Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
Contenido
Lo que es
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una inflamación crónica del tracto digestivo. Las formas más comunes de EII son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, causando hinchazón que se extiende profundamente en el revestimiento del órgano afectado. Afecta con mayor frecuencia a la parte inferior del intestino delgado. La colitis ulcerosa afecta el colon o el recto, donde se forman llagas llamadas úlceras en la capa superior del revestimiento intestinal.
Síntomas
La mayoría de las personas con EII tienen dolor abdominal y diarrea, que puede ser sanguinolenta.
Otras personas presentan sangrado rectal, fiebre o pérdida de peso. La EII también puede causar problemas en otras partes del cuerpo. Algunas personas desarrollan hinchazón en los ojos, artritis, enfermedad hepática, erupciones cutáneas o cálculos renales. En las personas con enfermedad de Crohn, la hinchazón y el tejido cicatricial pueden engrosar la pared del intestino y crear un bloqueo. Las úlceras pueden hacer un túnel a través de la pared hacia órganos cercanos como la vejiga o la vagina. Los túneles, llamados fístulas, pueden infectarse y pueden necesitar cirugía.
Causas
Nadie sabe con certeza qué causa la EII, pero los investigadores creen que puede ser una respuesta inmune anormal a las bacterias que viven en los intestinos. La herencia puede jugar un papel, porque tiende a ser hereditaria. La EII es más común entre las personas de ascendencia judía. El estrés o la dieta por sí solos no causan la EII, pero ambos pueden desencadenar síntomas. La EII ocurre con mayor frecuencia durante los años reproductivos.
Complicaciones de la EII
Es mejor quedar embarazada cuando su EII no está activa (en remisión). Las mujeres con EII generalmente no tienen más problemas para quedar embarazadas que otras mujeres. Pero si se ha sometido a cierto tipo de cirugía para tratar la EII, es posible que le resulte más difícil quedar embarazada. Además, las mujeres con EII activa tienen más probabilidades de sufrir un aborto espontáneo o tener bebés prematuros o con bajo peso al nacer. Si está embarazada, trabaje en estrecha colaboración con sus médicos durante todo el embarazo para mantener su enfermedad bajo control. Muchos de los medicamentos que se usan para tratar la EII son seguros para el feto en desarrollo.
La EII puede afectar su vida de otras formas. Algunas mujeres con EII sienten malestar o dolor durante las relaciones sexuales. Esto puede ser el resultado de una cirugía o de la enfermedad en sí. La fatiga, la mala imagen corporal o el miedo a expulsar gases o heces también pueden interferir con su vida sexual. Aunque pueda ser vergonzoso, asegúrese de informar a su médico si tiene problemas sexuales. El sexo doloroso podría ser una señal de que su enfermedad está empeorando. Y hablar con su médico, un consejero o un grupo de apoyo puede ayudarlo a encontrar formas de abordar los problemas emocionales.
Prevención y tratamiento
Actualmente, la EII no se puede prevenir. Pero puede hacer algunos cambios en el estilo de vida que pueden aliviar sus síntomas:
- Aprenda qué alimentos desencadenan sus síntomas y evítelos.
- Consuma una dieta nutritiva.
- Trate de reducir el estrés mediante la actividad física, la meditación o el asesoramiento.
Los investigadores están estudiando muchos tratamientos nuevos para la EII. Estos incluyen medicamentos nuevos, suplementos de bacterias "buenas" que ayudan a mantener saludables los intestinos y otras formas de reducir la respuesta inmunitaria del cuerpo.