Dificultad para respirar

La dificultad para respirar puede involucrar:

• Dificultad para respirar
• Respiración incómoda
• Sensación de que no está recibiendo suficiente aire.

No existe una definición estándar de dificultad para respirar. Algunas personas se sienten sin aliento con solo hacer ejercicio leve (por ejemplo, subir escaleras), aunque no tengan una condición médica. Otros pueden tener una enfermedad pulmonar avanzada, pero es posible que nunca sientan falta de aire.

Las sibilancias son una forma de dificultad para respirar en la que se emite un sonido agudo al exhalar.

La dificultad para respirar tiene muchas causas diferentes. Por ejemplo, la enfermedad cardíaca puede causar dificultad para respirar si su corazón no puede bombear suficiente sangre para suministrar oxígeno a su cuerpo. Si su cerebro, músculos u otros órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno, puede producirse una sensación de falta de aire.

La dificultad para respirar también puede deberse a problemas con los pulmones, las vías respiratorias u otros problemas de salud.

Problemas con los pulmones:

• Coágulo de sangre en las arterias de los pulmones (embolia pulmonar)
• Hinchazón y acumulación de moco en las vías respiratorias más pequeñas de los pulmones (bronquiolitis)
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), como bronquitis crónica o enfisema
• Neumonía
• Presión arterial alta en las arterias de los pulmones (hipertensión pulmonar)
• Otra enfermedad pulmonar

Problemas con las vías respiratorias que conducen a los pulmones:

• Obstrucción de las vías respiratorias de la nariz, la boca o la garganta.
• Asfixia con algo atascado en las vías respiratorias.
• Hinchazón alrededor de las cuerdas vocales (crup)
• Inflamación del tejido (epiglotis) que cubre la tráquea (epiglotitis)

Problemas con el corazón:

• Dolor en el pecho debido a un flujo sanguíneo deficiente a través de los vasos sanguíneos del corazón (angina).
• Infarto de miocardio
• Defectos cardíacos desde el nacimiento (enfermedad cardíaca congénita)
• Insuficiencia cardiaca
• Alteraciones del ritmo cardíaco (arritmias)

Otras causas:

• Alergias (como moho, caspa o polen)
• Grandes altitudes donde hay menos oxígeno en el aire
• Compresión de la pared torácica
• Polvo en el medio ambiente
• Angustia emocional, como ansiedad
• Hernia de hiato (afección en la que parte del estómago se extiende a través de una abertura del diafragma hacia el pecho)
• Obesidad
• Ataques de pánico
• Anemia (hemoglobina baja)
• Problemas de sangre (cuando las células sanguíneas no pueden absorber oxígeno normalmente; la enfermedad metahemoglobinemia es un ejemplo)

A veces, una dificultad respiratoria leve puede ser normal y no es motivo de preocupación. Una nariz muy tapada es un ejemplo. El ejercicio extenuante, especialmente cuando no hace ejercicio con frecuencia, es otro ejemplo.

Si la dificultad para respirar es nueva o está empeorando, puede deberse a un problema grave. Aunque muchas causas no son peligrosas y se tratan fácilmente, llame a su proveedor de atención médica si tiene alguna dificultad para respirar.

Si está recibiendo tratamiento por un problema a largo plazo con los pulmones o el corazón, siga las instrucciones de su proveedor para ayudarlo con ese problema.

Vaya a la sala de emergencias o llame al número de emergencias local (como el 911) si:

• La dificultad para respirar aparece repentinamente o interfiere seriamente con su respiración e incluso con su habla.
• Alguien deja de respirar por completo

Consulte a su proveedor si presenta cualquiera de las siguientes situaciones con dificultad para respirar:

• Malestar, dolor o presión en el pecho. Estos son síntomas de angina.
• Fiebre.
• Dificultad para respirar después de una actividad leve o en reposo.
• Dificultad para respirar que lo despierta por la noche o requiere que duerma apoyado para respirar.
• Dificultad para respirar con simple conversación.
• Opresión en la garganta o tos ladrando y crujiente.
• Ha inhalado o se ha atragantado con un objeto (aspiración o ingestión de un objeto extraño).
• Sibilancias.

El proveedor lo examinará. Se le preguntará sobre su historial médico y sus síntomas. Las preguntas pueden incluir cuánto tiempo ha tenido dificultad para respirar y cuándo comenzó. También se le puede preguntar si algo lo empeora y si emite gruñidos o silbidos al respirar.

Las pruebas que pueden solicitarse incluyen:

• Saturación de oxígeno en sangre (oximetría de pulso)
• Análisis de sangre (pueden incluir gases en sangre arterial)
• Radiografía de pecho
• Tomografía computarizada del tórax
• Electrocardiograma (ECG)
• Ecocardiograma
• Prueba de ejercicio
• Pruebas de función pulmonar.

Si la dificultad para respirar es grave, es posible que deba ir a un hospital. Puede recibir medicamentos para tratar la causa de la dificultad para respirar.

Si su nivel de oxígeno en sangre es muy bajo, es posible que necesite oxígeno.

Dificultad para respirar; Dificultad para respirar; Respiración dificultosa; Disnea

• Cómo respirar cuando le falta el aire
• Enfermedad pulmonar intersticial - adultos - alta
• Seguridad del oxígeno
• Viajar con problemas respiratorios
• Usar oxígeno en casa

• Pulmones
• Enfisema

Braithwaite SA, Perina D. Disnea. En: Walls RM, Hockberger RS, Gausche-Hill M, eds. Medicina de emergencia de Rosen: conceptos y práctica clínica. 9ª ed. Filadelfia, PA: Elsevier; 2018: capítulo 22.

Kraft M. Abordaje del paciente con enfermedad respiratoria. En: Goldman L, Schafer AI, eds. Medicina Goldman-Cecil. 25a ed. Filadelfia, PA: Elsevier Saunders; 2016: capítulo 83.

Schwartzstein RM, Adams L. Dispnea. En: Broaddus VC, Mason RJ, Ernst JD, et al, eds. Libro de texto de medicina respiratoria de Murray y Nadel. 6ª ed. Filadelfia, PA: Elsevier Saunders; 2016: capítulo 29.