Enfermedad hepática alcohólica
La enfermedad hepática alcohólica es un daño al hígado y su función debido al abuso de alcohol.
La enfermedad hepática alcohólica ocurre después de años de beber en exceso. Con el tiempo, pueden aparecer cicatrices y cirrosis. La cirrosis es la fase final de la enfermedad hepática alcohólica.
La enfermedad hepática alcohólica no ocurre en todos los bebedores empedernidos. Las posibilidades de contraer una enfermedad hepática aumentan cuanto más tiempo ha estado bebiendo y más alcohol consume. No es necesario emborracharse para que ocurra la enfermedad.
La enfermedad es común en personas de entre 40 y 50 años. Los hombres tienen más probabilidades de tener este problema. Sin embargo, las mujeres pueden desarrollar la enfermedad después de una menor exposición al alcohol que los hombres. Algunas personas pueden tener un riesgo hereditario de contraer la enfermedad.
Es posible que no haya síntomas o que los síntomas aparezcan lentamente. Esto depende de qué tan bien esté funcionando el hígado. Los síntomas tienden a empeorar después de un período de consumo excesivo de alcohol.
Los primeros síntomas incluyen:
- Perdida de energia
- Falta de apetito y pérdida de peso.
- Náusea
- Dolor de vientre
- Vasos sanguíneos pequeños en forma de araña roja en la piel
A medida que la función hepática empeora, los síntomas pueden incluir:
- Acumulación de líquido en las piernas (edema) y en el abdomen (ascitis)
- Color amarillo en la piel, las membranas mucosas o los ojos (ictericia).
- Enrojecimiento de las palmas de las manos.
- En los hombres, impotencia, encogimiento de los testículos e hinchazón de las mamas.
- Fácil aparición de hematomas y sangrado anormal
- Confusión o problemas para pensar
- Heces pálidas o de color arcilla
Su proveedor de atención médica realizará un examen físico para buscar:
- Un hígado o bazo agrandados
- Exceso de tejido mamario
- Abdomen hinchado, como resultado de demasiado líquido.
- Palmas enrojecidas
- Vasos sanguíneos rojos en forma de araña en la piel.
- Pequeños testículos
- Venas ensanchadas en la pared del abdomen.
- Ojos o piel amarillos (ictericia)
Las pruebas que puede tener incluyen:
- Conteo sanguíneo completo (CBC)
- Pruebas de función hepática
- Estudios de coagulación
- Biopsia hepatica
Las pruebas para descartar otras enfermedades incluyen:
- Tomografía computarizada abdominal
- Análisis de sangre para otras causas de enfermedad hepática.
- Ecografía del abdomen
- Elastografía por ultrasonido
CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA
Algunas cosas que puede hacer para ayudar a cuidar su enfermedad hepática son:
- Deja de beber alcohol.
- Consuma una dieta saludable baja en sal.
- Vacúnese contra enfermedades como la influenza, la hepatitis A y la hepatitis B, y la neumonía neumocócica.
- Hable con su proveedor sobre todos los medicamentos que toma, incluidas las hierbas y los suplementos y los medicamentos de venta libre.
MEDICAMENTOS DE SU MÉDICO
- "Pastillas de agua" (diuréticos) para eliminar la acumulación de líquido
- Vitamina K o productos sanguíneos para prevenir el sangrado excesivo.
- Medicamentos para la confusión mental
- Antibióticos para infecciones.
OTROS TRATAMIENTOS
- Tratamientos endoscópicos para venas agrandadas en el esófago (várices esofágicas)
- Extracción de líquido del abdomen (paracentesis)
- Colocación de una derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS) para reparar el flujo sanguíneo en el hígado
Cuando la cirrosis progresa a una enfermedad hepática en etapa terminal, es posible que se necesite un trasplante de hígado. El trasplante de hígado por enfermedad hepática alcohólica solo se considera en personas que han evitado por completo el alcohol durante 6 meses.
Muchas personas se benefician al unirse a grupos de apoyo para el alcoholismo o la enfermedad hepática.
La enfermedad hepática alcohólica es tratable si se detecta antes de que cause un daño severo. Sin embargo, beber en exceso de forma continuada puede acortar su vida útil.
La cirrosis empeora aún más la afección y puede provocar complicaciones graves. En caso de daño severo, el hígado no puede curarse o regresar a su función normal.
Las complicaciones pueden incluir:
- Trastornos hemorrágicos (coagulopatía)
- Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis) e infección del líquido (peritonitis bacteriana)
- Venas agrandadas en el esófago, el estómago o los intestinos que sangran con facilidad (várices esofágicas)
- Aumento de la presión en los vasos sanguíneos del hígado (hipertensión portal).
- Insuficiencia renal (síndrome hepatorrenal)
- Cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular)
- Confusión mental, cambio en el nivel de conciencia o coma (encefalopatía hepática)
Comuníquese con su proveedor si:
- Desarrollar síntomas de enfermedad hepática alcohólica.
- Desarrollar síntomas después de un largo período de consumo excesivo de alcohol.
- Le preocupa que beber pueda dañar su salud.
Obtenga ayuda médica de emergencia de inmediato si tiene:
- Dolor abdominal o de pecho
- Inflamación abdominal o ascitis nueva o que empeora repentinamente
- Fiebre (temperatura superior a 101 ° F o 38,3 ° C)
- Diarrea
- Nueva confusión o un cambio en el estado de alerta, o empeora
- Sangrado rectal, vómitos con sangre o sangre en la orina
- Dificultad para respirar
- Vómitos más de una vez al día.
- Piel u ojos amarillentos (ictericia) que son nuevos o que empeoran rápidamente
Hable abiertamente con su proveedor sobre su consumo de alcohol. El proveedor puede aconsejarle sobre la cantidad de alcohol segura para usted.
Enfermedad hepática debida al alcohol; Cirrosis o hepatitis - alcohólica; Cirrosis de Laennec
- Cirrosis - alta
- Sistema digestivo
- Anatomia del higado
- Hígado graso - tomografía computarizada
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