Hernia inguinal: síntomas, como es la cirugía y recuperación
Contenido
- Síntomas principales
- Cómo saber si la hernia está encarcelada
- Cirugía de hernia inguinal
- Como es la recuperacion
- Cómo confirmar el diagnóstico
- ¿Qué causa la hernia inguinal?
- Posibles complicaciones
- Cómo prevenir la aparición de una hernia
La hernia inguinal es un bulto que aparece en la zona de la ingle, más frecuente en los hombres, que suele deberse a una parte del intestino que sale por un punto débil de la musculatura abdominal.
Hay 2 tipos principales de hernia inguinal:
- Hernia inguinal directa: es más común en adultos y ancianos, ocurriendo luego de realizar esfuerzos que aumentan la presión en el vientre, como levantar objetos pesados;
- Hernia inguinal indirecta: es más común en bebés y niños, porque ocurre debido a un problema congénito que permite que un trozo de intestino ingrese a la zona de la ingle e incluso al escroto.
En ambos casos, el tratamiento se realiza con cirugía, para devolver el intestino a la ubicación correcta y fortalecer los músculos del abdomen, para que no vuelva a ocurrir.
Síntomas principales
Los síntomas más comunes de la hernia inguinal son:
- Bulto o hinchazón en el área de la ingle;
- Dolor en la ingle o malestar al pararse, agacharse o levantar peso;
- Sensación de pesadez en la ingle.
En los bebés, la hernia puede ser más difícil de identificar porque es posible que no haya una protuberancia en la ingle al cambiar el pañal. Sin embargo, una forma de evaluar la presencia de la hernia es observar la ingle en el momento en que el bebé está llorando o durante la evacuación intestinal o la tos, ya que la presión provocada por estos esfuerzos hace que la hernia sea más visible.
En los hombres, además de los síntomas clásicos de la hernia, también puede haber dolor agudo que se irradia a los testículos.
En casi todos los casos de hernia, el médico puede empujar el intestino hacia el abdomen, aliviando los síntomas, pero la cirugía siempre es necesaria para corregir definitivamente el problema. Cuando la hernia no regresa al interior del abdomen, existe un alto riesgo de encarcelamiento, en el que el intestino queda atrapado y puede ocurrir la muerte del tejido.
Cómo saber si la hernia está encarcelada
Para saber si su intestino está atascado, es importante estar atento a síntomas como:
- Dolor muy intenso en la hernia;
- Vómitos
- Distensión abdominal;
- Ausencia de heces;
- Hinchazón de la región inguinal.
Este tipo de complicación es más frecuente en los bebés, ya que la hernia suele ser difícil de identificar y, por tanto, al no iniciarse el tratamiento a tiempo, la hernia empeora con el tiempo. Por ello, es aconsejable que si existe una sospecha de hernia en el bebé, consulte al pediatra lo antes posible.
Cirugía de hernia inguinal
La cirugía de la hernia inguinal, también conocida como hernioplastia inguinal, es la mejor forma de tratamiento, estando indicada especialmente cuando presenta síntomas. La cirugía se realiza bajo anestesia espinal y dura aproximadamente 2 horas.
Este tipo de cirugía se puede realizar de forma clásica, en la que se hace un corte en la región de la hernia para colocar el intestino en su lugar, o por laparoscopia, donde solo se utilizan 3 pequeños cortes, y se puede colocar una malla sintética. o no, lo que ayuda a fortalecer la musculatura de la zona y prevenir la formación de una nueva hernia. Sin embargo, el tipo de cirugía depende del tipo de hernia y del estado de salud del paciente.
Como es la recuperacion
La recuperación es relativamente rápida, pero como la hernioplastia casi siempre se realiza de forma clásica, suele ser necesario permanecer de 1 a 2 días para garantizar que los signos vitales sean estables y que no surja una infección.
Luego, al regresar a casa es importante tener cuidado, especialmente durante las 2 primeras semanas, como por ejemplo:
- Evite doblar el tronco hasta que la herida esté completamente curada;
- No sostenga más de 2 kg de peso;
- No duerma boca abajo;
- Incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento y el esfuerzo por defecar.
Además, también se aconseja que durante el primer mes se evite hacer esfuerzos y permanecer sentado demasiado tiempo, por lo que no se recomienda conducir.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de hernia generalmente lo realiza el médico solo con la observación de la ubicación. En esta exploración física, es muy común que el médico te pida toser o forzar tu barriga, para identificar si la hernia se vuelve más protuberante, ayudando a identificarla.
Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario realizar otras pruebas de diagnóstico, como una ecografía, para su confirmación.
¿Qué causa la hernia inguinal?
La hernia en la región inguinal ocurre cuando la pared abdominal se debilita, lo que permite que el intestino ejerza presión sobre los músculos y termine saliendo debajo de la piel. Por esta razón, la hernia solo puede ocurrir cuando hay un debilitamiento de los músculos del abdomen, que es más común en personas con:
- Aumento de la presión abdominal, debido a tos crónica o estreñimiento;
- Defectos congénitos en la región abdominal, en el caso de los niños;
- Personas con obesidad e hipertensión
- Fumadores.
Además, la hernia también es mucho más frecuente en niños o ancianos, debido a la fragilidad de la pared abdominal.
Posibles complicaciones
La principal complicación de la hernia ocurre cuando el intestino se adhiere demasiado a la pared abdominal y finalmente pierde el suministro de sangre. Cuando esto sucede, los tejidos intestinales pueden comenzar a morir, provocando fuertes dolores, vómitos, náuseas y dificultad para moverse.
Estos casos generalmente solo ocurren en una hernia no tratada y deben tratarse lo antes posible en el hospital para evitar la muerte total del tejido. Si esto sucede, puede ser necesario someterse a una cirugía para extirpar una parte del intestino.
Además, como consecuencia de la hernia inguinal, puede producirse el desarrollo de una hernia escrotal, en la que la hernia llega al escroto, que es el tejido que rodea y protege el testículo. Por lo tanto, además de la estrangulación intestinal, también puede haber cambios en la producción y almacenamiento de espermatozoides, lo que conduce a la infertilidad. Vea más sobre la hernia escrotal.
Cómo prevenir la aparición de una hernia
No siempre es posible prevenir la aparición de la hernia, sin embargo, existen algunas medidas que pueden disminuir el riesgo, como:
- Ejercicio regular, al menos 3 veces por semana, para mantener los músculos fortalecidos;
- Consuma una dieta rica en verduras y otras fibras., para disminuir las posibilidades de estreñimiento que aumenta la presión abdominal;
- Evite levantar objetos muy pesados, especialmente sin ayuda.
Además, dejar de fumar y mantener un peso corporal ideal también ayuda a reducir la presión en la región abdominal, disminuyendo las posibilidades de una hernia. Vea cómo calcular su peso ideal.