Placenta: que es, funciones y posibles cambios
Contenido
- Cómo se forma la placenta
- 6 problemas más comunes de la placenta
- 1. Placenta previa
- 2. Desprendimiento de placenta
- 3. Placenta accreta
- 4. Placenta calcificada o envejecida
- 5. Infarto placentario o trombosis placentaria
- 6. Rotura uterina
La placenta es un órgano formado durante el embarazo, cuya función principal es promover la comunicación entre la madre y el feto y así garantizar las condiciones ideales para el desarrollo del feto.
Las principales funciones de la placenta son:
- Proporcionar nutrientes y oxígeno al bebé;
- Estimular la producción de hormonas esenciales para el embarazo;
- Brindar protección inmunológica al bebé;
- Proteger al bebé de los impactos en el vientre de la madre;
- Elimina los desechos que produce el bebé, como la orina.
La placenta es fundamental para el desarrollo del bebé, sin embargo, durante el embarazo, puede sufrir cambios no deseados, trayendo riesgos y complicaciones para la madre al bebé.
Cómo se forma la placenta
La formación de la placenta, tan pronto como se produce la implantación en el útero, está formada por células tanto del útero como del bebé. El crecimiento de la placenta es rápido y ya en el tercer trimestre del embarazo es más grande que el bebé. Aproximadamente a las 16 semanas de gestación, la placenta y el bebé tienen el mismo tamaño y, al final del embarazo, el bebé ya pesa aproximadamente 6 veces más que la placenta.
La placenta se elimina en el momento del parto, ya sea por cesárea o natural. Durante el parto normal, la placenta abandona espontáneamente después de 4 a 5 contracciones uterinas, que son mucho menos dolorosas que las contracciones uterinas que ocurren durante la partida del bebé.
6 problemas más comunes de la placenta
Lo ideal es que la placenta permanezca intacta durante todo el embarazo para que el desarrollo del bebé sea normal. Sin embargo, puede haber algunos cambios en la placenta durante el embarazo, que pueden tener consecuencias para la madre y el bebé si no se toman las medidas necesarias. Algunos cambios que pueden afectar la placenta son:
1. Placenta previa
La placenta previa, también llamada placenta baja, ocurre cuando la placenta se desarrolla parcial o totalmente en la región inferior del útero, lo que puede prevenir un parto normal. La placenta previa es común al inicio del embarazo y no es muy preocupante, ya que con el crecimiento del útero, durante todo el embarazo, es posible que la placenta se mueva a la ubicación correcta, permitiendo un parto normal.
Sin embargo, cuando la placenta previa persiste hasta el tercer trimestre del embarazo, puede interferir con el desarrollo y el parto del bebé. Esta alteración es más frecuente en mujeres que están embarazadas de mellizos, que tienen cicatrices uterinas, que tienen más de 35 años o que han tenido una placenta previa.
La ocurrencia de placenta baja se puede percibir a través del sangrado vaginal, es importante consultar al ginecólogo y / u obstetra para realizar el diagnóstico y reducir el riesgo de parto prematuro y complicaciones durante el parto. Vea cómo se hace el diagnóstico de placenta previa y cómo es el tratamiento.
2. Desprendimiento de placenta
El desprendimiento de la placenta corresponde a una situación en la que la placenta se separa de la pared del útero, con sangrado vaginal y cólico abdominal muy severo. Debido a la separación de la placenta, hay una disminución en la cantidad de nutrientes y oxígeno enviados al bebé, lo que interfiere con su desarrollo.
El desprendimiento de placenta puede ocurrir con más frecuencia después de la semana 20 de embarazo y puede resultar en un parto prematuro. Sepa qué hacer en caso de desprendimiento de placenta.
3. Placenta accreta
La placenta accreta es una situación en la que la placenta tiene una fijación anormal al útero, resistiéndose a salir en el momento del parto. Este problema puede provocar hemorragias que requieran transfusión de sangre y, en los casos más graves, la extirpación completa del útero, además de poner en riesgo la vida de la mujer.
4. Placenta calcificada o envejecida
Es un proceso normal y está relacionado con el grado de desarrollo de la placenta. Este cambio solo es un problema si la placenta se clasifica como grado III antes de las 34 semanas, ya que puede hacer que el feto crezca más lentamente. En general, la mujer no presenta síntomas y el médico identifica este problema en ecografías de rutina.
Obtenga más información sobre los grados de maduración de la placenta.
5. Infarto placentario o trombosis placentaria
El infarto placentario ocurre cuando hay un vaso sanguíneo obstruido en la placenta, lo que caracteriza una trombosis y resulta en una disminución en la cantidad de sangre que llega al bebé. Si bien esta complicación puede provocar abortos espontáneos, tampoco puede causar problemas con el embarazo y pasar desapercibida. Compruebe qué hacer en caso de trombosis placentaria.
6. Rotura uterina
Es la rotura de la musculatura uterina durante el embarazo o el parto, que puede provocar un parto prematuro y la muerte materna o fetal. La rotura uterina es una complicación poco común que se trata con cirugía durante el parto y sus síntomas son dolor intenso, sangrado vaginal y disminución del ritmo cardíaco fetal.
Para prevenir e identificar cambios en la placenta antes de la aparición de problemas graves, se deben seguir las consultas de rutina con el obstetra y realizar las ecografías necesarias en cada etapa del embarazo. En casos de sangrado vaginal o dolor uterino severo, se debe consultar a un médico.