Gammagrafía de hígado

Una gammagrafía hepática utiliza un material radiactivo para verificar qué tan bien está funcionando el hígado o el bazo y para evaluar las masas en el hígado.

El médico inyectará un material radiactivo llamado radioisótopo en una de sus venas. Después de que el hígado haya absorbido el material, se le pedirá que se acueste en una mesa debajo del escáner.

El escáner puede indicar dónde se ha acumulado el material radiactivo en el cuerpo. Las imágenes se muestran en una computadora. Es posible que le pidan que permanezca quieto o que cambie de posición durante la exploración.

Se le pedirá que firme un formulario de consentimiento. Se le pedirá que se quite las joyas, las dentaduras postizas y otros metales que puedan afectar las funciones del escáner.

Es posible que deba usar una bata de hospital.

Sentirá un pinchazo agudo cuando se inserte la aguja en la vena. No debe sentir nada durante la exploración real. Si tiene problemas para permanecer quieto o está muy ansioso, es posible que le administren un medicamento suave (sedante) para ayudarlo a relajarse.

La prueba puede proporcionar información sobre la función del hígado y el bazo. También se utiliza para ayudar a confirmar otros resultados de pruebas.

El uso más común de una gammagrafía hepática es diagnosticar una afección llamada hiperplasia nodular focal benigna, o FNH, que causa una masa no cancerosa en el hígado.

El hígado y el bazo deben tener un tamaño, forma y ubicación normales. El radioisótopo se absorbe de manera uniforme.

Los resultados anormales pueden indicar:

• Hiperplasia nodular focal o adenoma del hígado
• Absceso
• Síndrome de Budd-Chiari
• Infección
• Enfermedad hepática (como cirrosis o hepatitis)
• Obstrucción de la vena cava superior
• Infarto esplénico (muerte tisular)
• Tumores

La radiación de cualquier exploración es siempre una preocupación leve. El nivel de radiación en este procedimiento es menor que el de la mayoría de los rayos X. No se considera suficiente para causar daño a una persona promedio.

Las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben consultar a su proveedor antes de exponerse a la radiación.

Es posible que se necesiten otras pruebas para confirmar los resultados de esta prueba. Estos pueden incluir:

• Ultrasonido abdominal
• Tomografía computarizada abdominal
• Biopsia hepatica

Esta prueba se usa con poca frecuencia. En cambio, la resonancia magnética o la tomografía computarizada se utilizan con más frecuencia para evaluar el hígado y el bazo.

Escaneo de tecnecio; Gammagrafía hepática con coloide de azufre y tecnecio Gammagrafía con radionúclidos de hígado y bazo; Exploración nuclear: tecnecio; Exploración nuclear: hígado o bazo

• Gammagrafía de hígado

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