Tratamiento para curar el cáncer de intestino
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El tratamiento del cáncer de intestino se realiza de acuerdo al estadio y gravedad de la enfermedad, ubicación, tamaño y características del tumor, pudiendo estar indicada cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia.
El cáncer de intestino es curable cuando el diagnóstico se realiza en las primeras etapas de la enfermedad y el tratamiento se inicia poco tiempo después, ya que es más fácil evitar la metástasis y controlar el desarrollo del tumor. Sin embargo, cuando el cáncer se identifica en etapas posteriores, se vuelve más difícil lograr una cura, incluso si el tratamiento se lleva a cabo de acuerdo con el consejo médico.
1. Cirugía
La cirugía suele ser el tratamiento de elección para el cáncer de intestino y, por lo general, implica la extirpación de una parte afectada del intestino y una pequeña parte del intestino sano para garantizar que no haya células cancerosas en su lugar.
Cuando el diagnóstico se realiza en las primeras etapas, la cirugía se puede realizar solo extirpando una pequeña porción del intestino; sin embargo, cuando el diagnóstico se realiza en etapas más avanzadas, puede ser necesario que la persona se someta a quimioterapia o radioterapia para reducir la tamaño del tumor y es posible realizar la cirugía. Vea cómo se realiza la cirugía de cáncer de intestino.
La recuperación después de la cirugía de cáncer de intestino lleva tiempo y durante el postoperatorio la persona puede experimentar dolor, cansancio, debilidad, estreñimiento o diarrea y la presencia de sangre en las heces, es importante informar al médico si estos síntomas persisten.
Después de la cirugía, el médico puede recomendar el uso de analgésicos o antiinflamatorios para promover la recuperación y aliviar los síntomas que puedan surgir después de la cirugía, además de antibióticos para prevenir infecciones. Además, según la extensión y la gravedad del cáncer, el médico puede recomendar quimioterapia o radioterapia.
2. Radioterapia
La radioterapia puede estar indicada para reducir el tamaño del tumor, recomendándose antes de la cirugía. Además, también puede estar indicado para controlar los síntomas y prevenir el desarrollo del tumor. Así, la radioterapia se puede aplicar de diferentes formas:
- Externo: la radiación proviene de una máquina, por lo que el paciente debe acudir al hospital para recibir tratamiento, unos días a la semana, según la indicación.
- Interno: la radiación proviene de un implante que contiene el material radioactivo colocado junto al tumor y, según el tipo, el paciente debe permanecer en el hospital unos días para recibir tratamiento.
Los efectos secundarios de la radioterapia son generalmente menos agresivos que los de la quimioterapia, pero incluyen irritación de la piel en el área tratada, náuseas, fatiga e irritación en el recto y la vejiga. Estos efectos tienden a remitir al final del tratamiento, pero la irritación del recto y la vejiga puede persistir durante meses.
3. Quimioterapia
Al igual que la radioterapia, la quimioterapia se puede utilizar antes de la cirugía para disminuir el tamaño del tumor o como una forma de controlar los síntomas y el desarrollo del tumor, sin embargo, esta terapia también se puede realizar después de la cirugía para eliminar las células carcinógenas que no han sido completamente eliminado.
Por tanto, los principales tipos de quimioterapia utilizados en el cáncer de intestino pueden ser:
- Adyuvante: se realiza después de la cirugía para destruir las células cancerosas que no se eliminaron en la cirugía;
- Neoadyuvante: se utiliza antes de la cirugía para encoger el tumor y facilitar su extirpación;
- Para el cáncer avanzado: se usa para disminuir el tamaño del tumor y aliviar los síntomas causados por metástasis.
Algunos ejemplos de medicamentos utilizados en quimioterapia son capecitabina, 5-FU e irinotecán, que pueden administrarse mediante inyección o en forma de comprimidos. Los principales efectos secundarios de la quimioterapia pueden ser la caída del cabello, vómitos, pérdida de apetito y diarrea recurrente.
4. Inmunoterapia
La inmunoterapia usa ciertos anticuerpos que se inyectan en el cuerpo para identificar y atacar las células cancerosas, previniendo el crecimiento del tumor y las posibilidades de metástasis. Estos medicamentos no afectan las células normales, reduciendo así los efectos secundarios. Los fármacos más utilizados en inmunoterapia son Bevacizumab, Cetuximab o Panitumumab.
Los efectos secundarios de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer de intestino pueden ser erupción cutánea, dolor de estómago, diarrea, sangrado, sensibilidad a la luz o problemas respiratorios.