Esquizofrenia infantil: que es, síntomas y tratamiento
Contenido
- Síntomas característicos en la infancia
- Tipos de esquizofrenia
- Cómo se hace el diagnóstico
- cual es el tratamiento
La esquizofrenia es una enfermedad mental caracterizada por la distorsión del pensamiento y la percepción, que generalmente se traduce en ideas delirantes, alucinaciones, discursos y alteraciones del comportamiento. Dado que las alucinaciones y los delirios en los niños suelen ser menos elaborados que en los adultos, como ver a las personas, se debe intentar comprender si en realidad son alucinaciones o simplemente juegos.
Esta enfermedad suele aparecer entre los 10 y los 45 años, siendo muy poco frecuente en la infancia. Aunque existen algunos informes de la enfermedad en menores de 5 años, estos casos son muy raros y los síntomas se hacen más evidentes durante la adolescencia.
La esquizofrenia suele comenzar en una etapa prepsicótica, en la que surgen síntomas negativos de la enfermedad, como aislamiento social, conductas disruptivas, deterioro de la higiene personal, arrebatos de ira o pérdida de interés por la escuela o el trabajo, por ejemplo. Cuando la enfermedad aparece antes de los 12 años, está fuertemente asociada a problemas de conducta y el pronóstico es peor. Esto se debe a que es más probable que pierdan las funciones normales y desarrollen trastornos emocionales, cambios intelectuales y del lenguaje.
Síntomas característicos en la infancia
Cuando la esquizofrenia ocurre antes de los 12 años, el niño comienza a mostrar problemas de conducta. Generalmente, muestra resistencia para adaptarse a la sociedad, se aísla, asume comportamientos extraños y, en algunos casos, también se manifiesta un retraso en el desarrollo neuropsicomotor. Además del déficit cognitivo, también hay un déficit de atención y de aprendizaje y abstracción.
A medida que el niño crece y entra en la edad adulta, pueden aparecer otros síntomas característicos de la enfermedad, que se subdividen en positivos y negativos. Los síntomas positivos son los que se presentan más visiblemente en las etapas de descompensación aguda de la enfermedad y los síntomas negativos son los que resultan de la evolución de la esquizofrenia misma, de los efectos de la medicación antipsicótica y secundarios a los propios síntomas positivos.
Tipos de esquizofrenia
En el modelo clásico, la esquizofrenia se puede dividir en 5 tipos:
- Esquizofrenia paranoide, donde predominan los síntomas positivos;
- Desorganizado, en el que prevalecen los cambios de pensamiento;
- Catatónico, caracterizado por el predominio de síntomas motores y cambios en la actividad;
- Indiferenciado, donde el desempeño intelectual y laboral está disminuido y predomina el aislamiento social;
- Residual, donde predominan los síntomas negativos, en el que, como en el anterior, existe un marcado aislamiento social, así como embotamiento afectivo y pobreza intelectual.
Sin embargo, la esquizofrenia definida en el DSM V ya no contempla cinco tipos de esquizofrenia, ya que se considera que los subtipos están asociados. Así, los subtipos mencionados anteriormente no son estancos y la persona puede, en un momento determinado de la evolución de la enfermedad, presentar un cuadro clínico que se identifique con otro tipo de esquizofrenia o manifestar síntomas de otro subtipo.
Aprenda, con más detalle, cómo identificar los distintos tipos de esquizofrenia.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de esquizofrenia no es un diagnóstico simple de hacer, y en los niños puede resultar aún más difícil diferenciarlo de otras afecciones, especialmente del trastorno afectivo bipolar, y es necesario reevaluar los síntomas a lo largo del tiempo.
cual es el tratamiento
La esquizofrenia no tiene cura y el tratamiento se suele realizar con el objetivo de reducir los síntomas, así como las recaídas. Los antipsicóticos generalmente se recetan, sin embargo, hay pocos estudios de estos medicamentos en la infancia.
El haloperidol es un medicamento que se ha utilizado durante varios años y sigue siendo una buena opción para el tratamiento de la psicosis en niños. Además, la risperidona y la olanzapina también se han utilizado en el tratamiento de las psicosis infantiles, con buenos resultados.