Embarazo y herpes

Los bebés recién nacidos pueden infectarse con el virus del herpes durante el embarazo, el trabajo de parto o el parto, o después del nacimiento.

Los bebés recién nacidos pueden infectarse con el virus del herpes:

• En el útero (esto es inusual)
• Pasando por el canal del parto (herpes adquirido al nacer, el método de infección más común)
• Inmediatamente después del nacimiento (posparto) por haber sido besado o por tener otro contacto con alguien que tiene llagas en la boca por herpes

Si la madre tiene un brote activo de herpes genital en el momento del parto, es más probable que el bebé se infecte durante el parto. Es posible que algunas madres no sepan que tienen llagas de herpes dentro de la vagina.

Algunas mujeres han tenido infecciones de herpes en el pasado, pero no lo saben y pueden transmitir el virus a su bebé.

El herpes tipo 2 (herpes genital) es la causa más común de infección por herpes en bebés recién nacidos. Pero también puede ocurrir herpes tipo 1 (herpes oral).

El herpes solo puede aparecer como una infección de la piel. Pueden aparecer pequeñas ampollas (vesículas) llenas de líquido. Estas ampollas se rompen, forman costras y finalmente sanan. Puede quedar una cicatriz leve.

La infección por herpes también puede diseminarse por todo el cuerpo. A esto se le llama herpes diseminado. En este tipo, el virus del herpes puede afectar muchas partes del cuerpo.

• La infección por herpes en el cerebro se llama encefalitis por herpes.
• El hígado, los pulmones y los riñones también pueden estar afectados.
• Puede haber o no ampollas en la piel.

Los bebés recién nacidos con herpes que se ha diseminado al cerebro u otras partes del cuerpo a menudo están muy enfermos. Los síntomas incluyen:

• Llagas en la piel, ampollas llenas de líquido.
• Sangra con facilidad
• Dificultades para respirar, como respiración rápida y breves períodos sin respirar, que pueden provocar que las fosas nasales se dilaten, gruñidos o una apariencia azul
• Piel amarilla y blanco de los ojos.
• Debilidad
• Baja temperatura corporal (hipotermia)
• Mala alimentación
• Convulsiones, shock o coma

El herpes que se contrae poco después del nacimiento tiene síntomas similares a los del herpes adquirido al nacer.

El herpes que el bebé recibe en el útero puede causar:

• Enfermedad ocular, como inflamación de la retina (coriorretinitis)
• Daño cerebral severo
• Llagas en la piel (lesiones)

Las pruebas para el herpes adquirido al nacer incluyen:

• Comprobación del virus raspando la vesícula o el cultivo de vesículas
• Electroencefalograma
• Resonancia magnética de la cabeza
• Cultivo de líquido cefalorraquídeo

Las pruebas adicionales que se pueden realizar si el bebé está muy enfermo incluyen:

• Análisis de gases en sangre
• Estudios de coagulación (PT, PTT)
• Hemograma completo
• Medidas de electrolitos
• Pruebas de función hepática.

Es importante que le informe a su proveedor de atención médica en su primera visita prenatal si tiene antecedentes de herpes genital.

• Si tiene brotes frecuentes de herpes, se le dará un medicamento para que lo tome durante el último mes de embarazo para tratar el virus. Esto ayuda a prevenir un brote en el momento del parto.
• Se recomienda la cesárea para las mujeres embarazadas que tienen una nueva úlcera de herpes y están en trabajo de parto.

La infección por el virus del herpes en los bebés generalmente se trata con medicamentos antivirales administrados por vía intravenosa. Es posible que el bebé deba tomar el medicamento durante varias semanas.

También puede ser necesario un tratamiento para los efectos de la infección por herpes, como shock o convulsiones. Debido a que estos bebés están muy enfermos, el tratamiento a menudo se realiza en la unidad de cuidados intensivos del hospital.

Los bebés con herpes sistémico o encefalitis a menudo evolucionan mal. Esto es a pesar de los medicamentos antivirales y el tratamiento temprano.

En los bebés con enfermedades de la piel, las vesículas pueden volver a aparecer, incluso después de finalizar el tratamiento.

Los niños afectados pueden tener retrasos en el desarrollo y problemas de aprendizaje.

Si su bebé tiene algún síntoma de herpes adquirido al nacer, incluidas ampollas en la piel sin otros síntomas, haga que el proveedor vea al bebé de inmediato.

Practicar sexo seguro puede ayudar a prevenir que la madre contraiga herpes genital.

Las personas con herpes labial (herpes oral) no deben entrar en contacto con bebés recién nacidos. Para prevenir la transmisión del virus, los cuidadores que tienen un herpes labial deben usar una máscara y lavarse las manos cuidadosamente antes de entrar en contacto con un bebé.

Las madres deben hablar con sus proveedores sobre la mejor manera de minimizar el riesgo de transmitir el herpes a su bebé.

HSV; Herpes congénito; Herpes - congénito; Herpes adquirido al nacer; Herpes durante el embarazo

• Herpes congénito

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