Aumento de peso y nutrición neonatal
Los bebés prematuros necesitan recibir una buena nutrición para que crezcan a un ritmo cercano al de los bebés que todavía están dentro del útero.
Los bebés nacidos con menos de 37 semanas de gestación (prematuros) tienen diferentes necesidades nutricionales que los bebés nacidos a término (después de las 38 semanas).
Los bebés prematuros a menudo permanecerán en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Se les vigila de cerca para asegurarse de que estén recibiendo el equilibrio adecuado de líquidos y nutrición.
Las incubadoras o calentadores especiales ayudan a los bebés a mantener la temperatura corporal. Esto reduce la energía que los bebés tienen que usar para mantenerse calientes. También se usa aire húmedo para ayudarlos a mantener la temperatura corporal y evitar la pérdida de líquidos.
PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN
Los bebés que nacen antes de las 34 a 37 semanas a menudo tienen problemas para alimentarse con biberón o pecho. Esto se debe a que aún no son lo suficientemente maduros para coordinar la succión, la respiración y la deglución.
Otras enfermedades también pueden interferir con la capacidad del recién nacido para alimentarse por vía oral. Algunos de estos incluyen:
- Problemas respiratorios
- Niveles bajos de oxígeno
- Problemas de circulacion
- Infección de sangre
Los bebés recién nacidos que son muy pequeños o están enfermos pueden necesitar nutrición y líquidos a través de una vena (IV).
A medida que se fortalecen, pueden comenzar a obtener leche o fórmula a través de un tubo que llega al estómago a través de la nariz o la boca. A esto se le llama alimentación por sonda. La cantidad de leche o fórmula aumenta muy lentamente, especialmente para bebés muy prematuros. Esto reduce el riesgo de una infección intestinal llamada enterocolitis necrotizante (ECN). Los bebés que se alimentan con leche materna tienen menos probabilidades de desarrollar ECN.
Los bebés que son menos prematuros (nacidos después de las 34 a 37 semanas de gestación) a menudo pueden ser alimentados con un biberón o con el pecho de la madre. Los bebés prematuros pueden tener más facilidad con la lactancia materna que con la alimentación con biberón al principio. Esto se debe a que el flujo de una botella es más difícil de controlar para ellos y pueden ahogarse o dejar de respirar. Sin embargo, también pueden tener problemas para mantener la succión adecuada en el pecho para obtener suficiente leche para satisfacer sus necesidades. Por esta razón, incluso los bebés prematuros mayores pueden necesitar alimentación por sonda en algunos casos.
NECESIDADES NUTRICIONALES
Los bebés prematuros tienen más dificultades para mantener el equilibrio hídrico adecuado en sus cuerpos. Estos bebés pueden deshidratarse o sobrehidratarse. Esto es especialmente cierto para los bebés muy prematuros.
- Los bebés prematuros pueden perder más agua a través de la piel o el tracto respiratorio que los bebés nacidos a término.
- Los riñones de un bebé prematuro no han crecido lo suficiente para controlar los niveles de agua en el cuerpo.
- El equipo de la UCIN realiza un seguimiento de la cantidad de orina de los bebés prematuros (pesando sus pañales) para asegurarse de que la ingesta de líquidos y la producción de orina estén equilibradas.
- También se realizan análisis de sangre para controlar los niveles de electrolitos.
La leche materna de la propia madre del bebé es la mejor para los bebés prematuros y con muy bajo peso al nacer.
- La leche materna puede proteger a los bebés contra las infecciones y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), así como contra la ECN.
- Muchas UCIN darán leche de donantes de un banco de leche a bebés de alto riesgo que no pueden obtener suficiente leche de su propia madre.
- También se pueden utilizar fórmulas especiales para prematuros. Estas fórmulas tienen más calcio y proteínas para satisfacer las necesidades especiales de crecimiento de los bebés prematuros.
- Los bebés prematuros mayores (de 34 a 36 semanas de gestación) pueden cambiarse a fórmula regular o fórmula de transición.
Los bebés prematuros no han estado en el útero el tiempo suficiente para almacenar los nutrientes que necesitan y, por lo general, deben tomar algunos suplementos.
- Los bebés que reciben leche materna pueden necesitar un suplemento llamado fortificante de la leche materna mezclado con su alimentación. Esto les proporciona proteínas, calorías, hierro, calcio y vitaminas adicionales. Es posible que los bebés alimentados con fórmula deban tomar suplementos de ciertos nutrientes, incluidas las vitaminas A, C y D, y el ácido fólico.
- Algunos bebés deberán seguir tomando suplementos nutricionales después de que salgan del hospital. Para los bebés que amamantan, esto puede significar uno o dos biberones de leche materna fortificada por día, así como suplementos de hierro y vitamina D. Algunos bebés necesitarán más suplementos que otros. Esto puede incluir a los bebés que no pueden ingerir un volumen suficiente de leche a través de la lactancia para obtener las calorías que necesitan para crecer bien.
- Después de cada toma, los bebés deben parecer satisfechos. Deben tener de 8 a 10 tomas y al menos de 6 a 8 pañales mojados cada día. Las heces líquidas o con sangre o los vómitos regulares pueden indicar un problema.
AUMENTO DE PESO
El aumento de peso se controla de cerca para todos los bebés. Los bebés prematuros con crecimiento lento parecen tener un desarrollo más retrasado en los estudios de investigación.
- En la UCIN, los bebés se pesan todos los días.
- Es normal que los bebés pierdan peso durante los primeros días de vida. La mayor parte de esta pérdida es el peso del agua.
- La mayoría de los bebés prematuros deben comenzar a aumentar de peso a los pocos días de nacer.
El aumento de peso deseado depende del tamaño y la edad gestacional del bebé. Es posible que los bebés más enfermos deban recibir más calorías para crecer al ritmo deseado.
- Puede ser tan solo de 5 gramos al día para un bebé pequeño a las 24 semanas, o de 20 a 30 gramos al día para un bebé más grande a las 33 semanas o más.
- En general, un bebé debe aumentar aproximadamente un cuarto de onza (30 gramos) cada día por cada libra (1/2 kilogramo) que pesa. (Esto equivale a 15 gramos por kilogramo por día. Es la tasa promedio a la que crece un feto durante el tercer trimestre).
Los bebés prematuros no salen del hospital hasta que aumentan de peso de manera constante y en una cuna abierta en lugar de una incubadora. Algunos hospitales tienen una regla sobre cuánto debe pesar el bebé antes de irse a casa, pero esto es cada vez menos común. En general, los bebés pesan al menos 4 libras (2 kilogramos) antes de que estén listos para salir de la incubadora.
Nutrición del recién nacido; Necesidades nutricionales: bebés prematuros
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