Esclerosis sistémica: que es, síntomas y tratamiento
Contenido
- Síntomas principales
- Cómo se hace el diagnóstico
- ¿Quién tiene más riesgo de tener
- Como se hace el tratamiento
La esclerosis sistémica es una enfermedad autoinmune que provoca la producción exagerada de colágeno, provocando cambios en la textura y apariencia de la piel, que se vuelve más endurecida.
Además, en algunos casos, la enfermedad también puede afectar otras partes del cuerpo, provocando el endurecimiento de otros órganos importantes, como el corazón, los riñones y los pulmones. Por este motivo, es muy importante iniciar un tratamiento que, aunque no cura la enfermedad, ayuda a retrasar su desarrollo y previene la aparición de complicaciones.
La esclerosis sistémica no tiene causa conocida, pero se sabe que es más común en mujeres de entre 30 y 50 años, y se manifiesta de diferentes formas en las pacientes. Su evolución también es impredecible, puede evolucionar rápidamente y conducir a la muerte, o lentamente, causando solo problemas menores en la piel.
Síntomas principales
En las primeras etapas de la enfermedad, la piel es el órgano más afectado, comenzando por la presencia de piel más endurecida y enrojecida, especialmente alrededor de la boca, nariz y dedos.
Sin embargo, a medida que empeora, la esclerosis sistémica puede afectar otras partes del cuerpo e incluso órganos, provocando síntomas como:
- Dolor en las articulaciones;
- Dificultad para caminar y moverse;
- Sensación de dificultad para respirar constante;
- Perdida de cabello;
- Cambios en el tránsito intestinal, con diarrea o estreñimiento;
- Dificultad para tragar;
- Vientre hinchado después de las comidas.
Muchas personas con este tipo de esclerosis también pueden desarrollar el síndrome de Raynaud, en el que los vasos sanguíneos de los dedos se contraen, impidiendo el paso correcto de la sangre y provocando pérdida de color en las yemas de los dedos y malestar. Comprenda más sobre qué es el síndrome de Raynaud y cómo se trata.
Cómo se hace el diagnóstico
Por lo general, el médico puede sospechar esclerosis sistémica después de observar los cambios en la piel y los síntomas, sin embargo, también se deben realizar otras pruebas de diagnóstico como radiografías, tomografías computarizadas e incluso una biopsia de piel para descartar otras enfermedades y ayudar a confirmar la afección. Presencia de esclerosis sistémica.
¿Quién tiene más riesgo de tener
Se desconoce la causa que conduce a la producción excesiva de colágeno que está en el origen de la esclerosis sistémica, sin embargo, existen algunos factores de riesgo como:
- Sea mujer;
- Hacer quimioterapia;
- Estar expuesto al polvo de sílice.
Sin embargo, tener uno o más de estos factores de riesgo no significa que la enfermedad se desarrollará, incluso si hay otros casos en la familia.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento no cura la enfermedad, sin embargo, ayuda a retrasar su desarrollo y aliviar los síntomas, mejorando la calidad de vida de la persona.
Por ello, cada tratamiento debe adaptarse a la persona, según los síntomas que se presenten y el estadio de desarrollo de la enfermedad. Algunos de los remedios más utilizados incluyen:
- Corticoesteroides, como Betametasona o Prednisona;
- Inmunosupresores, como metotrexato o ciclofosfamida;
- Antiinflamatorios, como ibuprofeno o nimesulida.
Algunas personas también pueden tener reflujo y, en tales casos, es recomendable ingerir comidas pequeñas varias veces al día, además de dormir con el cabecero elevado y tomar fármacos inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol o el lansoprazol, por ejemplo.
Cuando hay dificultad para caminar o moverse, también puede ser necesario realizar sesiones de fisioterapia.