Dispositivos de apoyo a la movilidad para EM progresiva secundaria: aparatos ortopédicos, dispositivos para caminar y más
Contenido
- Tirante personalizado
- Dispositivo de estimulación eléctrica funcional
- Bastón, muletas o andador
- Silla de ruedas o scooter
- La comida para llevar
Visión de conjunto
La esclerosis múltiple progresiva secundaria (SPMS) puede causar una variedad de síntomas, que incluyen mareos, fatiga, debilidad muscular, tensión muscular y pérdida de sensibilidad en las extremidades.
Con el tiempo, estos síntomas pueden afectar su capacidad para caminar. Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (NMSS), el 80 por ciento de las personas con EM experimentan dificultades para caminar dentro de los 10 a 15 años de haber desarrollado la afección. Muchos de ellos pueden beneficiarse del uso de un dispositivo de apoyo a la movilidad, como un bastón, un andador o una silla de ruedas.
Puede que sea el momento de considerar el uso de un dispositivo de apoyo a la movilidad si ha estado:
- sentirse inestable en sus pies
- perder el equilibrio, tropezar o caer con frecuencia
- luchando por controlar los movimientos en sus pies o piernas
- sentirse muy cansado después de estar de pie o caminar
- evitar ciertas actividades debido a problemas de movilidad
Un dispositivo de apoyo a la movilidad puede ayudar a prevenir caídas, conservar su energía y aumentar su nivel de actividad. Esto puede ayudarlo a disfrutar de una mejor salud y calidad de vida en general.
Tómese un momento para conocer algunos de los dispositivos de apoyo a la movilidad que pueden ayudarlo a mantenerse en movimiento con SPMS.
Tirante personalizado
Si ha desarrollado debilidad o parálisis en los músculos que levantan el pie, puede desarrollar una condición conocida como pie caído. Esto puede hacer que su pie se caiga o se arrastre al caminar.
Para ayudar a sostener su pie, su médico o terapeuta de rehabilitación puede recomendar un tipo de aparato ortopédico conocido como órtesis de tobillo y pie (AFO). Este aparato ortopédico puede ayudar a mantener el pie y el tobillo en la posición adecuada mientras camina, lo que puede ayudar a evitar tropezones y caídas.
En algunos casos, su médico o terapeuta de rehabilitación puede alentarlo a usar un AFO junto con otros dispositivos de apoyo a la movilidad. Si usa una silla de ruedas, por ejemplo, un AFO puede ayudar a apoyar su pie en el reposapiés.
Dispositivo de estimulación eléctrica funcional
Si ha desarrollado pie caído, su médico o terapeuta de rehabilitación puede recomendarle que pruebe la estimulación eléctrica funcional (FES).
En este enfoque de tratamiento, se coloca un dispositivo liviano en la pierna debajo de la rodilla. El dispositivo envía impulsos eléctricos al nervio peroneo, que activa los músculos de la pierna y el pie. Esto puede ayudarlo a caminar con mayor suavidad, reduciendo el riesgo de tropezar y caer.
FES solo funciona si los nervios y músculos debajo de la rodilla están en condiciones lo suficientemente buenas para recibir y responder a impulsos eléctricos. Con el tiempo, la condición de sus músculos y nervios puede deteriorarse.
Su médico o terapeuta de rehabilitación puede ayudarlo a saber si FES puede ayudarlo.
Bastón, muletas o andador
Si se siente un poco inestable de pie, podría beneficiarse del uso de un bastón, muletas o un andador como apoyo. Debe tener una buena función de brazo y mano para usar estos dispositivos.
Cuando se usan correctamente, estos dispositivos pueden ayudar a mejorar su equilibrio y estabilidad y reducir sus posibilidades de caerse. Si no se usan correctamente, pueden aumentar el riesgo de caídas. Si no se ajustan bien, pueden contribuir al dolor de espalda, hombros, codos o muñecas.
Su médico o terapeuta de rehabilitación puede ayudarlo a saber si alguno de estos dispositivos puede serle útil. También pueden ayudarlo a elegir un estilo apropiado de dispositivo, ajustarlo a la altura correcta y mostrarle cómo usarlo.
Silla de ruedas o scooter
Si ya no puede caminar donde necesita ir sin sentirse cansado, o si a menudo tiene miedo de caerse, puede ser el momento de invertir en una silla de ruedas o un scooter. Incluso si todavía puede caminar distancias cortas, puede ser útil tener una silla de ruedas o un scooter para los momentos en que desee cubrir más terreno.
Si tiene un buen funcionamiento de brazos y manos y no experimenta mucha fatiga, es posible que prefiera una silla de ruedas manual. Las sillas de ruedas manuales tienden a ser menos voluminosas y menos costosas que los patinetes o sillas de ruedas eléctricas. También proporcionan un poco de ejercicio para tus brazos.
Si le resulta difícil impulsarse en una silla de ruedas manual, su médico o terapeuta de rehabilitación puede recomendar un scooter motorizado o una silla de ruedas eléctrica. Las ruedas especializadas con motores a batería también se pueden unir a las sillas de ruedas manuales, en una configuración conocida como silla de ruedas asistida por empuje activada por borde (PAPAW).
Su médico o terapeuta de rehabilitación puede ayudarlo a saber qué tipo y tamaño de silla de ruedas o scooter pueden funcionar bien para usted. También pueden ayudarlo a aprender a usarlo.
La comida para llevar
Si se ha tropezado, caído o le ha resultado difícil moverse, informe a su médico.
Pueden derivarlo a un especialista que pueda evaluar y abordar sus necesidades de apoyo a la movilidad. Pueden alentarlo a utilizar un dispositivo de apoyo a la movilidad para ayudarlo a mejorar su seguridad, comodidad y nivel de actividad en su vida diaria.
Si le han recetado un dispositivo de apoyo a la movilidad, informe a su médico o terapeuta de rehabilitación si lo encuentra incómodo o difícil de usar. Es posible que realicen ajustes en el dispositivo o le animen a utilizar otro dispositivo. Sus necesidades de apoyo pueden cambiar con el tiempo.