Leishmaniasis: que es, síntomas, causas y tratamiento
Contenido
- Síntomas principales
- 1. Leishmaniasis cutánea
- 2. Leishmaniasis visceral
- Qué hacer en caso de sospecha
- Como se hace el tratamiento
- Transmisión y como protegerse
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria relativamente común en países tropicales, como Brasil, que afecta principalmente a los perros, pero que puede transmitirse a los humanos a través de la picadura de pequeños insectos, conocidos como flebótomos. Para eso, basta con que el insecto muerda a un perro enfermo antes de morder a la persona, para que la enfermedad se transmita.
Existen varias formas de leishmaniasis, sin embargo, las dos más comunes son:
- Leishmaniasis cutánea: es la forma más común y afecta la piel, provocando la aparición de un pequeño bulto o llagas en el lugar de la picadura.
- Leishmaniasis visceral: afecta los órganos internos y provoca síntomas más sistémicos, como fiebre, irritaciones, pérdida de peso y manchas en la piel;
Algunas formas de leishmaniasis no necesitan un tratamiento específico y terminan desapareciendo a los pocos meses, sin embargo, siempre se recomienda consultar a un médico, ya que el tratamiento con fármacos antiparasitarios ayuda a acelerar la recuperación, además de evitar algunas complicaciones, como el sangrado, infecciones más graves y con cicatrices.
Síntomas principales
Los síntomas de la leishmaniasis varían según la forma de la enfermedad. Para las dos formas más comunes, los síntomas son:
1. Leishmaniasis cutánea
En muchos casos, la leishmaniasis cutánea es una infección silenciosa, lo que significa que puede no causar ningún síntoma y desaparece sin que la persona sepa que existía.
Sin embargo, cuando causa síntomas, el signo principal es la aparición de un pequeño bulto en el sitio de la picadura que, al cabo de unas semanas o meses, se convierte en una gran herida redonda. Junto con estos cambios, también puede haber dolor en el área afectada e hinchazón de la lengua cerca del sitio. Obtenga más información sobre la leishmaniasis cutánea.
2. Leishmaniasis visceral
Casi todos los casos de leishmaniasis visceral comienzan con una fiebre superior a 38ºC que dura varias semanas. Durante ese tiempo, la fiebre baja hasta desaparecer, pero vuelve poco después. Otros síntomas incluyen:
- Hinchazón del abdomen, aproximadamente 2 semanas después del inicio de la fiebre;
- Dolor de lengua;
- Pérdida de peso y debilidad excesiva;
- Manchas oscuras en la piel;
- Puede haber diarrea.
Cuando este tipo de enfermedad está más avanzado, también puede surgir una anemia grave, que puede provocar problemas cardíacos, así como sangrado por la nariz, los ojos y las heces. Si no se inicia el tratamiento, es frecuente el desarrollo de enfermedades más graves como neumonía, sarampión o tuberculosis, que amenazan la vida. Vea cómo se trata la leishmaniasis visceral para evitar complicaciones.
Qué hacer en caso de sospecha
Ante la sospecha de estar infectado con leishmaniasis es muy importante acudir de inmediato al hospital para realizar análisis de sangre y confirmar si la enfermedad está presente en el organismo.
Generalmente, la leishmaniasis cutánea puede diagnosticarse incluso sin exámenes, ya que la aparición de heridas tras la mordedura es suficiente para confirmar la enfermedad. Por otro lado, en el caso de la leishmaniasis visceral, los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades infecciosas y, por tanto, pueden ser necesarios análisis de sangre específicos y, en algunos casos, biopsia de bazo o médula espinal para tener el diagnóstico y iniciar el tratamiento adecuado.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la leishmaniasis puede variar según la forma presentada. En los casos de leishmaniasis cutánea, puede que no sea necesario un tratamiento específico, ya que los cambios cutáneos tienden a desaparecer por sí solos. Sin embargo, el uso de un antiparasitario, como la anfotericina B, indicado por el médico puede acelerar la recuperación.
En el caso de la leishmaniasis visceral, el tratamiento casi siempre es necesario y se realiza con el uso de anfotericina B o fármacos antimoniales pentavalentes, que son más fuertes frente a la infección, pero que también provocan más efectos secundarios.
Transmisión y como protegerse
La transmisión de la leishmaniasis a los humanos solo ocurre a través de la picadura del insecto infectado. Así, la única forma de protegerse contra la enfermedad es evitar las picaduras de mosquitos adoptando algunas precauciones como:
- Use mosquiteros o cortinas repelentes en las ventanas y puertas de su casa;
- Aplicar repelente de piel o usar con frecuencia aerosoles insecticidas:
- Poner collares insecticidas en los animales domésticos y vacunarlos;
- Evite bañarse en ríos o lagos cercanos al bosque.
Además, como el insecto que facilita la transmisión se reproduce en materia orgánica, es muy importante evitar la acumulación de desechos orgánicos y basura dentro de la casa y en lugares cercanos al hogar.
Estas precauciones, además de proteger frente a la leishmaniasis, también protegen frente a otras enfermedades provocadas por picaduras de insectos como el dengue, el zika o la fiebre chikungunya, por ejemplo. Vea otras formas de protegerse de las picaduras de insectos.