Fiebre del valle: que es, síntomas, transmisión y tratamiento
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La fiebre del valle, también conocida como coccidioidomicosis, es una enfermedad infecciosa causada con mayor frecuencia por el hongo. Coccidioides immitis.
Esta enfermedad es común en personas que tienden a meterse con la tierra, por ejemplo, porque las esporas del hongo están presentes en el suelo y pueden propagarse por el aire, llegando a otras personas.
La inhalación de esporas puede provocar síntomas simples, como fiebre y escalofríos; esta etapa de la enfermedad se denomina fiebre del valle aguda. Sin embargo, si los síntomas no mejoran con el tiempo, puede haber una evolución a la forma más grave de la enfermedad, conocida como fiebre del valle o coccidioidomicosis diseminada, en la que el hongo no se restringe solo al pulmón, sino que puede llegar a otros órganos. y causar síntomas más graves.
Normalmente, la fiebre del valle no requiere un tratamiento específico, ya que sus síntomas mejoran con el tiempo, siendo recomendable solo reposo y abundante líquido. Sin embargo, en los casos más graves, el médico puede recomendar el uso de antifúngicos, que generalmente se utilizan durante un período de 6 a 12 meses.
Síntomas de la fiebre del valle
Los síntomas iniciales de la fiebre del valle no son muy específicos y pueden aparecer entre 1 y 3 semanas después del inicio de la infección. Normalmente los síntomas de la coccidioidomicosis son leves y no requieren tratamiento, que puede ser:
- Fiebre;
- Dolor de pecho;
- Escalofríos;
- Tos, que puede venir con sangre o no;
- Dolor de cabeza;
- Erupciones, que suelen aparecer en las piernas, pero también pueden aparecer en otras zonas del cuerpo.
Los síntomas de la fiebre del valle aguda generalmente se resuelven con el tiempo, pero cuando no lo hacen, hay una progresión a la forma crónica de la enfermedad, en la que los síntomas pueden ser algo debilitantes y pueden ser:
- Fiebre baja;
- Pérdida de apetito;
- Perdida de peso;
- Debilidad;
- Dolor de pecho;
- Formación de nódulos en el pulmón.
La coccidioidomicosis diseminada es la forma más grave de la enfermedad y ocurre cuando el hongo llega a otros órganos, como huesos, hígado, bazo, riñones y cerebro, por ejemplo, provocando síntomas específicos, como la formación de nódulos y úlceras y meningitis, por ejemplo. Es importante que los síntomas de esta forma de la enfermedad se identifiquen lo antes posible para poder iniciar el tratamiento.
Cómo ocurre la transmisión
El hongo puede infectar a las personas a través de sus esporas, que son fácilmente inhaladas por las personas, ya que pueden propagarse fácilmente por el aire, ya que son ligeras. Además, las personas que están en contacto directo con el suelo o en entornos de construcción frecuentes tienen más probabilidades de inhalar las esporas del hongo.
El diagnóstico de fiebre del valle se realiza mediante radiografía de tórax, para valorar cualquier afectación pulmonar que pueda ocasionar el hongo, además de pruebas de laboratorio como hemograma y análisis de esputo para verificar la presencia del hongo. Vea cómo se hace la prueba de esputo.
Como se hace el tratamiento
Dado que los síntomas iniciales de la fiebre del valle son leves y generalmente mejoran con el tiempo, se recomienda descansar y beber muchos líquidos. Sin embargo, si los síntomas empeoran y, en consecuencia, se presentan las formas más graves de la enfermedad (crónica y generalizada), el médico puede indicar el uso de medicamentos antifúngicos, como fluconazol, itraconazol o anfotericina B, según recomendación médica.