Diabetes gestacional: cuidados personales

La diabetes gestacional es un nivel alto de azúcar en sangre (glucosa) que comienza durante el embarazo. Si le han diagnosticado diabetes gestacional, aprenda a controlar su nivel de azúcar en la sangre para que usted y su bebé se mantengan sanos.

La insulina es una hormona producida en un órgano llamado páncreas. El páncreas está debajo y detrás del estómago. La insulina es necesaria para mover el azúcar en sangre a las células del cuerpo. Dentro de las células, la glucosa se almacena y luego se usa como energía. Las hormonas del embarazo pueden impedir que la insulina haga su trabajo. Cuando esto sucede, el nivel de glucosa puede aumentar en la sangre de una mujer embarazada.

Con diabetes gestacional:

• En muchos casos no hay síntomas.
• Los síntomas leves pueden incluir aumento de la sed o temblores. Por lo general, estos síntomas no ponen en peligro la vida de la mujer embarazada.
• Una mujer puede dar a luz a un bebé grande. Esto puede aumentar la posibilidad de problemas con el parto.
• Una mujer tiene un mayor riesgo de hipertensión arterial durante el embarazo.

Quedar embarazada cuando se encuentra en su peso corporal ideal puede ayudar a reducir sus probabilidades de desarrollar diabetes gestacional. Si tiene sobrepeso, intente bajar de peso antes del embarazo.

Si desarrolla diabetes gestacional:

• Una dieta saludable puede mantener su nivel de azúcar en sangre controlado y evitar que necesite medicamentos. Una alimentación saludable también puede evitar que suba demasiado de peso durante el embarazo. Demasiado aumento de peso puede aumentar su riesgo de diabetes gestacional.
• Su médico, enfermera o dietista creará una dieta solo para usted. Su proveedor de atención médica puede pedirle que lleve un registro de lo que come.
• El ejercicio le ayudará a mantener su nivel de azúcar en sangre bajo control. Una actividad de bajo impacto como caminar es un tipo de ejercicio seguro y eficaz. Intente caminar de 1 a 2 millas (de 1,6 a 3,2 kilómetros) a la vez, 3 o más veces por semana. Nadar o usar una máquina elíptica funciona igual de bien. Pregúntele a su proveedor qué tipo de ejercicio y cuánto es mejor para usted.
• Si el cambio de dieta y el ejercicio no controlan su nivel de azúcar en sangre, es posible que necesite medicamentos orales (tomados por vía oral) o terapia de insulina (inyecciones).

Las mujeres que siguen su plan de tratamiento y mantienen su nivel de azúcar en sangre normal o cercano a lo normal durante el embarazo deben tener un buen resultado.

El nivel de azúcar en sangre demasiado alto aumenta los riesgos de:

• Nacimiento de un niño muerto
• Bebé muy pequeño (restricción del crecimiento fetal) o bebé muy grande (macrosomía)
• Trabajo de parto difícil o parto por cesárea (cesárea)
• Problemas con el azúcar en sangre o los electrolitos en el bebé durante los primeros días después del parto.

Puede ver qué tan bien le está yendo midiendo su nivel de azúcar en sangre en casa. Su proveedor puede pedirle que controle su nivel de azúcar en sangre varias veces al día.

La forma más común de comprobarlo es pincharse el dedo y extraer una gota de sangre. Luego, coloca la gota de sangre en un monitor (máquina de prueba) que mide su glucosa en sangre. Si el resultado es demasiado alto o demasiado bajo, deberá controlar de cerca su nivel de azúcar en sangre.

Sus proveedores harán un seguimiento de su nivel de azúcar en sangre con usted. Asegúrese de saber cuál debe ser su nivel de azúcar en sangre.

Controlar su nivel de azúcar en sangre puede parecer mucho trabajo. Pero muchas mujeres están motivadas por su deseo de asegurarse de que tanto ellas como su bebé tengan el mejor resultado posible.

Su proveedor los controlará de cerca tanto a usted como a su bebé durante el embarazo. Esto incluirá:

• Visitas con su proveedor todas las semanas
• Ultrasonidos que muestran el tamaño de su bebé
• Una prueba sin estrés que muestra si su bebé está bien

Si necesita insulina o medicamentos orales para controlar su nivel de azúcar en la sangre, es posible que deba inducirle el trabajo de parto 1 o 2 semanas antes de la fecha prevista para el parto.

Las mujeres con diabetes gestacional deben ser vigiladas de cerca después de dar a luz. También deben continuar examinándose en futuras citas clínicas para detectar signos de diabetes.

Los niveles altos de azúcar en sangre a menudo vuelven a la normalidad después del parto. Aún así, muchas mujeres con diabetes gestacional desarrollan diabetes dentro de los 5 a 10 años posteriores al parto. El riesgo es mayor en mujeres obesas.

Llame a su proveedor para los siguientes problemas relacionados con la diabetes:

• Su bebé parece moverse menos en su vientre
• Tienes visión borrosa
• Tienes más sed de lo normal
• Tiene náuseas y vómitos que no desaparecen.

Es normal sentirse estresada o deprimida por estar embarazada y tener diabetes. Pero, si estas emociones lo abruman, llame a su proveedor. Su equipo de atención médica está ahí para ayudarlo.

Embarazo: diabetes gestacional; Atención prenatal: diabetes gestacional

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