Enfermedad de las vacas locas: que es, síntomas y transmisión
Contenido
La enfermedad de las vacas locas en humanos, conocida científicamente como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, puede desarrollarse de tres formas diferentes: la forma esporádica, que es la más común y de causa desconocida, la hereditaria, que se produce por la mutación de un gen, y la forma adquirida , que puede resultar del contacto o ingestión de carne de res contaminada o tejidos contaminados trasplantados.
Esta enfermedad no tiene cura porque es causada por priones, que son proteínas anormales, que se asientan en el cerebro y conducen al desarrollo gradual de lesiones definitivas, provocando síntomas comunes a la demencia que incluyen dificultad para pensar o hablar, por ejemplo.
Si bien la forma de contagio puede ocurrir por la ingestión de carne contaminada, existen otras causas que pueden estar en el origen del problema, como por ejemplo:
- Trasplante de córnea o piel contaminada;
- Uso de instrumentos contaminados en procedimientos quirúrgicos;
- Implantación inadecuada de electrodos cerebrales;
- Inyecciones de hormonas de crecimiento contaminadas.
Sin embargo, estas situaciones son extremadamente raras porque las técnicas modernas reducen en gran medida el riesgo de utilizar tejidos o materiales contaminados, no solo por la enfermedad de las vacas locas, sino también por otras enfermedades graves como el sida o el tétanos, por ejemplo.
También hay registros de personas que se infectaron con esta enfermedad después de recibir una transfusión de sangre en la década de 1980 y es por eso que todas las personas que alguna vez han recibido sangre en algún momento de su vida no pueden donar sangre, porque pueden haber estado contaminadas, aunque nunca manifestaron síntomas.
Principales síntomas y cómo identificarlos
Uno de los primeros síntomas que se manifiesta con esta enfermedad es la pérdida de memoria. Además, también es común para:
- Dificultad para hablar;
- Pérdida de la capacidad de pensar;
- Pérdida de la capacidad para realizar movimientos coordinados;
- Dificultad para caminar;
- Temblores constantes;
- Visión borrosa;
- Insomnio;
- Cambios de personalidad.
Estos síntomas suelen aparecer de 6 a 12 años después de la contaminación y muy a menudo se confunden con la demencia. No existen pruebas específicas que puedan identificar la enfermedad de las vacas locas y el diagnóstico se realiza en base a los síntomas presentados, especialmente cuando hay más casos sospechosos en la misma región.
Además, para excluir otras enfermedades, el médico puede indicar la realización de un electroencefalograma y un análisis del líquido cefalorraquídeo. La única forma de confirmar el diagnóstico es a través de una biopsia o autopsia al cerebro, sin embargo, en el caso de la biopsia, este es un procedimiento que puede suponer un peligro para la persona, debido a la región de la cual es necesario extirpar el muestra, e incluso puede existir el riesgo de obtener un falso negativo.
Posibles complicaciones
El desarrollo de la enfermedad es rápido, ya que desde que aparecen los síntomas, la persona muere en un período de 6 meses a un año. Con el desarrollo de la enfermedad, los síntomas empeoran, provocando una pérdida progresiva de capacidades y existe la necesidad de que la persona esté postrada y dependiente para comer y realizar cuidados de higiene.
Aunque estas complicaciones no se pueden evitar, al no existir tratamiento, se recomienda que el paciente vaya acompañado de un psiquiatra, ya que existen remedios que pueden ayudar a retrasar la evolución de la enfermedad.