Sueño polifásico: que tipos y como hacerlo
Contenido
- ¿Realmente funciona este método?
- ¿Cómo hacer sueño polifásico?
- ¿Qué beneficios se pueden esperar?
- ¿El sueño polifásico es malo para ti?
El sueño polifásico es un patrón de sueño alternativo en el que el tiempo de sueño se divide en varias siestas de unos 20 minutos a lo largo del día, reduciendo el tiempo de descanso a 2 horas diarias, sin causar daños a la salud.
El cansancio que provocan las 8 horas de trabajo incluyendo viajes de ida y vuelta puede comprometer el bienestar, las relaciones interpersonales o incluso las actividades de ocio por falta de tiempo. El sueño polifásico es considerado por algunas personas como una alternativa al sueño monofásico, en el que el sueño ocurre por la noche y de forma inmediata, lo que permite satisfacer la necesidad de sueño y asegurar la productividad durante el día.
¿Realmente funciona este método?
El sueño monofásico, practicado normalmente por todas las personas, pasa por varias fases, comenzando con el sueño ligero, seguido del sueño profundo y finalmente el sueño REM, que se encarga de aprender y consolidar los recuerdos. Este ciclo se repite a lo largo de la noche, cada uno de los cuales puede tardar entre 90 y 110 minutos.
En las personas que adoptan el sueño polifásico, estas fases del sueño parecen acortarse, como estrategia de supervivencia del propio cerebro, siendo posible pasar por la fase REM incluso durante las siestas que duran solo 20 minutos.
Se cree que con tan solo 2 horas diarias se satisfacen todos los patrones de sueño, y se puede lograr un rendimiento aún mejor en relación al sueño monofásico, siendo posible despertar de una siesta de un sueño polifásico completamente renovado, como si se tuviera dormí una noche entera.
¿Cómo hacer sueño polifásico?
El sueño polifásico consiste en dividir la cantidad de tiempo de sueño en varias siestas, que se pueden realizar de diferentes formas:
- Uberman: Este es el método más rígido y también el más conocido, en el que el sueño se divide en 6 siestas equidistantes de 20 minutos cada una. Aunque los intervalos entre siestas deben ser los mismos, este método funciona mejor si no se realiza en horarios estrictos, sino cuando sientes la necesidad de dormir. La siesta no debe exceder los 20 minutos de duración, por lo que no hay riesgo de conciliar el sueño y es más difícil despertar. Sin embargo, es muy difícil de mantener en el estilo de vida de la mayoría de las personas.
- Cada hombre: En este método, la persona duerme un bloque de sueño más largo, de aproximadamente 3 horas, y durante las horas restantes toma 3 siestas de 20 minutos cada una, equidistantes entre sí. Este puede ser un método inicial de adaptación para Uberman, o incluso un método más fácil de adaptarse al estilo de vida actual.
- Dymaxion: En este método, el sueño se divide en bloques de siestas de 30 minutos cada 6 horas.
¿Qué beneficios se pueden esperar?
Se cree que una de las ventajas del sueño polifásico es entrar más rápidamente en la llamada fase REM del sueño, fase fundamental para restaurar las funciones cognitivas y consolidar los recuerdos.
Además, las personas que practican este tipo de sueño también pueden tener más tiempo para realizar otras actividades y minimizar el estrés causado por la presión del tiempo y el cumplimiento de los plazos.
Algunos estudios también reportan un mejor desempeño en relación al sueño monofásico, en el que es posible despertar de una siesta de un sueño polifásico completamente renovado, como si hubiera dormido toda la noche.
¿El sueño polifásico es malo para ti?
No está claro cuáles son los riesgos de este método, y aunque algunos estudios han demostrado que el sueño polifásico no causa daño a la salud, algunos hallazgos recientes sugieren que puede no ser aconsejable permanecer en este patrón de sueño por mucho tiempo.
Para aprovechar el sueño polifásico, se necesita un tiempo de adaptación de unas 2 a 3 semanas, para que se superen los síntomas de falta de sueño y también es necesario que el estilo de vida actual sea compatible con los requerimientos de este método.
Además, dormir poco envejece el cerebro, altera el ritmo circadiano del cuerpo y provoca un aumento de la producción de adrenalina y cortisol, que son hormonas que ayudan a mantener la vigilia, lo que puede aumentar el estrés y la ansiedad y debilitar el sistema inmunológico.