Cómo se puede realizar la fisioterapia para la artrosis
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La fisioterapia es muy importante en el tratamiento de la artrosis y se debe realizar preferentemente todos los días, con descanso los fines de semana, pero cuando esto no sea posible, se recomienda hacer fisioterapia al menos 3 veces por semana.
Los recursos utilizados por el fisioterapeuta pueden variar según la queja que presente el paciente y sus capacidades y, por tanto, cada persona debe ser valorada personalmente por un fisioterapeuta que le indicará qué necesita cada uno para recuperarse.
Algunas opciones que pueden resultar útiles son:
1. Hielo o calor
Las bolsas de hielo o calor son algunas de las opciones de tratamiento para reducir el dolor y la inflamación. Cuando hay signos inflamatorios, las compresas frías son la mejor opción porque reducen el dolor, la inflamación y los espasmos musculares. La crioterapia se puede aplicar de 3 a 4 veces al día, durante 10 a 15 minutos cada vez. El hielo no debe entrar en contacto directo con la piel y debe envolverse en un paño fino o en hojas de papel de cocina, por ejemplo. Es normal que el área sea un poco blanquecina al principio y la sensación de reducción del dolor se presenta después de unos 7 a 12 minutos.
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2. Electroterapia
El uso de dispositivos como tensión, ultrasonido, onda corta, láser y magnetoterapia puede ser útil, pero no debe usarse todos al mismo tiempo. Puede estar indicada la iontoforesis para facilitar la penetración de los fármacos en el lugar del dolor y el tiempo de aplicación puede variar entre 10 a 45 minutos. La ecografía debe realizarse especialmente después de usar hielo para que tenga más efecto y el magnetrón puede estar indicado en caso de artrosis espinal porque ayuda en la regeneración de los tejidos afectados.
Descubra los principales beneficios de la magnetoterapia.
3. Terapia manual
Las técnicas manuales como masajes y movilizaciones articulares son de gran importancia para mantener las articulaciones correctamente irrigadas y alineadas. Se pueden realizar tanto al inicio como al final de cada sesión, pero nunca después de usar frío. La movilización debe realizarse durante aproximadamente 3 minutos en cada articulación para que el cuerpo se estimule lo suficiente como para producir más líquido sinovial y mantener el espacio intraarticular.
4. Kinesioterapia
La kinesioterapia engloba los ejercicios que se deben realizar cuando hay menos dolor. El fortalecimiento muscular es una parte integral del tratamiento para ayudar a mantener la articulación firme, mejorar el equilibrio y el tono muscular, pero se debe tener cuidado al elegir la fuerza, ya que no se puede forzar demasiado la articulación. La hidroterapia y los ejercicios realizados con pesos de 0,5 y 1 kg son generalmente aceptados por la mayoría de los pacientes, pero inicialmente los ejercicios deben realizarse en el siguiente orden de progresión:
- Sin movimiento, solo con contracción isométrica,
- Con ligera contracción;
- Con resistencia manual;
- Con uso de resistencia elástica;
- Con resistencia con pesas.
Tras el alta, la persona puede realizar otros ejercicios como Pilates Clínicos e Hidroterapia para mantener la fuerza muscular, evitando así la reaparición del dolor provocado por la artrosis.
Además de estos ejercicios, el estiramiento aumenta la flexibilidad y se recomienda en todas las sesiones de fisioterapia.
El tratamiento fisioterapéutico debe realizarse durante 3 a 6 meses, pero si el tratamiento no aporta los beneficios esperados, se recomienda la cirugía para colocar una prótesis en la articulación afectada, requiriendo más sesiones de fisioterapia durante unas semanas después de la cirugía.