Por qué las conversaciones salen mal y cómo solucionarlas
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Pedirle un ascenso a un jefe, hablar de un problema importante en la relación o decirle a tu amigo que se preocupa por sí mismo que te sientes un poco descuidado. ¿Siente un pequeño escalofrío de terror incluso pensando en estas interacciones? Eso es normal, dice Rob Kendall, autor del nuevo libro. Blamestorming: por qué las conversaciones salen mal y cómo solucionarlas. Incluso los convos más complicados pueden suceder con un mínimo de drama, y solo unos pocos ajustes simples pueden llevar a resultados importantes. Aquí, cuatro tácticas fáciles de usar en cualquier charla.
Hágalo cara a cara
Sí, el correo electrónico es más fácil que reunirse en persona, pero también es la forma más fácil de crear un malentendido importante, advierte Kendall. Si estás bastante seguro de que el tema va a ser polémico, o incluso complicado, cíñete a las conversaciones en persona, donde el tono, el lenguaje corporal y las expresiones faciales pueden ayudar a transmitir exactamente lo que quieres decir.
Averigua el momento y el lugar
Para las convos complicadas, un poco de trabajo preliminar puede ser de gran ayuda para asegurar los resultados que desea. ¿Habla con su supervisor sobre una promoción? Tómese unas semanas para averiguar su horario. ¿Llega temprano a la oficina o prefiere quedarse hasta que otras personas se hayan ido? ¿Está de buen humor antes o después del almuerzo? ¿Cuándo está alerta porque su supervisor la necesita para hablar? Al tener una idea de sus ritmos, puedes programar una reunión para uno de los bloques de tiempo cuando es probable que ella sea más receptiva a tu pregunta, dice Kendall. Y lo mismo ocurre con tu chico, tus amigos o tu mamá. Si sabe que alguien no es un ave nocturna, no llame a esa persona después de las nueve si tiene algo importante que discutir.
Call Time Out de vez en cuando
"Incluso cuando comienzas una conversación con las mejores intenciones, las cosas pueden salir mal", advierte Kendall. Pero en lugar de ver la discusión como un completo fracaso, Kendall aboga por pedir un tiempo de espera cuando siente que sus emociones o las de su interlocutor están aumentando. "Tomar un descanso de cinco minutos los aleja a ambos del fragor de la conversación y puede darles tiempo para considerar de dónde viene la otra persona", dice Kendall.
Empiece de la manera correcta
Por supuesto que estás molesto con tu amiga descarada por cancelar siempre en el último minuto, pero comienza la conversación diciéndole cuánto te diviertes cuando te juntas, o menciona un ejemplo reciente de un momento en el que ella no descartó. Luego, explíquele cómo se siente cuando se descascara y pregunte si hay algo que pueda hacer para asegurarse de que no suceda. "Cuando comienzas con lo negativo, la otra persona se pondrá inmediatamente a la defensiva y será menos probable que escuche tus preocupaciones", explica Kendall.