5 riesgos principales de inhalar humo de fuego
Contenido
- 1. Quema de las vías respiratorias
- 2. Asfixia
- 3. Envenenamiento por sustancias tóxicas
- 4. Bronquitis / bronquiolitis
- 5. Neumonía
- Quién tiene más riesgo de tener problemas
- Cuando ir al hospital
- Cómo se trata a las víctimas de incendios
Los peligros de inhalar humo de fuego van desde quemaduras en las vías respiratorias hasta el desarrollo de enfermedades respiratorias como bronquiolitis o neumonía.Esto se debe a que la presencia de gases, como el monóxido de carbono, y otras partículas pequeñas son transportadas por el humo a los pulmones, donde causan irritación de los tejidos e inflamación.
Según la cantidad de humo que se haya inhalado y la duración de la exposición, la persona puede pasar de una intoxicación respiratoria relativamente leve a un paro respiratorio en cuestión de minutos. Por ello, lo ideal es mantenerse siempre alejado de cualquier tipo de incendio, no solo por el peligro de llamarlos, así como por la presencia de humo. En caso de que sea necesario permanecer cerca, es importante utilizar material de protección adecuado, como en el caso de los bomberos, por ejemplo.
Vea qué hacer en caso de inhalación de humo de fuego.
Las principales situaciones provocadas por la inhalación de humo de incendios son:
1. Quema de las vías respiratorias
El calor provocado por las llamas puede provocar quemaduras en el interior de la nariz, laringe y faringe, especialmente en personas que se encuentran muy cerca del fuego. Este tipo de quemadura provoca la hinchazón de las vías respiratorias impidiendo el paso del aire. Es suficiente que la persona esté expuesta al humo del fuego durante unos 10 minutos para que se le quemen las vías respiratorias;
2. Asfixia
El fuego consume el oxígeno del aire y, por tanto, la respiración se vuelve cada vez más difícil. Con esto hay una acumulación de CO2 en la sangre y con menos oxígeno llegando a los pulmones la persona se siente débil, se desorienta y se desmaya. Cuanto más tiempo una persona se queda sin oxígeno, mayor es el riesgo de muerte o daño cerebral y de tener secuelas neurológicas permanentes;
3. Envenenamiento por sustancias tóxicas
El humo de un incendio contiene varias partículas diferentes, entre las que se encuentran el cloro, el cianuro y el azufre, que provocan hinchazón de las vías respiratorias, fuga de líquido y, en consecuencia, impiden el paso del aire por los pulmones;
4. Bronquitis / bronquiolitis
La inflamación y la acumulación de líquido dentro de las vías respiratorias pueden impedir el paso del aire. Tanto el calor del humo como las sustancias tóxicas presentes pueden conducir al desarrollo de bronquitis o bronquiolitis, que son situaciones en las que se produce inflamación de las vías respiratorias, impidiendo el intercambio de oxígeno;
5. Neumonía
Con el sistema respiratorio afectado existe una mayor facilidad de entrada y proliferación de virus, hongos o bacterias que pueden conducir al desarrollo de neumonía. Esto puede manifestarse hasta 3 semanas después del incidente.
Quién tiene más riesgo de tener problemas
La exposición al humo conlleva un mayor riesgo de problemas en niños y ancianos, debido a la fragilidad del sistema inmunológico, pero también en personas con enfermedades respiratorias crónicas, como asma y EPOC, o con enfermedades cardíacas.
El riesgo de problemas respiratorios también es mayor cuanto mayor es la concentración de humo en el aire, así como el tiempo de exposición al humo.
La mayoría de las víctimas supervivientes de un incendio se recuperan por completo sin tener problemas respiratorios en el futuro, pero las víctimas que inhalaron una gran cantidad de humo tóxico pueden experimentar dificultad para respirar, tos seca y ronquera durante meses.
Cuando ir al hospital
Las principales señales de alerta que pueden aparecer en las víctimas de un incendio incluyen:
- Tos seca muy fuerte;
- Sibilancia en el pecho;
- Respiración dificultosa;
- Mareos, náuseas o desmayos;
- Boca y yemas de los dedos violáceos o azulados.
Cuando notes alguno de estos síntomas debes acudir al hospital o consultar a un médico, sin tomar ningún medicamento, para evitar que enmascare los síntomas y dificulte el diagnóstico de la situación. La persona debe ser observada y el médico puede ordenar pruebas como radiografías de tórax y gases en sangre arterial para ayudar con el diagnóstico.
Además, cualquier persona que haya estado expuesta al humo de un incendio durante más de 10 minutos sin ningún equipo propio, también debe ir al hospital para observación las 24 horas. Si no hay manifestaciones de signos o síntomas, los médicos pueden dar de alta, pero aún así recomiendan que si hay algún síntoma dentro de los próximos 5 días, la persona debe regresar al hospital para recibir el tratamiento adecuado.
Cómo se trata a las víctimas de incendios
El tratamiento debe realizarse en el hospital y puede realizarse con el uso de toallas humedecidas con suero fisiológico y ungüentos para proteger la piel quemada, pero el cuidado respiratorio es fundamental para garantizar la seguridad de la víctima.
Todas las víctimas necesitan máscaras de oxígeno al 100% para poder respirar mejor. Los médicos pueden vigilar los signos de dificultad respiratoria y evaluar el paso del aire por la nariz, la boca y la garganta, evaluando la necesidad de colocar un tubo dentro de la boca o el cuello de la víctima para que pueda respirar incluso con la ayuda de dispositivos.
Dentro de 4 a 5 días, los tejidos quemados de las vías respiratorias deben comenzar a aflojarse, junto con algo de secreción, y en esta etapa la persona puede necesitar aspiración de las vías respiratorias para evitar asfixiarse con residuos de tejido.