4 consejos para sobrellevar las náuseas por quimioterapia
Contenido
- Pregúntele a su médico acerca de los medicamentos contra las náuseas.
- Prueba la acupuntura
- Consuma comidas pequeñas y frecuentes
- Practica técnicas de relajación
- La comida para llevar
Uno de los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia son las náuseas. Para muchas personas, las náuseas son el primer efecto secundario que experimentan, tan pronto como unos días después de la primera dosis de quimioterapia. Puede ser manejable para algunos, pero para otros puede ser un desafío mayor.
Algunos aspectos de su plan de tratamiento pueden afectar su riesgo de experimentar náuseas. Por ejemplo, la frecuencia del tratamiento, la dosificación y la forma en que se administra el medicamento, por vía intravenosa o oral, pueden marcar la diferencia. La combinación específica de medicamentos utilizados para la quimioterapia también puede tener efecto.
Hay varias formas de controlar las náuseas asociadas con la quimioterapia, desde medicamentos hasta cambios en el estilo de vida. Aquí hay cuatro consejos que pueden ayudar.
Pregúntele a su médico acerca de los medicamentos contra las náuseas.
Si está recibiendo quimioterapia, lo más probable es que su médico le recomiende que tome medicamentos para controlar las náuseas. Estos medicamentos pueden administrarse en forma de píldora, intravenosa o supositorio.
Los tratamientos de quimioterapia se clasifican según la probabilidad de que causen náuseas. Algunos tienen un alto riesgo de náuseas, mientras que otros tienen un riesgo bajo o mínimo. El tipo de medicamento contra las náuseas que le recete su médico dependerá del régimen de quimioterapia que esté siguiendo.
Los medicamentos contra las náuseas también se denominan antieméticos. A menudo se administran antes de la quimioterapia para prevenir las náuseas. En general, es más fácil controlar las náuseas previniéndolas antes de que comiencen.
Si se presentan náuseas, pueden ser seguidas de vómitos. Esto puede hacer que sea difícil retener los medicamentos que se toman por vía oral. En ese caso, los medicamentos intravenosos o los supositorios de medicamentos pueden ser una opción.
Si tiene náuseas, hable con su equipo de atención del cáncer. Se pueden usar muchos medicamentos diferentes para prevenir o tratar las náuseas. Su médico puede recetarle un medicamento contra las náuseas o hacer un cambio en su plan de tratamiento.
Prueba la acupuntura
La acupuntura se utiliza como terapia complementaria o alternativa. La Sociedad Estadounidense de Oncólogos Clínicos (ASCO) señala que la acupuntura parece ser un tratamiento complementario seguro que puede ayudar a controlar algunos efectos secundarios, incluidas las náuseas.
Durante una sesión de acupuntura, un profesional capacitado inserta agujas finas de acupuntura en ciertos puntos del cuerpo.
Varios estudios han examinado el uso de la acupuntura para tratar las náuseas relacionadas con la quimioterapia. Uno descubrió que el uso de acupuntura en combinación con una terapia de calor llamada moxibustión redujo las náuseas en las personas que estaban siendo tratadas con un medicamento de quimioterapia específico.
En otro grupo pequeño, las personas que recibieron tratamientos de radiación y quimioterapia que usaron acupuntura tuvieron náuseas más leves y tomaron menos antieméticos que un grupo de control que usó una forma falsa de acupuntura.
La ASCO señala que las personas con cáncer que tienen un recuento bajo de glóbulos blancos no deben probar la acupuntura porque tienen un mayor riesgo de infección. Es importante hablar con su equipo de atención del cáncer antes de probar cualquier terapia complementaria, incluida la acupuntura.
Consuma comidas pequeñas y frecuentes
Mucha gente come tres comidas abundantes al día. Pero la Clínica Mayo sugiere comer comidas más pequeñas de forma intermitente para disminuir las náuseas de la quimioterapia.
Sin embargo, no se recomienda saltarse las comidas. Si se siente bien, en general está bien comer antes de la quimioterapia, a menos que su médico le indique lo contrario. De hecho, puede ayudar a prevenir las náuseas si ingiere una comida ligera en las pocas horas previas al tratamiento de quimioterapia.
Es mejor evitar los alimentos que pueden empeorar las náuseas o los vómitos, como los alimentos fritos, grasosos, grasosos o dulces. Evite cualquier alimento que tenga un olor que le provoque náuseas.
Las náuseas y los vómitos aumentan el riesgo de deshidratación. Además de comer bien, haga todo lo posible por mantenerse hidratado bebiendo agua, bebidas deportivas, jugos de frutas e infusiones de hierbas. Algunas personas encuentran útil el ginger ale para las náuseas. Evite el alcohol y las bebidas con alto contenido de cafeína, como el café.
Practica técnicas de relajación
Ciertas técnicas de relajación pueden ser útiles para las personas que experimentan náuseas relacionadas con la quimioterapia, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS).
Estas técnicas no son invasivas y, a menudo, se pueden realizar por su cuenta. Pueden funcionar ayudándolo a sentirse más relajado y en control, o distrayéndolo.
La ACS señala que estas técnicas se han utilizado para reducir o prevenir las náuseas:
- Relajación muscular progresiva, técnica que
te enseña a tensar y relajar diferentes grupos musculares - biorretroalimentación, un enfoque que le permite
influir en ciertas respuestas físicas en su cuerpo - imaginería guiada, un tipo de meditación
- musicoterapia, una terapia complementaria dirigida por
profesionales capacitados
Otras técnicas que pueden ayudar a controlar los comportamientos y la ansiedad relacionados con las náuseas incluyen la autohipnosis y la terapia de desensibilización.
Muchos centros oncológicos ofrecen acceso a servicios donde puede aprender estos enfoques. Buscar cursos locales y profesionales independientes es otra opción. Pregúntele a su equipo de atención médica contra el cáncer si tiene recomendaciones.
La comida para llevar
Las náuseas causadas por la quimioterapia se pueden prevenir y tratar. Lo más probable es que su médico le recomiende medicamentos recetados como punto de partida.
También vale la pena considerar los enfoques complementarios, como la acupuntura, la modificación de la dieta y las técnicas de relajación. Hable con su equipo de atención médica contra el cáncer para ver qué opciones son las mejores para usted.