¿Qué es la embolia grasa y cómo ocurre?
Contenido
- Principales causas
- Posibles sintomas
- Cuando ocurre el síndrome de embolia grasa
- Como se hace el tratamiento
La embolia grasa es la obstrucción de los vasos sanguíneos por gotitas de grasa que ocurre, la mayoría de las veces, después de fracturas de huesos largos, como los huesos de piernas, muslos o caderas, pero que también puede aparecer en el postoperatorio de cirugías ortopédicas o procedimientos de estética, como la liposucción, por ejemplo.
Las gotitas de grasa pueden extenderse por las venas y arterias del cuerpo, son transportadas por el torrente sanguíneo y pueden llegar a varios lugares y órganos del cuerpo. Normalmente, la embolia solo causa daños graves cuando se presenta en grandes cantidades, y cuando esto sucede, los órganos más afectados son:
- Pulmones: son los principales órganos afectados, y puede haber dificultad para respirar y baja oxigenación de la sangre, situación que se denomina tromboembolismo pulmonar. Comprender más sobre cómo ocurre y otras causas de embolia pulmonar;
- Cerebro: cuando se ven afectados, provocan cambios típicos en el ictus, como pérdida de fuerza, cambios en la marcha, cambios en la visión y dificultad para hablar, por ejemplo;
- Piel: se produce una inflamación que provoca lesiones rojizas y tendencia a sangrar.
Sin embargo, otros órganos como los riñones, las retinas, el bazo o el hígado, por ejemplo, también pueden verse afectados y tener comprometida su función.
Principales causas
La embolia grasa puede ser causada por situaciones como:
- Fractura de hueso, como fémur, tibia y pelvis, después de un accidente automovilístico o una caída;
- Cirugías ortopédicas, como artroplastia de rodilla o cadera;
- Cirugía plástica, como la liposucción o el relleno con grasa.
La embolia grasa también puede ocurrir sin una razón clara, de forma espontánea, lo que es más raro. Algunas de las personas con mayor riesgo tienen infecciones generalizadas, personas con crisis de células falciformes, pancreatitis, diabetes, hígado graso, uso prolongado de corticosteroides o quemaduras extensas.
Posibles sintomas
Generalmente, la embolia grasa afecta a pequeños vasos en la circulación, por lo que no siempre ocasiona síntomas, excepto cuando ocurre una embolia masiva, es decir, cuando llega a muchos vasos sanguíneos hasta el punto de comprometer la circulación y el funcionamiento de los órganos. Algunos de los síntomas que pueden aparecer incluyen dificultad para respirar, dolor de cabeza, cambios en la visión o el habla, debilidad, somnolencia, pérdida del conocimiento y coma, así como lesiones cutáneas.
El diagnóstico de embolia se realiza mediante la evaluación clínica del médico y algunas pruebas pueden ayudar a demostrar áreas de daño orgánico por falta de flujo sanguíneo, como la resonancia magnética.
Cuando ocurre el síndrome de embolia grasa
La embolia grasa puede denominarse síndrome de embolia grasa cuando es grave y afecta a los pulmones, el cerebro, la coagulación de la sangre y la piel de forma simultánea, provocando una enfermedad grave que incluye dificultad para respirar, cambios cerebrales y lesiones cutáneas rojizas, que indican inflamación y tendencia a sangrar.
Solo alrededor del 1% de los casos de embolia grasa desarrollan este síndrome, que es tan severo porque, además de bloquear los vasos por las gotitas de grasa, también desencadena reacciones químicas en la circulación que producen una intensa reacción inflamatoria en el cuerpo.
Como se hace el tratamiento
Aunque no existe un tratamiento específico para curar la embolia grasa, existen medidas que utiliza el médico para controlar los síntomas y facilitar la recuperación. En algunos casos, esta monitorización se puede realizar en un ambiente de UCI, hasta que haya mejoría y estabilización del cuadro clínico.
Algunas de las opciones que utiliza el médico incluyen el uso de un catéter de oxígeno o una máscara, además del seguimiento continuo de los signos vitales. Si es necesario, se puede realizar la hidratación en la vena con suero, así como con medicamentos para regular la presión arterial.
Además, algunos médicos pueden intentar usar medicamentos corticosteroides en un intento de disminuir la reacción inflamatoria de la enfermedad.