Síntomas de la paracoccidioidomicosis y cómo es el tratamiento
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La paracoccidioidomicosis es una infección causada por el hongo. Paracoccidioides brasiliensis, que suele estar presente en el suelo y las verduras, y puede afectar distintas partes del cuerpo, como los pulmones, la boca, la garganta, la piel o los ganglios linfáticos.
También llamada blastomicosis sudamericana, esta infección se adquiere a través de la respiración y es más común en las regiones tropicales, provocando síntomas como falta de apetito, pérdida de peso, tos, fiebre, picazón, úlceras en la boca y aparición de agua. Puede surgir de 2 formas:
- Forma juvenil: más frecuente en niños y jóvenes de 10 a 20 años, que suele aparecer de forma más aguda, después de algunas semanas de contagio;
- Forma adulta: suele afectar a personas entre 30 y 50 años, especialmente a hombres que trabajan en el medio rural, como agricultores, y personas que fuman, beben bebidas alcohólicas o están desnutridas, siendo una forma más crónica, evolucionando meses a años después del contagio.
Tras confirmar el diagnóstico, con análisis de sangre y biopsia, el médico puede orientar el tratamiento con antifúngicos, como Fluconazol, Ketoconazol, Itraconazol o Anfotericina, por ejemplo.
Cómo ocurre la transmisión
La paracoccidioidomicosis se contrae al respirar, con la inhalación de partículas del Paracoccidioides brasiliensis. Este hongo vive en el suelo de las plantaciones, por lo que es común que afecte a pobladores de zonas rurales, agricultores y agricultores, por ejemplo, porque la persona puede inhalar el hongo junto con el polvo de la tierra.
Una vez instalados en los pulmones, los hongos de la paracoccidioidomicosis provocan la enfermedad de 2 formas diferentes:
- Se propaga a través de la sangre y la linfa a otros órganos del cuerpo, como la piel, los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, la piel y el cerebro, O
- Permanecen latentes en silencio dentro de las lesiones producidas en los pulmones durante muchos años, hasta que se desarrolla la enfermedad, especialmente en situaciones de inmunidad debilitada, como desnutrición, alcoholismo, uso de fármacos inmunosupresores o infección por VIH, por ejemplo.
La segunda vía es la más frecuente porque, en general, es más común contaminarse con el hongo incluso en la infancia o adolescencia, sin embargo, los síntomas suelen aparecer en la edad adulta.
Es importante recordar que la paracoccidioidomicosis no se transmite de una persona a otra, ni por contacto directo ni por compartir objetos personales. Consulte también otras enfermedades causadas por hongos que se diseminan por todo el cuerpo, como histoplasmosis o blastomicosis.
Síntomas principales
La paracoccidioidomicosis puede presentar diversas formas de signos y síntomas, que varían según características personales como la edad, el estado de salud, la reacción inmunitaria e incluso factores genéticos. Los principales signos y síntomas incluyen:
- Pérdida de apetito y debilidad;
- Palidez;
- Adelgazar;
- Fiebre;
- Dificultad para respirar y tos, que puede ser con o sin sangre;
- Lesiones en la piel o membranas mucosas, principalmente en la cara, boca, labios, encías, que provocan dificultades para masticar y tragar;
- Aparición de lenguas por agrandamiento de los ganglios linfáticos, que también se denomina agrandamiento de los ganglios linfáticos;
- Hígado agrandado del bazo.
En los casos más graves, la enfermedad también puede llegar a órganos como el cerebro, los intestinos, los huesos o los riñones, por ejemplo.
Como confirmar
Para el diagnóstico de paracoccidioidomicosis, el médico realizará la evaluación clínica, el examen físico y podrá ordenar pruebas como radiografía de tórax, hemograma, medidores de inflamación y evaluación de las funciones renal y hepática, por ejemplo.
La confirmación se realiza principalmente a partir de la identificación del hongo en una biopsia de alguna lesión, sin embargo, otras pruebas útiles incluyen recolección de esputo, aspirado pulmonar, raspado de lesiones o cultivo del hongo.
Además, también existen análisis de sangre capaces de identificar anticuerpos contra el hongo, lo que puede ayudar en el diagnóstico y seguimiento del tratamiento de la enfermedad.
Formas de tratamiento
El tratamiento de la paracoccidioidomicosis es guiado por un médico especialista en enfermedades infecciosas, utilizando antifúngicos como Itraconazol, Fluconazol, Ketoconazol o Voriconazol, por ejemplo.
El tratamiento se puede realizar en casa, usando las pastillas y puede durar de meses a años. En los casos más graves, en los que hay debilidad grave o deterioro grave de los pulmones y otros órganos, puede ser necesaria la hospitalización y el uso de fármacos más potentes en la vena, como anfotericina y rifampicina.
También está indicado para evitar el tabaquismo, las bebidas alcohólicas y para tratar los parásitos intestinales, que son frecuentes en estos pacientes.
Como prevenir
Como el Paracoccidioides brasiliensis vive en el suelo y en el medio ambiente, es difícil establecer formas de prevención, sin embargo, se recomiendan algunos cuidados, especialmente para las personas que laboran en zonas rurales, como prestar atención a la higiene personal, lavarse siempre las manos y bañarse al final del día, además de llevar siempre el equipo de protección personal adecuado, con ropa, guantes, mascarilla y botas adecuadas.