Rehidratación intravenosa
Contenido
- ¿Cuál es el propósito de la rehidratación intravenosa?
- ¿Qué implica la rehidratación intravenosa?
- ¿Cuáles son los riesgos asociados con la rehidratación intravenosa?
¿Qué es la rehidratación intravenosa?
Su médico, o el médico de su hijo, puede recetarle rehidratación intravenosa (IV) para tratar los casos de deshidratación moderada a grave. Se usa más comúnmente para tratar a niños que a adultos. Los niños tienen más probabilidades que los adultos de deshidratarse peligrosamente cuando están enfermos. Hacer ejercicio vigorosamente sin beber suficientes líquidos también puede provocar deshidratación.
Durante la rehidratación intravenosa, se inyectarán líquidos en el cuerpo de su hijo a través de una vía intravenosa. Se pueden usar diferentes líquidos, dependiendo de la situación. Por lo general, consistirán en agua con un poco de sal o azúcar agregada.
La rehidratación intravenosa implica algunos pequeños riesgos. Por lo general, los beneficios los superan, especialmente porque la deshidratación grave puede poner en peligro la vida si no se trata.
¿Cuál es el propósito de la rehidratación intravenosa?
Cuando su hijo se deshidrata, pierde líquidos corporales. Estos fluidos contienen agua y sales disueltas, llamadas electrolitos. Para tratar los casos leves de deshidratación, anime a su hijo a beber agua y líquidos que contengan electrolitos, como bebidas deportivas o soluciones de rehidratación de venta libre. Para tratar los casos de deshidratación moderada a grave, la rehidratación oral puede no ser suficiente. El médico de su hijo o el personal médico de emergencia pueden recomendar la rehidratación intravenosa.
Los niños a menudo se deshidratan por estar enfermos. Por ejemplo, los vómitos, la diarrea y la fiebre pueden aumentar el riesgo de que su hijo se deshidrate. Tienen más probabilidades de experimentar una deshidratación grave que los adultos. También es más probable que necesiten rehidratación intravenosa para restablecer el equilibrio de líquidos.
Los adultos también pueden deshidratarse. Por ejemplo, puede experimentar deshidratación cuando está enfermo. También puede deshidratarse después de hacer ejercicio vigorosamente sin beber suficientes líquidos. Es menos probable que los adultos necesiten rehidratación intravenosa que los niños, pero su médico puede recetarlo en algunos casos.
Si sospecha que usted o su hijo están deshidratados de moderada a grave, busque atención médica. Los síntomas de la deshidratación incluyen:
- reducción de la producción de orina
- labios y lengua secos
- ojos secos
- piel seca y arrugada
- respiración rápida
- pies y manos fríos y con manchas
¿Qué implica la rehidratación intravenosa?
Para administrar rehidratación intravenosa, el médico o la enfermera de su hijo insertará una vía intravenosa en una vena del brazo. Esta vía intravenosa constará de un tubo con una aguja en un extremo. El otro extremo de la línea se conectará a una bolsa de líquidos, que se colgará sobre la cabeza de su hijo.
El médico de su hijo determinará qué tipo de solución líquida necesita. Dependerá de su edad, las condiciones médicas existentes y la gravedad de su deshidratación. El médico o la enfermera de su hijo pueden regular la cantidad de líquido que ingresa a su cuerpo usando una bomba automatizada o una válvula manual ajustable conectada a su línea intravenosa. Revisarán la vía intravenosa de su hijo de vez en cuando para asegurarse de que su hijo esté recibiendo la cantidad correcta de líquidos. También se asegurarán de que el tubo de plástico delgado en el brazo de su hijo esté seguro y no gotee. La duración del tratamiento de su hijo y la cantidad de líquidos que su hijo necesita dependerán de la gravedad de su deshidratación.
El mismo procedimiento se usa para adultos.
¿Cuáles son los riesgos asociados con la rehidratación intravenosa?
Los riesgos asociados con la rehidratación intravenosa son bajos para la mayoría de las personas.
Su hijo puede sentir una leve picadura cuando se inyecta la vía intravenosa, pero el dolor debería desaparecer rápidamente. También existe un pequeño riesgo de que se desarrolle una infección en el lugar de la inyección. En la mayoría de los casos, estas infecciones se pueden tratar fácilmente.
Si la vía intravenosa permanece en la vena de su hijo durante un período de tiempo prolongado, puede hacer que su vena colapse. Si esto sucede, su médico o enfermero probablemente moverá la aguja a una vena diferente y aplicará una compresa tibia en el área.
La vía intravenosa de su hijo también puede salirse. Esto puede causar una condición llamada infiltración. Esto sucede cuando los líquidos intravenosos ingresan a los tejidos alrededor de la vena de su hijo. Si su hijo experimenta infiltración, puede desarrollar un hematoma y una sensación de escozor en el lugar de la inserción. Si esto sucede, su médico o enfermera pueden volver a insertar la aguja y aplicar una compresa tibia para reducir la hinchazón. Para reducir el riesgo de que su hijo tenga esta posible complicación, anímelo a permanecer quieto durante la rehidratación intravenosa. Esto es especialmente importante para los niños pequeños, que pueden no comprender la importancia de quedarse quietos.
La rehidratación intravenosa también puede potencialmente causar un desequilibrio de nutrientes en el cuerpo de su hijo. Esto puede suceder si su solución de líquido intravenoso contiene la mezcla incorrecta de electrolitos. Si desarrollan signos de un desequilibrio de nutrientes, su médico puede detener su tratamiento de rehidratación intravenosa o ajustar su solución líquida.
Los mismos riesgos se aplican a los adultos que se someten a rehidratación intravenosa. Su médico o el médico de su hijo pueden ayudarlo a comprender los posibles riesgos y beneficios. En la mayoría de los casos, los beneficios superan los riesgos. Si no se trata, la deshidratación grave puede provocar complicaciones potencialmente mortales.