Golpe en el dedo gordo del pie: 6 causas posibles y cómo tratar
Contenido
- 1. espolón óseo
- Tratamiento de espolones óseos
- 2. juanete
- Tratamiento de juanete
- 3. Bursitis
- Tratamiento de la bursitis
- 4. maíz
- Tratamiento de maíz
- 5. Gota
- Tratamiento de gota
- 6. nódulos reumatoides
- Tratamiento de nódulo reumatoide
- La comida para llevar
Un golpe en el dedo gordo suele ir acompañado de dolor. Desea alivio, por lo que quiere saber qué está causando el problema.
Si bien es importante consultar a su médico para obtener un diagnóstico adecuado, aquí hay algunas posibilidades que pueden estar en la raíz de la protuberancia del dedo gordo:
- Espora de hueso
- juanete
- bursitis
- maíz
- gota
- nódulos reumatoides
Siga leyendo para obtener más información sobre estas afecciones y cómo tratarlas.
1. espolón óseo
Un espolón óseo, también conocido como osteofito, es un crecimiento liso de un hueso. Por lo general, lleva mucho tiempo desarrollarse.
La causa más común de espolones óseos es la osteoartritis. Este tipo de artritis es causada por daño articular con el tiempo. Ocurre con mayor frecuencia en adultos mayores.
Aunque los espolones óseos no siempre tienen que tratarse, a veces causan pérdida de movimiento o dolor en una articulación.
Si tiene un espolón óseo en el dedo gordo del pie y está limitando el uso de la articulación o le está causando dolor, hable con su médico sobre las opciones de tratamiento.
Tratamiento de espolones óseos
Su médico puede sugerir analgésicos de venta libre (OTC) como acetaminofén, ibuprofeno o naproxeno. También pueden recomendar cambiarse a zapatos más cómodos o poner inserciones en sus zapatos.
Si estos no mejoran sus síntomas, su médico puede sugerir una inyección de cortisona para aliviar la hinchazón, la rigidez y el dolor. Si el espolón óseo causa dolor intenso o limita la movilidad, su médico puede recomendar la extracción quirúrgica.
2. juanete
Un juanete es una protuberancia ósea en la base del dedo gordo del pie. Los síntomas del juanete incluyen:
- enrojecimiento
- hinchazón
- rigidez
- dolor
Si no se tratan, los juanetes pueden empeorar y hacer que sea incómodo usar zapatos o caminar sin experimentar dolor.
Tratamiento de juanete
El tratamiento inicial para un juanete incluye:
- cambiar a zapatos más grandes
- agregar plantillas para zapatos
- pegar el pie en una posición normal
- tomando analgésicos de venta libre
Si este tratamiento no es efectivo, su médico puede recomendarle una cirugía.
3. Bursitis
Las bolsas son pequeños sacos llenos de líquido ubicados cerca de articulaciones, huesos o tendones. Su propósito es ayudar a reducir la fricción.
Si una bolsa por la articulación del dedo gordo se ha irritado o inflamado por el zapato o por movimientos repetitivos, lo más probable es que tenga bursitis.
La bursitis generalmente mejora por sí sola. Llame a su médico si no mejora en una o dos semanas, el dolor se intensifica o la hinchazón se vuelve excesiva.
Tratamiento de la bursitis
Los pasos iniciales del tratamiento para la bursitis incluyen descansar con los pies elevados y tomar analgésicos de venta libre si es necesario. Su médico también podría sugerirle usar un bastón u otro dispositivo para aliviar la presión mientras está de pie y caminando.
Si su médico diagnostica que su bursitis es causada por una infección, a menudo le recetará un antibiótico. Si es necesario, su médico puede drenar quirúrgicamente su bolsa, pero es poco probable que la retiren.
4. maíz
Un maíz es un área de piel dura y engrosada similar a un callo, aunque generalmente es más pequeña y más dura. También puede ser doloroso.
Los callos son la respuesta de tu cuerpo a la fricción y la presión. No se consideran peligrosos.
Tratamiento de maíz
A menudo, los callos pueden tratarse con almohadillas no medicinales o con zapatos que se ajusten mejor a sus pies. Su médico puede recomendar reducir el tamaño de su maíz frotándolo con una piedra pómez o una toallita mientras se baña.
También pueden sugerir aplicar crema hidratante con lactato de amonio, ácido salicílico o urea.
Cortarse las uñas de los pies puede ayudar tambiénPor lo general, los callos desaparecerán con un tratamiento suave y cuando se elimine la fuente de presión y fricción.
5. Gota
La gota es una forma dolorosa de artritis inflamatoria que a menudo afecta la articulación del dedo gordo. Es causada por demasiado ácido úrico en el cuerpo, que puede cristalizarse y acumularse en las articulaciones. Esto conduce a hinchazón, inflamación, dolor y una sensación de ardor.
A veces, los depósitos de ácido úrico forman depósitos duros debajo de la piel llamados tofos, que aparecen como protuberancias o bultos.
Tratamiento de gota
La gota no se puede curar, pero se puede tratar y manejar con estrategias de autocuidado y medicamentos. Su médico puede recomendarle controlar el dolor con:
- medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como naproxeno o ibuprofeno
- esteroides
- colchicina
Para prevenir los tofos, su médico puede recetar medicamentos como febuxostat o alopurinol.
Su médico también le sugerirá hacer ciertos cambios en el estilo de vida, que incluyen:
- Reducir la ingesta de alimentos ricos en purinas, como la carne roja
- detener el uso de productos de tabaco
- alcohol limitante
- Perder peso
6. nódulos reumatoides
Si tiene artritis reumatoide y nota una protuberancia debajo de la piel cerca de la articulación del dedo gordo, podría ser un nódulo reumatoide.
Para las personas con artritis reumatoide, el desarrollo de bultos debajo de la piel no es inusual. Por lo general, no son dolorosos y ocurren cerca de las articulaciones afectadas por la artritis.
Tratamiento de nódulo reumatoide
Lo más probable es que su médico sugiera no tratar los nódulos reumatoides a menos que causen úlceras o infecciones en la piel.
Para reducir su tamaño, su médico puede recomendar inyecciones de esteroides o ciertos medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME).
En algunos casos, la extirpación quirúrgica puede ser necesaria.
La comida para llevar
Una protuberancia en el dedo gordo del pie puede ser un síntoma de varias afecciones diferentes, como un espolón óseo, un juanete o una bursitis.
Incluso si el golpe no es doloroso, no debes ignorarlo. Consulte a su médico para el diagnóstico y el tratamiento, especialmente si está causando molestias que interfieren con sus actividades diarias o se agrandan o se vuelven más dolorosas con el tiempo.