Incontinencia urinaria de esfuerzo femenina
Contenido
- ¿Qué causa la incontinencia urinaria de esfuerzo femenina?
- ¿Quién desarrolla incontinencia urinaria?
- Alimentos y bebidas
- Salud en general
- Falta de tratamiento
- ¿Cómo se diagnostica la incontinencia urinaria de esfuerzo femenina?
- ¿Qué tratamiento hay disponible?
- Cambios en el estilo de vida
- Medicamentos
- Tratamientos no quirúrgicos
- Ejercicios de Kegel y terapia muscular del suelo pélvico
- Biorretroalimentación
- Pesario vaginal
- Cirugía
- Terapia inyectable
- Cinta vaginal sin tensión (TVT)
- Cabestrillo vaginal
- Reparación vaginal anterior o paravaginal (también llamada reparación de cistocele)
- Suspensión retropúbica
- ¿Puedo curar la incontinencia de esfuerzo?
¿Qué es la incontinencia urinaria de esfuerzo femenina?
La incontinencia urinaria de esfuerzo femenina es la liberación involuntaria de orina durante cualquier actividad física que ejerce presión sobre la vejiga. No es lo mismo que la incontinencia general. Esta condición potencialmente incómoda solo ocurre cuando la vejiga está bajo estrés físico inmediato. Las actividades que pueden ejercer presión sobre su vejiga incluyen:
- tosiendo
- estornudar
- riendo
- levantar objetos pesados o esforzarse
- agachado
¿Qué causa la incontinencia urinaria de esfuerzo femenina?
La incontinencia urinaria de esfuerzo femenina ocurre cuando los músculos pélvicos se debilitan. Estos músculos forman un cuenco que recubre su pelvis. Apoyan su vejiga y controlan la liberación de orina. A medida que envejece, estos músculos pélvicos se debilitan. El parto, la cirugía pélvica y las lesiones en la pelvis pueden debilitar los músculos. La edad avanzada y los antecedentes de embarazo también son factores de riesgo importantes.
¿Quién desarrolla incontinencia urinaria?
La incontinencia de esfuerzo es mucho más común entre las mujeres que entre los hombres. Puede ocurrir a cualquier edad. Pero las posibilidades de desarrollar incontinencia de esfuerzo aumentan con el embarazo y con la edad.
Según la Academia Estadounidense de Médicos (AAP), aproximadamente el 50 por ciento de las mujeres entre 40 y 60 años, y casi el 75 por ciento de las mujeres mayores de 75 años, tienen algún tipo de incontinencia urinaria (IU). Las cifras reales pueden ser incluso más altas, ya que la afección no se informa ni se diagnostica, según la AAP. Se estima que aproximadamente la mitad de las mujeres que experimentan IU no la informan a sus médicos.
Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de incontinencia urinaria de esfuerzo femenina o pueden agravar los síntomas si ya la padece.
Alimentos y bebidas
Lo siguiente puede empeorar su incontinencia de esfuerzo debido a la irritación de la vejiga:
- alcohol
- cafeína
- soda
- chocolate
- edulcorantes artificiales
- tabaco o cigarrillos
Salud en general
Los siguientes factores de salud pueden empeorar su incontinencia de esfuerzo:
- infecciones del tracto urinario
- obesidad
- tos frecuente
- medicamentos que aumentan la producción de orina
- daño a los nervios o micción excesiva debido a la diabetes
Falta de tratamiento
La incontinencia urinaria de esfuerzo femenina suele tratarse. Pero muchas mujeres rara vez buscan ayuda. No permita que la vergüenza le impida ver a su médico. La incontinencia urinaria de esfuerzo femenina es común. Es muy probable que su médico lo haya encontrado muchas veces en otros pacientes.
¿Cómo se diagnostica la incontinencia urinaria de esfuerzo femenina?
Para hacer un diagnóstico, su médico probablemente realizará un examen pélvico además de una o más de las siguientes pruebas:
- Prueba de esfuerzo urinario: Su médico le pedirá que tosa mientras está de pie para ver si pierde orina involuntariamente.
- Prueba de almohadilla: Se le pedirá que use una toalla sanitaria durante el ejercicio para ver cuánta orina pierde.
- Análisis de orina: Esta prueba le permite a su médico determinar si tiene ciertas anomalías en la orina como sangre, proteínas, azúcar o signos de infección.
- Prueba de residuo posmiccional (PVR): Su médico medirá cuánta orina hay en su vejiga después de que la haya vaciado.
