Cómo salir del efecto meseta y por qué ocurre
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El efecto meseta es la situación en la que no se observa la continuidad de la pérdida de peso incluso cuando se tiene una dieta adecuada y se practica actividad física con regularidad. Esto se debe a que la pérdida de peso no se considera un proceso lineal, ya que depende de varios factores, incluido el fisiológico, que se cree que están relacionados con este efecto.
Es normal que al iniciar una dieta y la práctica de actividad física fácilmente se puedan perder varios kilos, sin embargo a medida que pasa el tiempo el organismo se va adaptando más a la rutina de alimentación y actividad, por lo que el consumo energético se hace menor y no hay cambios. en peso.
Aunque puede considerarse frustrante, el efecto meseta puede evitarse y superarse mediante consultas nutricionales periódicas, de manera que se pueda evaluar el efecto de la dieta recomendada y se puedan realizar ajustes, así como cambios en la intensidad y estímulos de la actividad física. actividad. Así, el organismo no permanece bajo los mismos efectos y es posible evitar el efecto meseta.
¿Por qué ocurre el efecto meseta?
Al inicio del proceso de adelgazamiento, es normal ver pérdida en las primeras semanas, debido a que hay una ruptura de las reservas de glucógeno para generar energía, además de requerir un menor gasto energético para los procesos de digestión, aborto y metabolismo de comida, que favorece la pérdida de peso. Sin embargo, a medida que se mantiene la cantidad de calorías, el organismo alcanza un equilibrio, adaptándose a la situación, lo que hace que la cantidad de calorías gastadas diariamente sea igual a la consumida, sin pérdida de peso y caracterizando el efecto meseta.
Además de la adaptación del organismo, el efecto meseta puede ocurrir cuando la persona sigue la misma dieta o plan de entrenamiento durante un período prolongado, cuando sigue una dieta restringida durante mucho tiempo o cuando pierde rápidamente mucho de peso, con una disminución del metabolismo. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar realmente qué mecanismo fisiológico está más estrechamente relacionado con el efecto meseta.
El efecto meseta es más común después de 6 meses de una dieta restringida en calorías, por lo que es importante que la persona vaya acompañada de un nutricionista para evitar no solo el efecto meseta, sino también deficiencias nutricionales.
Cómo evitar y salir del efecto meseta
Para evitar y salir del efecto meseta, es necesario realizar algunos cambios a diario, como:
- Cambiar los hábitos alimenticiosporque cuando se come la misma dieta durante un período prolongado, el cuerpo se acostumbra a la cantidad de calorías y nutrientes que se consumirán diariamente y para que no haya cambios en los procesos metabólicos, se adapta, con una reducción del gasto energético para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y ralentizar el proceso de quema de grasa y peso. Así, cambiando periódicamente los hábitos alimentarios con la orientación de un nutricionista, es posible evitar esta adaptación fisiológica del cuerpo y adoptar nuevas estrategias para la pérdida de peso;
- Cambiar el tipo y la intensidad del entrenamiento, porque de esta forma es posible estimular al organismo para que gaste más energía, evitando el efecto meseta y favoreciendo la pérdida de peso y la ganancia de masa muscular. En algunas situaciones puede ser interesante contar con un monitor profesional de educación física para que se pueda establecer un plan de entrenamiento acorde al objetivo con el fin de promover diferentes estímulos para el cuerpo;
- Beber agua durante el día., porque el agua es fundamental para el buen funcionamiento del organismo, es decir, para que sucedan los procesos metabólicos. En ausencia o poca cantidad de agua, el organismo empieza a ahorrar energía para realizar el metabolismo, interfiriendo en el proceso de adelgazamiento y favoreciendo el efecto meseta. Por este motivo, se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día, incluso durante el ejercicio;
- Descanso, porque es importante para la regeneración muscular, que permite la ganancia de masa muscular, que es fundamental para aumentar el metabolismo y quemar grasas. Además, dormir bien ayuda a regular las hormonas relacionadas con el hambre, que son la grelina y la leptina, por lo que tienen efectos positivos en la pérdida de peso.
En el caso de tener problemas hormonales, es importante que además de la orientación del nutricionista, la persona esté acompañada por el endocrinólogo para que se controle periódicamente la concentración de estas hormonas en la sangre, ya que a partir de ahí es posible saber si el La ausencia de adelgazamiento se debe al efecto meseta o es consecuencia del trastorno hormonal, es necesario iniciar o cambiar el tratamiento.
También se recomienda no seguir dietas restringidas por un período prolongado y sin orientación nutricional, ya que además de poder resultar en deficiencia de nutrientes y favorecer el efecto meseta, puede resultar en trastornos alimentarios, como atracones, por ejemplo, y el efecto acordeón, en el que después de la pérdida de peso, la persona vuelve al peso inicial o más. Comprende qué es el efecto acordeón y cómo ocurre.