Trombofilia: que es, síntomas, causas y tratamiento
Contenido
- Síntomas principales
- ¿Qué puede causar trombofilia?
- 1. Causas adquiridas
- 2. Causas hereditarias
- Que exámenes se deben hacer
- Como se hace el tratamiento
La trombofilia es una afección en la que a las personas les resulta más fácil formar coágulos de sangre, lo que aumenta el riesgo de problemas graves como trombosis venosa, accidente cerebrovascular o embolia pulmonar, por ejemplo. Por lo tanto, las personas con esta afección suelen experimentar hinchazón en el cuerpo, inflamación de las piernas o sensación de falta de aire.
Los coágulos formados por la trombofilia surgen porque las enzimas sanguíneas, que producen la coagulación, dejan de funcionar correctamente. Esto puede suceder por causas hereditarias, por genética, o puede suceder por causas adquiridas a lo largo de la vida, como el embarazo, la obesidad o el cáncer, y las posibilidades también pueden aumentar por el uso de medicamentos, como los anticonceptivos orales.
Síntomas principales
La trombofilia aumenta las posibilidades de formación de trombosis sanguínea y, por lo tanto, pueden surgir síntomas en el caso de complicaciones en alguna parte del cuerpo, como:
- La trombosis venosa profunda: hinchazón de alguna parte del vaso, especialmente las piernas, que están inflamadas, rojas y calientes. Comprender qué es la trombosis y cómo identificarla;
- Embolia pulmonar: falta de aire severa y dificultad para respirar;
- Golpe: pérdida repentina de movimiento, habla o visión, por ejemplo;
- Trombosis en la placenta o cordón umbilical: abortos repetidos, parto prematuro y complicaciones del embarazo, como eclampsia.
En muchos casos, es posible que la persona no sepa que tiene trombofilia hasta que aparece una hinchazón repentina, tiene abortos frecuentes o complicaciones durante el embarazo. También es común aparecer en personas mayores, ya que la fragilidad provocada por la edad puede facilitar la aparición de síntomas.
¿Qué puede causar trombofilia?
El trastorno de la coagulación de la sangre que ocurre en la trombofilia puede adquirirse a lo largo de la vida o ser hereditario, transmitido de padres a hijos a través de la genética. Por tanto, las principales causas incluyen:
1. Causas adquiridas
Las principales causas de trombofilia adquirida son:
- Obesidad;
- Venas varicosas;
- Fracturas de hueso;
- Embarazo o puerperio;
- Enfermedad cardíaca, infarto o insuficiencia cardíaca;
- Diabetes, presión arterial alta o colesterol alto;
- Uso de medicamentos, como anticonceptivos orales o reemplazo hormonal. Comprender cómo los anticonceptivos pueden aumentar el riesgo de trombosis;
- Permanecer en cama durante muchos días, debido a una cirugía o por alguna hospitalización;
- Estar sentado mucho tiempo en un viaje en avión o autobús;
- Enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis reumatoide o síndrome antifosfolípido, por ejemplo;
- Enfermedades provocadas por infecciones como VIH, hepatitis C, sífilis o malaria, por ejemplo;
- Cáncer.
Las personas que tienen enfermedades que aumentan las posibilidades de trombofilia, como cáncer, lupus o VIH, por ejemplo, deben tener un seguimiento mediante análisis de sangre, cada vez que regresan al médico que hace el seguimiento. Además, para prevenir la trombosis, es importante tomar acciones preventivas, como controlar la presión arterial, la diabetes y el colesterol, además de no estar acostado o parado en situaciones de viaje durante el embarazo, el puerperio o la estancia hospitalaria.
Las mujeres que ya tienen un mayor riesgo de trombofilia deben evitar el uso de anticonceptivos orales, como las que tienen presión arterial alta, diabetes o antecedentes familiares de cambios sanguíneos.
2. Causas hereditarias
Las principales causas de trombofilia hereditaria son:
- Deficiencia de anticoagulantes naturales en el cuerpo, llamados proteína C, proteína S y antitrombina, por ejemplo;
- Alta concentración del aminoácido homocisteína;
- Mutaciones en las células productoras de sangre, como en la mutación del factor V de Leiden;
- Enzimas sanguíneas excesivas que provocan la coagulación, como el factor VII y el fibrinógeno, por ejemplo.
Aunque la trombofilia hereditaria se transmite por genética, existen algunas precauciones que se pueden tomar para prevenir la formación de coágulos, que son los mismos que los de la trombofilia adquirida. En casos muy graves, el hematólogo puede indicar el uso de remedios anticoagulantes después de evaluar cada caso.
Que exámenes se deben hacer
Para diagnosticar esta enfermedad el médico de cabecera o hematólogo debe sospechar de los antecedentes clínicos y familiares de cada persona, sin embargo, se pueden ordenar algunas pruebas como hemograma, glucemia y niveles de colesterol para confirmar e indicar el mejor tratamiento.
Cuando se sospecha trombofilia hereditaria, especialmente cuando los síntomas pueden ser repetitivos, además de estas pruebas, se solicitan dosis de enzimas de coagulación sanguínea para evaluar sus niveles.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la trombofilia se realiza con cuidado para evitar la trombosis, como evitar estar mucho tiempo quieto en los viajes, tomar medicamentos anticoagulantes durante la estadía en el hospital o después de la cirugía, y principalmente, controlar enfermedades que aumentan el riesgo de coágulos, como alta presión arterial, diabetes y obesidad, por ejemplo. Solo en casos de enfermedad grave, está indicado el uso continuo de medicamentos anticoagulantes.
Sin embargo, cuando la persona ya presenta síntomas de trombofilia, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar, se recomienda utilizar durante unos meses fármacos anticoagulantes orales, como la Heparina, Warfarina o Rivaroxabana, por ejemplo. En el caso de las mujeres embarazadas, el tratamiento se realiza con un anticoagulante inyectable, siendo necesario permanecer unos días.
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