¿Qué es el impétigo, los síntomas y la transmisión?
Contenido
- Síntomas principales
- 1. Impétigo común / no bulloso
- 2. Impétigo bulloso
- 3. Ectima
- Cómo confirmar el diagnóstico
- Que causa el impétigo
- Cómo ocurre la transmisión
- Como se hace el tratamiento
El impétigo es una infección cutánea extremadamente contagiosa, causada por bacterias y que da lugar a la aparición de pequeñas heridas que contienen pus y una capa dura, que puede ser dorada o de color miel.
El tipo más común de impétigo es el no ampolloso, y en este caso, las llagas tienden a aparecer en la nariz y alrededor de los labios, sin embargo, otros tipos de impétigo aparecen en los brazos o piernas y pies. El impétigo también se llama popularmente pinzamiento.
Síntomas principales
Existen diferentes tipos de impétigo que tienen características y síntomas ligeramente diferentes:
1. Impétigo común / no bulloso
- Heridas similares a las picaduras de mosquitos;
- Pequeñas lesiones cutáneas con pus;
- Heridas que evolucionan a costras de color dorado o color miel.
Este es el tipo más común de la enfermedad y generalmente toma alrededor de una semana para que aparezcan todos los síntomas, especialmente en las áreas alrededor de la nariz y la boca.
2. Impétigo bulloso
- Pequeñas heridas rojas con forma de picadura;
- Lesiones que evolucionan rápidamente a burbujas de líquido amarillento;
- Picazón y enrojecimiento en la piel alrededor de las ampollas;
- Aparición de costras amarillas;
- Fiebre superior a 38º C, malestar general y falta de apetito.
El impétigo bulloso es el segundo tipo más común y aparece especialmente en los brazos, piernas, pecho y abdomen, siendo raro en la cara.
3. Ectima
- Heridas abiertas con pus;
- Aparición de grandes costras amarillentas;
- Enrojecimiento alrededor de las costras.
Este es el tipo de impétigo más grave porque afecta las capas más profundas de la piel, especialmente en las piernas y los pies. De esta forma, el tratamiento tarda más y puede dejar pequeñas cicatrices en la piel.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de impétigo suele ser realizado por un dermatólogo o un pediatra, en el caso del niño, solo a través de la evaluación de las lesiones y la historia clínica.
Sin embargo, en algunos casos, también pueden ser necesarias otras pruebas para identificar el tipo de bacteria, pero esto generalmente solo es necesario en el caso de una infección que surge con mucha frecuencia o cuando el tratamiento no está teniendo el efecto esperado.
Que causa el impétigo
El impétigo es causado por bacterias Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus Afectan a las capas más superficiales de la piel, y aunque cualquier persona puede desarrollar la enfermedad, es más común en situaciones de sistemas inmunológicos debilitados. Por eso es más frecuente en niños, ancianos y personas con enfermedades autoinmunes.
Estas bacterias normalmente habitan en la piel, pero una picadura de insecto, un corte o un rasguño pueden hacer que alcancen las capas más internas causando la infección.
Cómo ocurre la transmisión
Esta enfermedad de la piel es muy contagiosa porque las bacterias se transmiten fácilmente a través del contacto con el pus liberado por las lesiones. Por tanto, se aconseja que el niño, o el adulto, permanezca en casa hasta 2 días después de iniciar el tratamiento, para evitar contagiar a otras personas.
Además, durante el tratamiento es muy importante tomar algunas precauciones como:
- No comparta sábanas, toallas u otros objetos que estén en contacto con la zona afectada;
- Mantenga las heridas cubiertas con una gasa o ropa limpia;
- Evite tocar o pinchar heridas, lesiones o costras;
- Lávese las manos con frecuencia, especialmente antes de ponerse en contacto con otras personas;
Además, en el caso de bebés y niños es muy importante dejarlos jugar solo con juguetes lavables, ya que deben lavarse 48 horas después del inicio del tratamiento para evitar que la infección vuelva a aparecer por bacterias que se encuentran en la superficie de los juguetes.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de esta enfermedad debe ser guiado por un pediatra, en el caso de bebés y niños, o por un dermatólogo, en el caso de adultos, pero se suele realizar con la aplicación de ungüentos antibióticos sobre la lesión.
En algunos casos, puede ser necesario ablandar las costras con agua tibia antes de aplicar la pomada para mejorar los efectos del tratamiento. Descubra qué remedios se utilizan más y qué hacer para garantizar un tratamiento adecuado del impétigo.
En los casos en que el tratamiento no surte efecto, el médico también puede ordenar pruebas de laboratorio para identificar el tipo de bacteria que está causando la enfermedad y adaptar el antibiótico utilizado.