Enfermedad de Paget: que es, síntomas y tratamiento

Contenido
- Síntomas de la enfermedad de Paget
- Cómo se hace el diagnóstico
- Tratamiento para la enfermedad de Paget
- 1. Fisioterapia
- 2. Alimentos
- 3. Remedios
- 4. Cirugía
La enfermedad de Paget, también conocida como osteítis deformante, es una enfermedad ósea metabólica, de origen desconocido, que suele afectar a la región pélvica, fémur, tibia, columna vertebral, clavícula y húmero. Esta enfermedad se caracteriza por la destrucción del tejido óseo, que se recupera posteriormente pero con deformidades. El hueso nuevo que se forma es estructuralmente más grande pero más débil y con mucha calcificación.
Suele aparecer después de los 60 años, aunque a partir de los 40 ya existen casos documentados. Tiene una manifestación benigna y la mayoría de los pacientes no presentan síntomas durante mucho tiempo, y como ocurre la mayor parte del tiempo en la vejez, los síntomas suelen confundirse con otras enfermedades como la artritis o la artrosis que surgen por la edad.

Síntomas de la enfermedad de Paget
La mayoría de las personas que tienen la enfermedad de Paget no muestran ningún signo o síntoma de alteración, y descubren la enfermedad durante las pruebas de imagen para investigar otra afección. Por otro lado, algunas personas pueden desarrollar síntomas, siendo el más común el dolor en los huesos por la noche.
La enfermedad se puede identificar a partir de los 40 años, siendo más frecuente a partir de los 60, y los síntomas están más relacionados con las complicaciones que pueden presentarse, siendo las principales:
- Dolor de huesos, especialmente en las piernas;
- Deformidad y dolor articular;
- Deformación en las piernas, dejándolas arqueadas;
- Fracturas frecuentes de huesos;
- Aumento de la curvatura de la columna, dejando a la persona "jorobada";
- Osteoporosis;
- Piernas arqueadas;
- Sordera causada por huesos del cráneo agrandados.
Aunque las causas aún no se conocen del todo, se sabe que la enfermedad de Paget puede estar relacionada con una infección viral latente, porque en algunos casos se han encontrado virus en los huesos afectados. Además, también se sabe que la enfermedad de Paget también puede estar relacionada con factores genéticos y, por tanto, las personas de una misma familia tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad de Paget debe ser realizado por el ortopedista inicialmente evaluando los signos y síntomas que presenta la persona. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico es necesario realizar algunas pruebas de imagen, como radiografías y gammagrafías óseas, además de pruebas de laboratorio, como la medición de fósforo cálcico y fosfatasa alcalina en sangre. En la enfermedad de Paget se puede observar que los valores de calcio y potasio son normales y la fosfatasa alcalina es generalmente alta.
En algunos casos, el médico también puede indicar el uso de imágenes por resonancia magnética, para identificar la posibilidad de sarcoma, tumor de células gigantes y metástasis, o tomografía para verificar la posibilidad de fractura.

Tratamiento para la enfermedad de Paget
El tratamiento de la enfermedad de Paget debe ser guiado por el ortopedista según la gravedad de los síntomas, y en algunos casos puede estar indicado el uso de analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor, además del uso de moduladores también puede recomendarse . Actividad ósea en los casos en que la enfermedad es más activa.
Además de los medicamentos, es importante realizar fisioterapia para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La cirugía es el tratamiento más adecuado en casos de compresión nerviosa o para reemplazar una articulación dañada.
1. Fisioterapia
La fisioterapia debe ser guiada personalmente por un fisioterapeuta y debe ser individualizada porque cada persona debe tener su tratamiento adecuado a sus necesidades, pudiendo estar indicados ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular, que se pueden realizar con el uso de dispositivos como ondas cortas, infrarrojos, ultrasonido y TENS. Así, a través de estos ejercicios es posible evitar posibles caídas y fracturas, ya que también se estimula el equilibrio.
Además, el fisioterapeuta también puede indicar la realización de ejercicios físicos, además de sesiones de fisioterapia, y el uso de muletas o andadores para facilitar la marcha y reducir el riesgo de caídas, en algunos casos.
Preferiblemente, las sesiones deben realizarse diariamente o al menos 3 veces por semana para mejorar la condición cardiovascular, promover la independencia y mejorar la calidad de vida. Aunque la fisioterapia no puede curar la enfermedad de Paget, es muy importante reducir las complicaciones motoras impuestas por el progreso de la enfermedad.
2. Alimentos
El nutricionista puede recomendar el consumo de alimentos ricos en calcio y vitamina D para mejorar la salud ósea, como leche, queso, yogur, pescado, huevos y mariscos. Estos alimentos deben consumirse a diario, y los productos lácteos desnatados deben elegirse preferiblemente para evitar el exceso de grasa en la dieta.
Para aumentar la producción de vitamina D en el organismo es importante tomar el sol durante al menos 20 minutos todos los días, sin usar protector solar, ya que esta vitamina se produce en la piel. Además, la actividad física regular ayuda a incrementar la absorción de calcio en el intestino y su fijación en los huesos, ayudando a combatir la enfermedad.
Vea el video a continuación para obtener más consejos para fortalecer los huesos y evitar los signos y síntomas de la enfermedad de Paget:
3. Remedios
Los remedios deben ser indicados por el médico y pueden tomarse diariamente o en determinadas épocas del año, según sea necesario. Algunos indicados son los bisfosfonatos en forma de tableta o inyección como alendronato, pamidronato, risedronato o ácido zoledrónico, o medicamentos como calcitonina, además de las tabletas de carbonato cálcico asociadas con colecalciferol.
Por lo general, se hace un seguimiento de las personas afectadas cada 3 meses para que el médico pueda ver si los medicamentos funcionan o si es necesario cambiarlos. Cuando la persona está más estable, el seguimiento se puede hacer cada 6 meses o cada año y debe mantenerse de por vida porque la enfermedad no tiene cura y puede provocar deformidades graves.
4. Cirugía
Normalmente un tratamiento fisioterapéutico bien orientado es capaz de aportar numerosos beneficios a la persona, posponiendo o evitando la cirugía, sin embargo, es necesario que el tratamiento se siga estrictamente.
La cirugía puede ser una opción cuando la fisioterapia no es suficiente para combatir los síntomas y las deformidades, cuando hay compresión nerviosa o cuando la persona necesita reemplazar la articulación y si hay una degeneración severa que causa dolor severo y bloqueo de movimientos.
El ortopedista puede reemplazar la articulación y luego de este procedimiento es necesario volver a fisioterapia para prevenir complicaciones y mejorar la amplitud y fuerza de los movimientos corporales, facilitando así la vida diaria de la persona.