Síntomas y tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

Contenido
- Síntomas principales
- Cómo se hace el diagnóstico
- Posibles causas de ELA
- Como se hace el tratamiento
- Como se hace la fisioterapia
La esclerosis lateral amiotrófica, también conocida como ELA, es una enfermedad degenerativa que provoca la destrucción de las neuronas encargadas del movimiento de los músculos voluntarios, provocando una parálisis progresiva que acaba impidiendo tareas sencillas como caminar, masticar o hablar, por ejemplo.
Con el tiempo, la enfermedad provoca una disminución de la fuerza muscular, especialmente en brazos y piernas, y en casos más avanzados, la persona afectada se paraliza y sus músculos comienzan a atrofiarse, volviéndose más pequeños y delgados.
La esclerosis lateral amiotrófica aún no tiene cura, pero el tratamiento con fisioterapia y medicamentos, como el riluzol, ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad y mantienen la mayor independencia posible en las actividades diarias. Obtenga más información sobre este medicamento utilizado en el tratamiento.

Síntomas principales
Los primeros síntomas de la ELA son difíciles de identificar y varían de persona a persona. En algunos casos es más común que la persona empiece a tropezar con alfombras, mientras que en otros es difícil escribir, levantar un objeto o hablar correctamente, por ejemplo.
Sin embargo, con la progresión de la enfermedad, los síntomas se vuelven más evidentes, llegando a existir:
- Disminución de la fuerza de los músculos de la garganta.
- Espasmos o calambres frecuentes en los músculos, especialmente en las manos y los pies;
- Voz más gruesa y dificultad para hablar más alto;
- Dificultad para mantener una postura correcta;
- Dificultad para hablar, tragar o respirar.
La esclerosis lateral amiotrófica aparece solo en las neuronas motoras y, por lo tanto, la persona, incluso desarrollando parálisis, logra mantener todos sus sentidos del olfato, gusto, tacto, visión y oído.

Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico no es fácil y, por ello, el médico puede realizar varias pruebas, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, para descartar otras enfermedades que puedan ocasionar falta de fuerza antes de sospechar ELA, como la miastenia gravis.
Tras el diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófica, la esperanza de vida de cada paciente varía entre los 3 y los 5 años, pero también ha habido casos de mayor longevidad, como el de Stephen Hawking que convivió con la enfermedad durante más de 50 años.
Posibles causas de ELA
Las causas de la esclerosis lateral amiotrófica aún no se comprenden completamente. Algunos casos de la enfermedad son causados por una acumulación de proteínas tóxicas en las neuronas que controlan los músculos, y esto es más frecuente en hombres de 40 a 50 años. Pero en unos pocos casos, la ELA también puede ser causada por un defecto genético heredado, que eventualmente se transmite de padres a hijos.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la ELA debe ser guiado por un neurólogo y, por lo general, se inicia con el uso del fármaco Riluzol, que ayuda a reducir las lesiones provocadas en las neuronas, retrasando el avance de la enfermedad.
Además, cuando la enfermedad se diagnostica en sus primeras etapas, el médico también puede recomendar un tratamiento de fisioterapia. En casos más avanzados, se pueden utilizar analgésicos, como Tramadol, para reducir el malestar y el dolor provocados por la degeneración muscular.
A medida que avanza la enfermedad, la parálisis se extiende a otros músculos y finalmente afecta los músculos respiratorios, lo que requiere hospitalización para respirar con la ayuda de dispositivos.
Como se hace la fisioterapia
La fisioterapia para la esclerosis lateral amiotrófica consiste en el uso de ejercicios que mejoran la circulación sanguínea, retrasando la destrucción de los músculos provocada por la enfermedad.
Además, el fisioterapeuta también puede recomendar y enseñar el uso de una silla de ruedas, por ejemplo, para facilitar las actividades diarias del paciente con ELA.