Leche en polvo: ¿es mala o engorda?

Contenido

• ¿Engorda la leche en polvo?
• ¿Es mala la leche en polvo?

Generalmente, la leche en polvo tiene la misma composición que la leche equivalente, que puede ser desnatada, semidesnatada o entera, pero de la que se ha eliminado el agua mediante un proceso industrial.

La leche en polvo tiene mayor durabilidad que la leche líquida y puede durar un mes incluso después de abrirse, mientras que el líquido dura unos 3 días y, aun así, hay que conservarlo en el frigorífico.

No existe gran diferencia entre la leche líquida y la leche en polvo, ya que la composición de ambas es muy similar, salvo por la presencia de agua, aunque en el procesamiento de la leche en polvo, se pueden perder o alterar algunas sustancias.

La leche en polvo, además de estar diluida con agua para consumirla como leche líquida, también es muy utilizada para la elaboración de postres. Conoce los beneficios de la leche.

¿Engorda la leche en polvo?

La leche en polvo, debidamente preparada, engorda lo mismo que la correspondiente leche líquida, es decir, si es leche en polvo semidesnatada, el aporte calórico será similar a otra leche semidesnatada líquida, si es leche entera en polvo. , la cantidad de calorías ingeridas ya será equivalente a una leche líquida entera.

Sin embargo, si la persona hace una dilución incorrecta y pone una mayor cantidad de leche en polvo en el vaso de agua, puede estar consumiendo más calorías y, como consecuencia, engordando con mayor facilidad.

Además, también existen compuestos lácteos que se diferencian de la leche en polvo porque tienen otros ingredientes asociados como azúcar, aceites y minerales y vitaminas, por ejemplo.

¿Es mala la leche en polvo?

Durante el procesamiento de la leche líquida en leche en polvo, el colesterol presente en la leche puede oxidarse, convirtiéndose en un colesterol más peligroso y con mayor tendencia a formar placas de aterosclerosis, siendo un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Entonces, lo mejor es optar por la leche descremada, porque habrá menos colesterol en la composición. Además, la leche en polvo puede tener más aditivos, por lo que se puede conservar más tiempo y, después de diluida en agua, tiene el aspecto de una leche convencional.