlar la tos, como diazepam, gabapentina, carbamazepina, baclofeno, amitriptilina y talidomida

La persectiva

Si tiene una tos crónica persistente, consulte a su médico para averiguar la causa y los posibles tratamientos. Cuanto antes se detecte el cáncer de pulmón, mayores serán sus posibilidades de recuperación. Todavía no hay cura para el cáncer de pulmón con metástasis, por lo que el diagnóstico temprano es clave.