¿Qué puede causar la osteoartritis?
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La artrosis, conocida como osteoartritis u osteoartritis, es una enfermedad reumática crónica muy común en personas mayores de 65 años, caracterizada por desgaste y, consecuentemente, deformidades y cambios en la función de las articulaciones del cuerpo, frecuentes en las rodillas, columna, manos y caderas.
Aunque sus causas aún no se comprenden del todo, se sabe que la osteoartritis se produce por la asociación de varios factores, los cuales están relacionados con influencias genéticas, edad avanzada, cambios hormonales, trastornos del metabolismo e inflamación, y es más común en personas que hacen esfuerzo repetitivo, sufrió lesiones articulares o que tiene sobrepeso, por ejemplo.
Esta enfermedad provoca dolor en la articulación afectada, además de rigidez y dificultad para mover este lugar, siendo necesario realizar el tratamiento indicado por el médico con medicación, fisioterapia o, en algunos casos, cirugía para aliviar los síntomas, ya que existe no es una cura definitiva. Comprenda qué es la artrosis y cómo afecta al cuerpo.
Que causas
La artrosis surge debido a un desequilibrio en las células que forman la cápsula que forma la articulación, y esto hace que la articulación se encoja y no cumpla correctamente su función de prevenir el contacto entre los huesos. Sin embargo, aún no se comprende completamente por qué ocurre este proceso. Existe la sospecha de que la artrosis tiene causas genéticas, pero existen algunos factores que aumentan el riesgo de que una persona desarrolle osteoartritis, como:
- Antecedentes familiares de artrosis;
- Edad mayor de 60 años;
- Sexo: las mujeres son más propensas que los hombres debido a la disminución de estrógenos, que se produce durante la menopausia;
- Trauma: Fracturas, torsión o golpe directo en la articulación, que pueden ocurrir hace unos meses o años;
- Obesidad: por la sobrecarga que existe en las rodillas cuando hay exceso de peso;
- Uso repetido de la articulación en el trabajo o al practicar actividad física como tener que subir escaleras con frecuencia o cargar objetos pesados en la espalda o la cabeza;
- Flexibilidad articular excesiva, como en el caso de los deportistas de gimnasia rítmica, por ejemplo;
- Práctica de ejercicio físico sin orientación profesional a lo largo de los años.
Cuando estos factores están presentes, se produce un proceso inflamatorio en el sitio, que también afecta a los huesos, músculos y ligamentos de la región, provocando degeneración y destrucción progresiva de la articulación.
Cómo tratar
El tratamiento de la osteoartritis debe ser guiado por un médico de cabecera, reumatólogo o geriatra y puede incluir:
- Uso de medicamentos que alivien síntomas como antiinflamatorios, analgésicos, pomadas, complementos alimenticios o infiltraciones. Conozca cuáles son las opciones de remedios para la osteoartritis;
- Fisioterapia, que se puede realizar con recursos térmicos, dispositivos y ejercicios;
- Cirugía para extirpar parte del tejido comprometido o para reemplazar la articulación con una prótesis, en los casos más graves.
El tratamiento también dependerá de la gravedad de la lesión que tenga el individuo y de sus condiciones de salud. Obtenga más información sobre las principales formas de tratamiento para la osteoartritis.
Complicaciones
Aunque no existe cura para la osteoartritis, es posible controlar los síntomas a través del tratamiento propuesto por el médico con el fin de evitar posibles complicaciones derivadas de la osteoartritis, que incluyen deformidad articular, dolor severo y limitación de movimiento.
Que hacer para evitar
Para evitar la artrosis se recomienda seguir algunas recomendaciones que incluyen mantener el peso ideal, fortalecer la musculatura de los muslos y piernas, evitar el uso repetitivo de las articulaciones, hacer ejercicio de forma regular pero siempre acompañado de un profesional de educación física o fisioterapeuta. La terapia de reemplazo hormonal parece ser una ayuda adicional para ciertas mujeres. También está indicado el consumo regular de alimentos antiinflamatorios, como frutos secos, salmón y sardinas.