Dolor en la lengua o la garganta: 5 causas principales y como tratar
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La aparición de llagas en lengua, boca y garganta suele suceder por el uso de algún tipo de medicación, pero también puede ser síntoma de infección por virus o bacterias, por lo que la mejor forma de averiguar la causa correcta es consultar un médico general o gastroenterólogo.
Junto con las heridas, todavía es común desarrollar otros síntomas como dolor y ardor en la boca, especialmente al hablar o comer.
1. Uso de medicamentos
El uso de algunos medicamentos puede provocar una sensación de ardor en la boca como efecto secundario, que suele provocar mucho dolor en la lengua, el paladar, las encías, el interior de las mejillas y la garganta, y puede permanecer durante todo el tratamiento. Además, el uso de drogas, alcohol y tabaco también puede provocar síntomas similares.
Cómo tratar: hay que identificar qué medicamento causa ardor en la boca y en la lengua y hablar con el médico para intentar reemplazarlo. También deben evitarse las bebidas alcohólicas, el tabaco y las drogas.
2. Candidiasis
La candidiasis oral, también conocida como aftas, es una infección causada por un hongo llamado Candida albicans, que puede ocurrir en la boca o la garganta causando síntomas como manchas o placas blancas, dolor de garganta, dificultad para tragar y grietas en las comisuras de la boca. Esta infección se desarrolla con normalidad cuando el sistema inmunológico está bajo, por lo que es muy común en bebés o personas inmunodeprimidas, como las personas con sida, que están en tratamiento contra el cáncer, con diabetes mellitus o ancianos, por ejemplo. Vea cómo identificar esta enfermedad.
Cómo tratar: el tratamiento de la candidiasis bucal se puede realizar con la aplicación de un antimicótico en forma de líquido, crema o gel, como nistatina o miconazol, en la región infectada de la boca. Obtenga más información sobre el tratamiento.
3. Fiebre aftosa
La fiebre aftosa es una enfermedad no contagiosa que causa aftas, ampollas y llagas en la boca más de dos veces al mes. Las aftas aparecen como pequeñas lesiones blancas o amarillentas con un borde rojo, que pueden aparecer en la boca, lengua, áreas internas de las mejillas, labios, encías y garganta. Aprenda a identificar la fiebre aftosa.
Este problema puede surgir por sensibilidad a algún tipo de alimento, deficiencia de vitamina B12, cambios hormonales, estrés o sistema inmunológico debilitado.
Cómo tratar: el tratamiento consiste en aliviar los síntomas de dolor y malestar y promover la cicatrización de las úlceras. Generalmente se utilizan antiinflamatorios como Amlexanox, antibióticos como la minociclina y anestésicos como la benzocaína, así como enjuagues bucales para desinfectar y aliviar el dolor local.
4. Herpes labial
El herpes labial es una infección contagiosa causada por un virus, que provoca la aparición de ampollas o costras en los labios, aunque también pueden desarrollarse debajo de la nariz o el mentón. Algunos de los síntomas que pueden surgir son hinchazón del labio y aparición de úlceras en lengua y boca, que pueden provocar dolor y dificultad para tragar. Las ampollas del herpes labial pueden estallar, permitiendo que los fluidos contaminen otras regiones.
Cómo tratar: esta enfermedad no tiene cura, sin embargo se puede tratar con ungüentos antivirales, como el aciclovir. Vea más opciones de tratamiento para el herpes labial.
5. Leucoplasia
La leucoplasia oral se caracteriza por la aparición de pequeñas placas blancas que crecen en la lengua, que también pueden aparecer en el interior de las mejillas o encías. Estas manchas generalmente no causan síntomas y desaparecen sin tratamiento. Esta condición puede ser causada por deficiencia de vitaminas, mala higiene bucal, restauraciones, coronas o dentaduras postizas mal adaptadas, uso de cigarrillos o infección por VIH o virus de Epstein-Barr. Aunque es poco común, la leucoplasia puede progresar a cáncer oral.
Cómo tratar: el tratamiento consiste en la extirpación del elemento causante de la lesión y si se sospecha cáncer de boca, el médico puede recomendar la extirpación de las células afectadas por las manchas, mediante cirugía menor o crioterapia. Además, el médico también puede recetar medicamentos antivirales, como valaciclovir o fanciclovir, o la aplicación de una solución de resina de podofila y tretinoína, por ejemplo.