¿El drenaje linfático adelgaza?
El drenaje linfático elimina el exceso de líquidos y toxinas del cuerpo y con ello la región que antes estaba hinchada tiene menos volumen. El drenaje linfático tiene otros beneficios, como combatir la celulitis, mejorar la circulación sanguínea, siendo el complemento imprescindible para diversos tratamientos estéticos, como la lipocavitación y la radiofrecuencia, por ejemplo.
Aunque el drenaje linfático es drenante y antioxidante, no afecta directamente el metabolismo de las grasas. Así, los centímetros perdidos con el drenaje linfático no representan la eliminación de la grasa acumulada en estos lugares. Por tanto, sería más correcto decir que el drenaje linfático se desinfla y no pierde peso. Pero, cuando se asocia a dieta, ejercicio u otras técnicas estéticas, contribuye a que el individuo adelgace más fácilmente.
Los tratamientos estéticos como la radiofrecuencia, la lipocavitación y la criolipólisis actúan directamente sobre la capa grasa y acaban liberando una serie de toxinas en el organismo. Con el drenaje linfático realizado inmediatamente después de uno de estos procedimientos, estas toxinas se dirigen a los ganglios linfáticos y posteriormente se eliminan a través de la orina. Lo que garantiza la eficacia del tratamiento.
Consulta los tratamientos estéticos para la grasa localizada
Así, para adelgazar con drenaje linfático, se recomienda realizar primero un tratamiento estético y luego complementarlo con drenaje. Este tipo de protocolo de tratamiento se puede realizar 2-3 veces a la semana y no es necesario realizar un drenaje de cuerpo completo, solo en el sitio de tratamiento.
Pero además también es recomendable cuidar la alimentación restringiendo la ingesta de grasas, azúcares y alimentos procesados. Beber 1,5 L de agua o escurrir té, como el té verde, por ejemplo, también es importante para mantener el cuerpo adecuadamente hidratado y eliminar aún más toxinas.