¿Qué es la enfermedad de Coats y cómo tratarla?

Contenido
- Síntomas principales
- Quién tiene más riesgo de tener la enfermedad
- Cómo se hace el diagnóstico
- Cuales son las etapas de la evolucion
- Opciones de tratamiento
- 1. Cirugía láser
- 2. Crioterapia
- 3. Inyección de corticosteroides
La enfermedad de Coats es un trastorno relativamente raro que afecta el desarrollo normal de los vasos sanguíneos del ojo, más específicamente en la retina, el lugar donde se crean las imágenes que vemos.
En personas con esta enfermedad, es muy común que los vasos sanguíneos de la retina se rompan y, por tanto, la sangre se acumule y provoque inflamación de la retina, lo que se traduce en visión borrosa, disminución de la visión y, en algunos casos, incluso ceguera.
La enfermedad de Coats es más común en hombres y después de los 8 años de edad, pero puede ocurrir en cualquier persona, incluso si no hay antecedentes familiares de la enfermedad. El tratamiento debe iniciarse lo antes posible después del diagnóstico para evitar casos de ceguera.

Síntomas principales
Los primeros signos y síntomas de la enfermedad de Coats suelen aparecer durante la infancia e incluyen:
- Estrabismo;
- Presencia de una película blanquecina detrás del cristalino del ojo;
- Disminución de la percepción de profundidad;
- Reducción de la visión.
A medida que avanza la enfermedad, pueden comenzar a aparecer otros síntomas, como:
- Color rojizo en el iris;
- Enrojecimiento constante del ojo;
- Cascadas;
- Glaucoma.
En la mayoría de los casos, estos síntomas afectan solo a un ojo, pero también pueden aparecer en ambos. Así, siempre que aparezcan cambios en el ojo o en la visión, que duren más de una semana, es muy importante consultar a un oftalmólogo, incluso si solo afectan a un ojo.
Quién tiene más riesgo de tener la enfermedad
La enfermedad de Coats puede ocurrir en cualquier persona, ya que no parece estar relacionada con ningún factor genético que pueda heredarse. Sin embargo, es más común en varones y entre los 8 y los 16 años, especialmente cuando ha habido síntomas de la enfermedad hasta los 10 años.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico siempre debe ser realizado por un oftalmólogo a través de un examen ocular, evaluación de las estructuras oculares y observación de síntomas. Sin embargo, y dado que los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades oculares, también puede ser necesario realizar pruebas diagnósticas como angiografía de retina, ecografía o tomografía computarizada, por ejemplo.
Cuales son las etapas de la evolucion
La progresión de la enfermedad de Coats se puede dividir en 5 etapas principales:
- Nivel 1: hay vasos sanguíneos anormales en la retina, pero aún no están rotos y por lo tanto no hay síntomas;
- Etapa 2: rotura de los vasos sanguíneos de la retina, lo que conduce a la acumulación de sangre y la pérdida gradual de la visión;
- Etapa 3: El desprendimiento de retina se produce debido a la acumulación de fluidos, dando lugar a signos como destellos de luz, manchas oscuras en la visión y malestar en el ojo. Obtenga más información sobre el desprendimiento de retina;
- Etapa 4: con el aumento gradual de líquido dentro del ojo, hay un aumento de la presión que puede resultar en glaucoma, en el que el nervio óptico se ve afectado, afectando gravemente la visión;
- Etapa 5: es la etapa más avanzada de la enfermedad cuando aparece la ceguera y el dolor severo en el ojo, debido al aumento exagerado de la presión.
En algunas personas, la enfermedad puede no progresar en todas las fases y el tiempo de evolución es bastante variable. Sin embargo, lo mejor es comenzar siempre el tratamiento cuando aparezcan los primeros síntomas, para evitar la aparición de ceguera.
Opciones de tratamiento
El tratamiento suele iniciarse para evitar que la enfermedad empeore, por lo que conviene iniciarlo lo antes posible para evitar la aparición de lesiones graves que lleven a la ceguera. Algunas de las opciones que puede indicar el oftalmólogo incluyen:
1. Cirugía láser
Es un tipo de tratamiento que utiliza un rayo de luz para encoger o destruir los vasos sanguíneos anormales en la retina, evitando que se rompan y provocando la acumulación de sangre. Esta cirugía generalmente se realiza en las primeras etapas de la enfermedad en el consultorio del médico y con anestesia local.
2. Crioterapia
En este tratamiento, en lugar de utilizar un láser, el oftalmólogo realiza pequeñas aplicaciones de frío extremo cerca de los vasos sanguíneos del ojo para que sanen y cierren, evitando que se rompan.
3. Inyección de corticosteroides
Los corticosteroides se utilizan directamente en el ojo para disminuir la inflamación en los casos más avanzados de la enfermedad, ayudando a aliviar las molestias e incluso pueden mejorar un poco la visión. Estas inyecciones deben realizarse en el consultorio del médico con anestesia local.
Además de estas opciones, si hay desprendimiento de retina o glaucoma, también se debe iniciar el tratamiento de cada una de estas consecuencias, con el fin de evitar agravar las lesiones.