Tratamientos inyectables y no quirúrgicos para la OA: Guía de discusión del médico
Contenido
- Tus síntomas
- Lo que ya está haciendo para tratar su OA
- Cambios en el estilo de vida
- Medicamentos
- Tratamientos inyectables
Visión de conjunto
Para algunas personas, la cirugía es la única opción para aliviar el dolor de la osteoartritis (OA) de la rodilla. Sin embargo, también existen varios tratamientos no quirúrgicos y cambios en el estilo de vida que pueden brindar alivio.
Encontrar su mejor opción requiere una conversación abierta con su médico. Considere discutir los siguientes temas en su próxima cita. Puede haber una o más formas de controlar la artrosis de rodilla sin tener que someterse a una cirugía.
Tus síntomas
Cuando se trata de sus síntomas y cómo se siente, nadie lo sabe mejor que usted. Una comprensión clara de los síntomas que está experimentando y su gravedad puede ser de gran ayuda para ayudar a su médico a elaborar un plan de tratamiento.
La gravedad de sus síntomas también ayudará a su médico a saber si los tratamientos no quirúrgicos funcionarán para usted.
Una de las mejores formas de asegurarse de contarle a su médico todo lo que necesita saber sobre sus síntomas es anotarlos. Lleve un registro de sus síntomas en los días previos a su cita. Tomar nota de:
- la gravedad de su dolor en una escala del 1 al 10
- donde sientes dolor
- el tipo de dolor que está experimentando, siendo lo más detallado posible
- cualquier otro síntoma que esté experimentando, como calor, enrojecimiento o hinchazón
- las actividades que empeoran sus síntomas y las limitaciones que tenga
- lo que alivia tu dolor
- cómo sus síntomas están afectando su vida diaria
Asegúrese también de mencionar cualquier síntoma que tenga de los medicamentos que esté tomando.
Su médico debe saber si está experimentando alguna angustia emocional relacionada con su OA o con cualquier tratamiento que esté recibiendo. Para algunos, el dolor de la OA y su impacto en su capacidad para hacer las cosas que disfrutan puede provocar sentimientos de ansiedad y depresión. Esto debe abordarse con su médico.
Lo que ya está haciendo para tratar su OA
Hable con su médico sobre cualquier cosa que ya esté haciendo para tratar su OA. Hágase las siguientes preguntas y analice sus respuestas con su médico:
- ¿Ha realizado cambios en su estilo de vida para tratar de controlar su OA?
- ¿Está tomando algún medicamento o suplemento?
- ¿Los medicamentos o suplementos ayudan en algo con sus síntomas?
Cambios en el estilo de vida
Cada vez más médicos recomiendan cambios en el estilo de vida para tratar la OA. La incorporación del ejercicio puede ser una de las formas más efectivas de tratar el dolor de rodilla. El fortalecimiento de los músculos a través del ejercicio puede disminuir el dolor y la rigidez y mejorar en gran medida su rango de movimiento. También puede retrasar el daño a las articulaciones.
Llevar una dieta más saludable es otro cambio de estilo de vida que vale la pena discutir con su médico. Varios estudios han relacionado el peso con la artrosis de rodilla. Han descubierto que perder incluso unas pocas libras puede mejorar drásticamente la cantidad de daño en el cartílago de la rodilla. Se estima que 1 libra de peso corporal equivale a 3 a 6 libras de presión sobre las articulaciones de la rodilla.
La incorporación de alimentos antiinflamatorios en su dieta también puede aliviar los síntomas de la OA.
Pídale consejo a su médico sobre cómo perder peso según sus necesidades específicas. También busque sugerencias sobre qué alimentos incorporar a su dieta y cuáles evitar.
En algunos casos, las actividades de una persona en el hogar y el trabajo pueden contribuir a sus síntomas y al avance de la OA. Hable con su médico sobre la terapia ocupacional y si cree que usted podría beneficiarse de una evaluación con un terapeuta ocupacional. Un profesional puede evaluar sus actividades y enseñarle formas de proteger sus articulaciones del daño y el dolor.
Medicamentos
Ciertos medicamentos de venta libre, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el acetaminofén (Tylenol), pueden proporcionar un alivio eficaz del dolor y la inflamación.
Para el dolor intenso, su médico puede recomendar medicamentos recetados. Pregúntele a su médico sobre el uso de medicamentos para tratar sus síntomas. Asegúrese de preguntar acerca de los posibles efectos secundarios.
También es importante informar a su médico sobre cualquier medicamento o suplemento que ya esté tomando para la OA u otra afección. Algunos medicamentos y suplementos interfieren entre sí.
Tratamientos inyectables
Vale la pena discutir los tratamientos inyectables para la artrosis de rodilla con su médico si no está obteniendo suficiente alivio con los medicamentos y los cambios en el estilo de vida.
Las inyecciones de corticosteroides pueden proporcionar un alivio rápido de su dolor, con una duración de varios días a varios meses. Las inyecciones contienen una combinación de cortisona y un anestésico local que se inyecta en la articulación de la rodilla.
Otra opción puede ser la viscosuplementación. Esto implica inyectar una sustancia similar a un gel llamada ácido hialurónico (HA) en el líquido articular de la rodilla. HA ayuda a que la articulación se mueva libremente y absorba mejor el impacto en la articulación cuando se mueve.
Los médicos están discutiendo el uso de inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) y la terapia con células madre para tratar la OA de rodilla, pero los beneficios no se han confirmado con ensayos a gran escala. Los resultados a corto plazo parecen prometedores en algunos estudios, pero no en otros. Queda por ver si esta será una forma convencional de tratamiento en el futuro.
Pregúntele a su médico las siguientes preguntas si está considerando inyectables para tratar su OA:
- ¿Soy un candidato adecuado para tratamientos inyectables?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada tipo?
- ¿Hay alguna precaución especial a considerar?
- ¿Cuánto tiempo puedo esperar que dure el alivio del dolor?
Junto con su médico, es posible que pueda elaborar un plan eficaz para tratar el dolor de rodilla mediante métodos no quirúrgicos.