Tumor de la fosa posterior
El tumor de la fosa posterior es un tipo de tumor cerebral que se encuentra en la parte inferior del cráneo o cerca de ella.
La fosa posterior es un pequeño espacio en el cráneo, que se encuentra cerca del tronco encefálico y el cerebelo. El cerebelo es la parte del cerebro responsable del equilibrio y los movimientos coordinados. El tronco encefálico es responsable de controlar las funciones vitales del cuerpo, como la respiración.
Si un tumor crece en el área de la fosa posterior, puede bloquear el flujo de líquido cefalorraquídeo y aumentar la presión sobre el cerebro y la médula espinal.
La mayoría de los tumores de la fosa posterior son cánceres cerebrales primarios. Comienzan en el cerebro, en lugar de extenderse desde otra parte del cuerpo.
Los tumores de la fosa posterior no tienen causas ni factores de riesgo conocidos.
Los síntomas ocurren muy temprano con los tumores de la fosa posterior y pueden incluir:
- Somnolencia
- Dolor de cabeza
- Desequilibrio
- Náusea
- Caminata descoordinada (ataxia)
- Vómitos
Los síntomas de los tumores de la fosa posterior también ocurren cuando el tumor daña estructuras locales, como los nervios craneales. Los síntomas del daño de los nervios craneales incluyen:
- Pupilas dilatadas
- Problemas de los ojos
- Debilidad de los músculos de la cara
- Pérdida de la audición
- Pérdida de sensibilidad en parte de la cara.
- Problemas de gusto
- Inestabilidad al caminar
- Problemas de la vista
El diagnóstico se basa en una historia clínica y un examen físico completos, seguidos de pruebas por imágenes. La mejor manera de observar la fosa posterior es con una resonancia magnética. Las tomografías computarizadas no son útiles para ver esa área del cerebro en la mayoría de los casos.
Se pueden usar los siguientes procedimientos para extraer un trozo de tejido del tumor para ayudar con el diagnóstico:
- Cirugía cerebral abierta, llamada craneotomía posterior
- Biopsia estereotáctica
La mayoría de los tumores de la fosa posterior se extirpan mediante cirugía, incluso si no son cancerosos. Hay un espacio limitado en la fosa posterior y el tumor puede presionar fácilmente estructuras delicadas si crece.
Dependiendo del tipo y tamaño del tumor, también se puede usar radioterapia después de la cirugía.
Puede aliviar el estrés de la enfermedad uniéndose a un grupo de apoyo cuyos miembros comparten experiencias y problemas comunes.
Un buen pronóstico depende de la detección temprana del cáncer. Un bloqueo total en el flujo de líquido cefalorraquídeo puede poner en peligro la vida. Si los tumores se detectan temprano, la cirugía puede conducir a una supervivencia a largo plazo.
Las complicaciones pueden incluir:
- Parálisis de pares craneales
- Hernia
- Hidrocefalia
- Aumento de la presión intracraneal
Llame a su proveedor de atención médica si tiene dolores de cabeza regulares que se presentan con náuseas, vómitos o cambios en la vista.
Tumores cerebrales infratentoriales; Glioma del tronco encefálico; Tumor cerebeloso
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