¿Qué es el absceso hepático?
Contenido
- Cuales son los signos y síntomas
- Posibles Causas
- Absceso hepático amebiano
- Cual es el diagnostico
- Como se hace el tratamiento
El hígado es el órgano más susceptible a la formación de abscesos, que pueden ser solitarios o múltiples, y que pueden surgir debido a la propagación de bacterias a través de la sangre o la propagación local de puntos de infección en la cavidad peritoneal, cerca del hígado. como es el caso de la apendicitis, enfermedades asociadas al tracto biliar o pileflebitis, por ejemplo.
Además, el absceso hepático es una patología que también puede ser causada por protozoos, conocidos como absceso hepático amebiano.
El tratamiento depende del organismo que sea el origen de la infección pero suele consistir en la administración de antibióticos, drenaje del absceso o en casos más graves, se puede recomendar recurrir a la cirugía.
Cuales son los signos y síntomas
Los signos y síntomas que suelen presentarse en personas que tienen un absceso hepático son fiebre y en algunas personas, especialmente aquellas con enfermedad asociada al tracto biliar, pueden presentar signos y síntomas localizados en el cuadrante superior derecho, como dolor abdominal.
Además, también pueden aparecer escalofríos, anorexia, pérdida de peso, náuseas y vómitos.
Sin embargo, solo alrededor de la mitad de las personas con abscesos hepáticos presentan agrandamiento del hígado, dolor a la palpación del cuadrante superior derecho o ictericia, es decir, muchas personas no presentan síntomas que dirijan la atención al hígado. La fiebre de origen desconocido puede ser la única manifestación de un absceso hepático, especialmente en los ancianos.
Posibles Causas
Los abscesos hepáticos pueden ser causados por diferentes microorganismos, como bacterias o incluso hongos, que pueden surgir por la diseminación de bacterias a través de la sangre o por la diseminación local de puntos de infección en la cavidad peritoneal, cerca del hígado, como es el caso de la apendicitis. , enfermedades asociadas al tracto biliar o pileflebitis, por ejemplo. Obtenga más información sobre la apendicitis y cómo puede identificarla.
Además, los abscesos hepáticos también pueden ser amebianos:
Absceso hepático amebiano
El absceso hepático amebiano es una infección del hígado por protozoos. La enfermedad comienza cuando los protozoosE. histolytica penetrar a través de la mucosa intestinal, atravesar la circulación portal y llegar al hígado. La mayoría de los pacientes con esta enfermedad no presentan signos ni síntomas o la presencia del protozoo en las heces.
La enfermedad puede aparecer de meses a años después de un viaje o residencia en una zona endémica, por lo que es importante conocer la historia cuidadosa del viaje para hacer el diagnóstico. Los síntomas más comunes son dolor en el cuadrante superior derecho, fiebre y sensibilidad hepática.
Los datos de laboratorio más comunes son leucocitosis, fosfatasa alcalina elevada, anemia leve y velocidad de sedimentación globular elevada.
Cual es el diagnostico
El único hallazgo de laboratorio más confiable es un aumento en la concentración sérica de fosfatasa alcalina, que generalmente es alta en personas con absceso hepático. También puede producirse un aumento de bilirrubina y aspartato aminotransferasa en sangre, leucocitosis, anemia e hipoalbuminemia en aproximadamente la mitad de los casos.
Los exámenes de imagen suelen ser los más fiables en el diagnóstico de esta enfermedad, como la ecografía, la tomografía computarizada, la gammagrafía con leucocitos marcados con indio o con galio y resonancia magnética. También se puede tomar una radiografía de tórax.
El diagnóstico de absceso hepático amebiano se basa en la detección por ecografía o tomografía computarizada, de una o más lesiones, que ocupan espacio en el hígado y una prueba serológica positiva para anticuerpos contra antígenos deE. histolytica.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento puede realizarse mediante drenaje percutáneo, con un catéter con orificios laterales colocados. Además, también se pueden utilizar remedios antibióticos específicos para el microorganismo responsable de la infección después de tomar una muestra del absceso. En los casos en que se drena el absceso, se requiere más tiempo de tratamiento con antibióticos.
Si la infección es causada por cándida, el tratamiento suele consistir en la administración de anfotericina, más tratamiento con fluconazol. En algunos casos, solo se puede usar el tratamiento con fluconazol, es decir, en personas clínicamente estables, cuyo microorganismo aislado es susceptible a este remedio.
Para el tratamiento del absceso hepático amebiano, se pueden utilizar medicamentos como nitroimidazol, tinidazol y metronidazol. Hasta ahora, este protozoo no ha mostrado resistencia a ninguno de estos fármacos. Rara vez es necesario el drenaje de los abscesos hepáticos amebianos.