Cistitis intersticial: que es, síntomas y tratamiento
Contenido
- Síntomas principales
- ¿Puede la cistitis intersticial dañar el embarazo?
- ¿Qué causa la cistitis intersticial?
- Como se hace el tratamiento
La cistitis intersticial, también conocida como síndrome de vejiga dolorida, corresponde a la inflamación de las paredes de la vejiga, lo que hace que se espese y disminuya la capacidad de la vejiga para acumular orina, provocando mucho dolor e incomodidad en la persona, además de la necesidad frecuente de orinar. , aunque la orina se elimina en pequeñas cantidades.
Este tipo de cistitis es más común en mujeres que en hombres, y a menudo puede ser estimulada por el período menstrual, por ejemplo, y el tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas, y el uso de medicamentos, cambios en la dieta o técnicas que promuevan la relajación de la vejiga.
Síntomas principales
Los síntomas de la cistitis intersticial son bastante incómodos y están relacionados con la inflamación de la vejiga, y puede haber:
- Dolor o malestar que empeora cuando la vejiga está llena;
- Deseo frecuente de orinar, pero eliminando pequeñas cantidades de orina;
- Dolor y sensibilidad en el área genital;
- Dolor durante la eyaculación en hombres;
- Dolor severo durante la menstruación;
- Dolor durante el coito.
Los síntomas de la cistitis intersticial varían de persona a persona, pueden variar con el tiempo y se intensifican ante la presencia de algunos factores, como la menstruación, en el caso de las mujeres, estar sentada por un período prolongado, el estrés, la actividad física y las relaciones sexuales. Además, en los casos más graves de cistitis intersticial, la calidad de vida del paciente puede verse afectada, provocando casos de depresión, por ejemplo.
El diagnóstico de cistitis intersticial lo realiza el urólogo, ginecólogo o médico de cabecera en base a los síntomas presentados, análisis de orina, examen pélvico y cistoscopia, que es un examen que evalúa el tracto urinario. Así, el médico puede confirmar el diagnóstico e indicar el mejor tratamiento.
¿Puede la cistitis intersticial dañar el embarazo?
Tener cistitis intersticial durante el embarazo no tiene efectos negativos sobre la salud del bebé ni sobre la fertilidad de la mujer. Algunas mujeres con cistitis intersticial durante el embarazo muestran mejoría en los síntomas de la enfermedad, mientras que en otras mujeres puede haber empeoramiento, sin relación directa entre la cistitis y el embarazo.
Si la mujer tiene cistitis intersticial y tiene la intención de quedar embarazada, debe hablar con el médico con anticipación para reevaluar los medicamentos que está usando para controlar la enfermedad, ya que pueden no ser seguros para el bebé durante el embarazo.
¿Qué causa la cistitis intersticial?
La causa específica de la cistitis intersticial aún no se conoce, sin embargo, existen algunas teorías que intentan explicar la inflamación de la vejiga, como la existencia de una alergia, una alteración del sistema inmunológico o un problema con la musculatura del suelo pélvico, por ejemplo. En algunos casos, este tipo de cistitis también puede estar asociado a otro problema de salud como fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, lupus o intestino irritable.
Como se hace el tratamiento
La cistitis intersticial no tiene cura, por lo que el tratamiento se realiza con el objetivo de aliviar los síntomas, y algunas de las opciones más utilizadas incluyen:
- Hidrodistensión de la vejiga, en el que el médico agranda lentamente la vejiga llenándola de líquido;
- Entrenamiento de la vejiga, en el que se utilizan técnicas para relajar la vejiga;
- Instilación vesical, en el que se introducen medicamentos como el ácido hialurónico o BCG para ayudar a reducir la necesidad de orinar;
- Uso de medicamentos como antihistamínico, antidepresivo amitriptilina o ciclosporina;
- Cambios dietéticos, eliminando el consumo de café, refrescos y chocolate;
- Deja de fumar.
Si las opciones de tratamiento anteriores no son efectivas y el dolor sigue siendo muy intenso, puede ser necesario recurrir a una cirugía para aumentar el tamaño de la vejiga o, en casos muy graves, para extirpar la vejiga.