Síndrome de Stevens-Johnson: qué es, síntomas y causas
Contenido
- Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
- Síntomas principales
- Quién tiene más riesgo de tener el síndrome
- Como se hace el tratamiento
El Síndrome de Stevens-Johnson es un problema cutáneo poco común pero muy grave, que provoca la aparición de lesiones rojizas en todo el cuerpo y otros cambios, como dificultad para respirar y fiebre, que pueden poner en peligro la vida de la persona afectada.
Por lo general, este síndrome surge debido a una reacción alérgica a algún medicamento, especialmente a la Penicilina u otros antibióticos y, por lo tanto, los síntomas pueden aparecer hasta 3 días después de tomar el medicamento.
El síndrome de Stevens-Johnson es curable, pero su tratamiento debe iniciarse lo antes posible con la hospitalización para evitar complicaciones graves, como infecciones generalizadas o lesiones en los órganos internos, que pueden dificultar el tratamiento y poner en peligro la vida.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Síntomas principales
Los primeros síntomas del síndrome de Stevens-Johnson son muy similares a los de una gripe, ya que incluyen cansancio, tos, dolor muscular o dolor de cabeza, por ejemplo. Sin embargo, con el tiempo aparecen algunas manchas rojas en el cuerpo, que eventualmente se extienden por toda la piel.
Además, es común que aparezcan otros síntomas, como:
- Hinchazón de la cara y la lengua;
- Respiración dificultosa;
- Dolor o sensación de ardor en la piel;
- Garganta inflamada;
- Heridas en los labios, dentro de la boca y piel;
- Enrojecimiento y ardor en los ojos.
Cuando aparecen estos síntomas, especialmente hasta 3 días después de tomar un nuevo medicamento, se recomienda acudir rápidamente a urgencias para valorar el problema e iniciar el tratamiento adecuado.
El diagnóstico del Síndrome de Stevens-Johnson se realiza mediante la observación de las lesiones, que contienen características específicas, como colores y formas. Pueden ser necesarias otras pruebas, como muestras de sangre, orina o lesiones, cuando se sospecha de otras infecciones secundarias.
Quién tiene más riesgo de tener el síndrome
Aunque es bastante raro, este síndrome es más común en personas que están siendo tratadas con alguno de los siguientes remedios:
- Medicamentos para la gota, como alopurinol;
- Anticonvulsivos o antipsicóticos;
- Analgésicos, como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno;
- Antibióticos, especialmente penicilina.
Además del uso de medicamentos, algunas infecciones también pueden ser la causa del síndrome, especialmente las provocadas por un virus, como el herpes, el VIH o la hepatitis A.
Las personas con sistemas inmunitarios debilitados u otros casos de síndrome de Stevens-Johnson también tienen un mayor riesgo.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento para el síndrome de Stevens-Johnson debe realizarse mientras está en el hospital y generalmente comienza con la interrupción del uso de cualquier medicamento que no sea esencial para tratar una enfermedad crónica, ya que puede causar o empeorar los síntomas del síndrome.
Durante la hospitalización, también puede ser necesario inyectar suero directamente en la vena para reemplazar los líquidos perdidos debido a la falta de piel en los sitios de la lesión. Además, para reducir el riesgo de infección, las heridas de la piel deben ser tratadas diariamente por una enfermera.
Para reducir las molestias de las lesiones se pueden utilizar compresas de agua fría y cremas neutras para hidratar la piel, así como la ingesta de medicamentos evaluados y recetados por el médico, como antihistamínicos, corticoesteroides o antibióticos, por ejemplo.
Obtenga más información sobre el tratamiento del síndrome de Stevens-Johnson.