Comprender por qué la grasa hepática en el embarazo es grave
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La esteatosis hepática aguda durante el embarazo, que es la aparición de grasa en el hígado de la gestante, es una complicación poco frecuente y grave que suele aparecer en el tercer trimestre del embarazo y conlleva un alto riesgo de vida tanto para la madre como para el bebé.
Este problema suele presentarse principalmente en el primer embarazo, pero también puede ocurrir en mujeres que ya han tenido hijos, incluso sin antecedentes de complicaciones en el embarazo anterior.
Síntomas
La esteatosis hepática en el embarazo suele aparecer entre las semanas 28 y 40 de gestación, provocando síntomas iniciales de náuseas, vómitos y malestar general, seguidos de dolor abdominal, cefalea, encías sangrantes y deshidratación.
Después de la primera semana de aparición, aparece el síntoma de ictericia, que es cuando la piel y los ojos se vuelven amarillos. Además, en algunos casos, la mujer embarazada también puede experimentar hipertensión e hinchazón en el cuerpo.
Sin embargo, como todos estos síntomas suelen presentarse en diversas enfermedades, es difícil tener un diagnóstico precoz de la grasa en el hígado, lo que aumenta las posibilidades de agravar el problema.
Diagnóstico
El diagnóstico de esta complicación es difícil y se suele realizar mediante la identificación de síntomas, análisis de sangre y biopsia hepática, que evalúa la presencia de grasa en este órgano.
Sin embargo, cuando no es posible realizar una biopsia debido a la grave salud de la embarazada, exámenes como la ecografía y la tomografía computarizada pueden ayudar a identificar el problema, pero no siempre dan resultados fiables.
Tratamiento
Una vez diagnosticada la esteatosis hepática aguda del embarazo, la mujer debe ser ingresada para iniciar el tratamiento de la enfermedad, que se realiza con la interrupción del embarazo por parto normal o por cesárea, según la gravedad del caso.
Cuando se trata adecuadamente, la mujer mejora entre 6 y 20 días después del parto, pero si el problema no se identifica y trata temprano, complicaciones como pancreatitis aguda, convulsiones, hinchazón en el vientre, edema pulmonar, diabetes insípida, sangrado intestinal o en el abdomen e hipoglucemia.
En los casos más graves, la insuficiencia hepática aguda también puede aparecer antes o después del parto, que es cuando el hígado deja de funcionar, lo que deteriora el funcionamiento de otros órganos y aumenta el riesgo de muerte. En tales casos, puede ser necesario someterse a un trasplante de hígado después del parto, si el órgano sigue sin mostrar mejoría.
Factores de riesgo
La esteatosis hepática puede surgir incluso durante un embarazo saludable, pero algunos factores aumentan el riesgo de desarrollar esta complicación, como:
- Primer embarazo;
- Preeclampsia;
- Feto masculino;
- Embarazo de gemelos.
Es importante que las mujeres embarazadas con estos factores de riesgo estén al tanto de cualquier cambio sentido en el último trimestre del embarazo, además de realizar un cuidado prenatal y un seguimiento adecuado para controlar la preeclampsia.
Además, las mujeres que han tenido esteatosis en el hígado deben ser monitoreadas con más frecuencia en los próximos embarazos, ya que tienen un mayor riesgo de desarrollar nuevamente esta complicación.
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