Velocidad de conducción nerviosa
La velocidad de conducción nerviosa (NCV) es una prueba para ver qué tan rápido se mueven las señales eléctricas a través de un nervio. Esta prueba se realiza junto con una electromiografía (EMG) para evaluar los músculos en busca de anomalías.
Se colocan parches adhesivos llamados electrodos de superficie en la piel sobre los nervios en diferentes puntos. Cada parche emite un impulso eléctrico muy leve. Esto estimula el nervio.
Los otros electrodos registran la actividad eléctrica resultante del nervio. La distancia entre los electrodos y el tiempo que tardan los impulsos eléctricos en viajar entre los electrodos se utilizan para medir la velocidad de las señales nerviosas.
EMG es el registro de agujas colocadas en los músculos. A menudo, esto se realiza al mismo tiempo que esta prueba.
Debe mantener una temperatura corporal normal. Tener demasiado frío o demasiado calor altera la conducción nerviosa y puede dar resultados falsos.
Informe a su médico si tiene un desfibrilador cardíaco o marcapasos. Deberá tomar medidas especiales antes de la prueba si tiene uno de estos dispositivos.
No use lociones, bloqueadores solares, perfumes ni humectantes en su cuerpo el día de la prueba.
El impulso puede sentirse como una descarga eléctrica. Es posible que sienta cierta incomodidad dependiendo de la fuerza del impulso. No debe sentir dolor una vez finalizada la prueba.
A menudo, la prueba de conducción nerviosa va seguida de una electromiografía (EMG). En esta prueba, se coloca una aguja en un músculo y se le indica que lo contraiga. Este proceso puede resultar incómodo durante la prueba. Es posible que tenga dolor muscular o hematomas después de la prueba en el lugar donde se insertó la aguja.
Esta prueba se usa para diagnosticar daño o destrucción de los nervios. La prueba a veces se puede usar para evaluar enfermedades de nervios o músculos, que incluyen:
- Miopatía
- Síndrome de Lambert-Eaton
- Miastenia gravis
- Síndrome del túnel carpiano
- Síndrome del túnel tarsal
- Neuropatía diabética
- Parálisis de Bell
- Síndorme de Guillain-Barré
- Plexopatía braquial
La NCV está relacionada con el diámetro del nervio y el grado de mielinización (la presencia de una vaina de mielina en el axón) del nervio. Los recién nacidos tienen valores que son aproximadamente la mitad que los de los adultos. Los valores adultos se alcanzan normalmente a los 3 o 4 años.
Nota: Los rangos de valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Hable con su proveedor de atención médica sobre el significado de los resultados específicos de su prueba.
La mayoría de las veces, los resultados anormales se deben a daño o destrucción de los nervios, que incluyen:
- Axonopatía (daño a la porción larga de la célula nerviosa)
- Bloqueo de conducción (el impulso se bloquea en algún lugar a lo largo de la vía nerviosa)
- Desmielinización (daño y pérdida del aislamiento graso que rodea la célula nerviosa)
El daño o destrucción del nervio puede deberse a muchas afecciones diferentes, que incluyen:
- Neuropatía alcohólica
- Neuropatía diabética
- Efectos nerviosos de la uremia (por insuficiencia renal)
- Lesión traumática de un nervio
- Síndorme de Guillain-Barré
- Difteria
- Síndrome del túnel carpiano
- Plexopatía braquial
- Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (hereditaria)
- Polineuropatía inflamatoria crónica
- Disfunción común del nervio peroneo
- Disfunción del nervio mediano distal
- Disfunción del nervio femoral
- Ataxia de Friedreich
- Paresia general
- Mononeuritis múltiple (mononeuropatías múltiples)
- Amiloidosis primaria
- Disfunción del nervio radial
- Disfunción del nervio ciático
- Amiloidosis sistémica secundaria
- Polineuropatía sensitivomotora
- Disfunción del nervio tibial
- Disfunción del nervio cubital
Cualquier neuropatía periférica puede provocar resultados anormales. El daño a la médula espinal y la hernia de disco (núcleo pulposo herniado) con compresión de la raíz nerviosa también pueden causar resultados anormales.
Una prueba de NCV muestra el estado de las mejores fibras nerviosas supervivientes. Por lo tanto, en algunos casos los resultados pueden ser normales, incluso si hay daño en los nervios.
SIN VALOR COMERCIAL
- Prueba de conducción nerviosa
Deluca GC, Griggs RC. Abordaje del paciente con enfermedad neurológica. En: Goldman L, Schafer AI, eds. Medicina Goldman-Cecil. 26ª ed. Filadelfia, PA: Elsevier; 2020: capítulo 368.
Nuwer MR, Pouratian N. Monitorización de la función neural: electromiografía, conducción nerviosa y potenciales evocados. En: Winn HR, ed. Cirugía neurológica de Youmans y Winn. 7ª ed. Filadelfia, PA: Elsevier; 2017: capítulo 247.