Tibolona: que es, para que sirve y como utilizar
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La tibolona es un medicamento que pertenece al grupo de la terapia de reemplazo hormonal y se usa durante la menopausia para reponer la cantidad de estrógenos y reducir sus síntomas, como sofocos o sudoración excesiva, y también actúa para prevenir la osteoporosis.
Este remedio se puede encontrar en farmacias, en pastillas, en genérico o bajo los nombres comerciales Tibial, Reduclim o Libiam.
Para que sirve
El uso de Tibolona está indicado para el tratamiento de molestias como sofocos, sudores nocturnos, irritación vaginal, depresión y disminución del deseo sexual como consecuencia de la menopausia o tras la extirpación de los ovarios, mediante cirugía.
Además, este remedio también se puede utilizar para prevenir la osteoporosis, cuando existe un alto riesgo de fracturas, cuando la mujer no puede tomar otros medicamentos o cuando otros medicamentos no son efectivos.
Generalmente, los síntomas mejoran después de algunas semanas, pero los mejores resultados aparecen después de tres meses de tratamiento.
Aprenda a identificar los síntomas de la menopausia y qué hacer.
Cómo usar
El uso de Tibolone debe realizarse después de la prescripción de un médico y de acuerdo con sus instrucciones. Generalmente, se recomienda tomar una tableta al día, administrada por vía oral y preferiblemente a la misma hora.
Sin embargo, no debe usarse antes de los 12 meses posteriores al último período natural.
Posibles efectos secundarios
Algunos de los efectos secundarios que pueden ocurrir durante el tratamiento con tibolona son dolor abdominal, aumento de peso, sangrado vaginal o punteo, secreción vaginal espesa de color blanco o amarillento, dolor de mamas, picazón en la vagina, candidiasis vaginal, vaginitis y crecimiento excesivo de vello.
Quién no debería usar
El uso de tibolona está contraindicado en personas con hipersensibilidad a los componentes de la fórmula, en mujeres con antecedentes de cáncer o trombosis, mujeres embarazadas, mujeres en período de lactancia, mujeres con problemas cardíacos, con función hepática anormal, porfiria o sangrado vaginal sin un aparente causa.
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