- Prueba de cistometría: Esta prueba mide la presión en la vejiga y el flujo de orina.
- Radiografías con medio de contraste: Su médico podrá detectar anomalías en su tracto urinario.
- Cistoscopia: Esta prueba utiliza una cámara para observar el interior de la vejiga en busca de signos de inflamación, cálculos u otras anomalías.
¿Qué tratamiento hay disponible?
Hay varios tipos de tratamiento disponibles. Las opciones de tratamiento incluyen:
- cambios en el estilo de vida
- medicamentos
- tratamientos no quirúrgicos
- cirugía
Cambios en el estilo de vida
Vaya al baño con regularidad para reducir la posibilidad de pérdida de orina. Su médico también puede sugerirle que evite la cafeína y haga ejercicio con regularidad. También pueden ser necesarios cambios en la dieta. Si fuma, probablemente le recomendarán que deje de hacerlo. Bajar de peso también puede ayudar a aliviar la presión del estómago, la vejiga y los órganos pélvicos. Su médico también puede desarrollar un plan de pérdida de peso si tiene sobrepeso.
Medicamentos
Su médico puede recetarle medicamentos que reducen las contracciones de la vejiga. Estos incluyen medicamentos como:
- Imipramina
- Duloxetina
Su médico también puede recetarle una mediación diseñada para tratar una vejiga hiperactiva, como:
- Vesicare
- Enablex
- Detrol
- Ditropan
Tratamientos no quirúrgicos
Ejercicios de Kegel y terapia muscular del suelo pélvico
Los ejercicios de Kegel pueden ayudar a fortalecer los músculos pélvicos. Para hacer estos ejercicios, apriete los músculos que detienen el flujo de orina. Su médico le mostrará la forma correcta de hacer estos ejercicios. Sin embargo, no está claro cuántos ejercicios de Kegel se deben hacer, con qué frecuencia o incluso qué tan efectivos pueden ser. Algunas investigaciones han demostrado que hacer ejercicios de Kegel durante y después del embarazo puede reducir sus probabilidades de desarrollar incontinencia urinaria de esfuerzo.
La terapia de los músculos del suelo pélvico es otro método eficaz para ayudar a aliviar la incontinencia de esfuerzo. Esto se puede hacer con la ayuda de un fisioterapeuta, capacitado específicamente en ejercicios del suelo pélvico. Se ha demostrado que un aumento en la actividad física general fortalece el suelo pélvico. Se sabe que el yoga y el pilates son útiles.
Biorretroalimentación
La biorretroalimentación es un tipo de terapia que se usa para aumentar la conciencia de los músculos del piso pélvico. La terapia utiliza pequeños sensores que se colocan dentro o alrededor de su vagina y en su abdomen. Su médico le pedirá que pruebe ciertos movimientos musculares. Los sensores registran su actividad muscular para ayudarlo a identificar los músculos específicos del piso pélvico. Esto puede ayudar a identificar ejercicios para ayudar a fortalecer su piso pélvico y mejorar la función de la vejiga.
Pesario vaginal
Este procedimiento requiere que se coloque un pequeño anillo dentro de su vagina. Apoyará su vejiga y comprimirá su uretra. Su médico le colocará el pesario vaginal del tamaño correcto y le mostrará cómo sacarlo para las limpiezas.
Cirugía
Su médico puede recomendarle una cirugía si otros tratamientos fallan. Los tipos de cirugía incluyen:
Terapia inyectable
Los médicos inyectan un agente de carga en la uretra para engrosar el área y reducir la incontinencia.
Cinta vaginal sin tensión (TVT)
Los médicos colocan una malla alrededor de la uretra para darle soporte.
Cabestrillo vaginal
Los médicos colocan un cabestrillo alrededor de la uretra para brindarle más apoyo.
Reparación vaginal anterior o paravaginal (también llamada reparación de cistocele)
Esta cirugía repara una vejiga que sobresale en el canal vaginal.
Suspensión retropúbica
Esta cirugía mueve la vejiga y la uretra a sus posiciones normales.
¿Puedo curar la incontinencia de esfuerzo?
La incontinencia de esfuerzo es muy común entre las mujeres mayores de 40 años. Los tratamientos disponibles incluyen cambios en el estilo de vida, medicamentos, tratamientos no quirúrgicos y cirugía. Estos tratamientos rara vez curan la incontinencia de esfuerzo. Pero pueden reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.