¿Qué es la trombocitemia esencial, síntomas, diagnóstico y cómo tratar?
Contenido
- Síntomas principales
- ¿Es un cáncer de trombocitemia esencial?
- Cómo se hace el diagnóstico
- Tratamiento de la trombocitemia esencial
La trombocitemia esencial, o TE, es una enfermedad hematológica caracterizada por un aumento en la concentración de plaquetas en la sangre, lo que aumenta el riesgo de trombosis y sangrado.
Esta enfermedad suele ser asintomática y se descubre solo después de realizar un hemograma de rutina. Sin embargo, el diagnóstico solo lo confirma el médico tras descartar otras posibles causas del aumento de plaquetas, como la anemia ferropénica, por ejemplo.
El tratamiento generalmente se realiza con medicamentos que pueden reducir la cantidad de plaquetas en la sangre y disminuir el riesgo de trombosis, y deben usarse según las indicaciones del médico de cabecera o hematólogo.
Frotis de sangre en el que se pueden ver las plaquetas resaltadasSíntomas principales
La trombocitemia esencial suele ser asintomática y, por ejemplo, solo se nota después del hemograma. Sin embargo, puede resultar en algunos síntomas, siendo los principales:
- Sensación de ardor en pies y manos;
- Esplenomegalia, que es un bazo agrandado;
- Dolor de pecho;
- Transpiración;
- Debilidad;
- Dolor de cabeza;
- Ceguera transitoria, que puede ser parcial o completa;
- Perdida de peso.
Además, las personas diagnosticadas con trombocitemia esencial tienen un mayor riesgo de trombosis y hemorragia. Esta enfermedad es más común en personas mayores de 60 años, pero también puede ocurrir en personas menores de 40 años.
¿Es un cáncer de trombocitemia esencial?
La trombocitemia esencial no es cáncer, ya que no hay proliferación de células malignas, sino células normales, en este caso plaquetas, caracterizando la condición de trombocitosis o trombocitosis. Esta enfermedad se mantiene estable durante unos 10 a 20 años y tiene una tasa baja de transformación leucémica, menos del 5%.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico lo realiza el médico de cabecera o hematólogo de acuerdo con los signos y síntomas que presenta el paciente, además de los resultados de las pruebas de laboratorio. También es importante excluir otras causas de crecimiento plaquetario, como enfermedades inflamatorias, mielodisplasia y deficiencia de hierro, por ejemplo. Conoce las principales causas del agrandamiento plaquetario.
El diagnóstico de laboratorio de trombocitemia esencial se realiza inicialmente a través del análisis del hemograma, en el que se observa un aumento de plaquetas, con un valor superior a 450.000 plaquetas / mm³ de sangre. Normalmente, la concentración de plaquetas se repite en diferentes días para ver si el valor permanece elevado.
Si las plaquetas se mantienen, se realizan pruebas genéticas para verificar la presencia de una mutación que puede ser indicativa de trombocitemia esencial, la mutación JAK2 V617F, que está presente en más del 50% de los pacientes. Si se verifica la presencia de esta mutación, es necesario excluir la aparición de otras enfermedades malignas y verificar las reservas nutricionales de hierro.
En algunos casos se puede realizar una biopsia de médula ósea, en la que se puede observar un aumento de la concentración de megacariocitos, que son las células sanguíneas precursoras de las plaquetas.
Tratamiento de la trombocitemia esencial
El tratamiento de la trombocitemia esencial tiene como objetivo disminuir el riesgo de trombosis y hemorragia, y generalmente el médico recomienda usar medicamentos para disminuir la cantidad de plaquetas en la sangre, como Anagrelida e Hidroxiurea, por ejemplo.
La hidroxiurea es el fármaco normalmente recomendado para personas consideradas de alto riesgo, es decir, que tienen más de 60 años, han tenido un episodio de trombosis y tienen un recuento de plaquetas superior a 1500000 / mm³ de sangre. Sin embargo, este medicamento tiene algunos efectos secundarios, como hiperpigmentación de la piel, náuseas y vómitos.
El tratamiento de los pacientes caracterizados como de bajo riesgo, que son los menores de 40 años, suele realizarse con ácido acetilsalicílico de acuerdo con la orientación del médico de cabecera o hematólogo.
Además, para reducir el riesgo de trombosis es importante evitar fumar y tratar posibles enfermedades subyacentes, como hipertensión, obesidad y diabetes, ya que aumentan el riesgo de trombosis. Sepa qué hacer para prevenir la trombosis.